LOS POLÍTICOS: Los lapsus de AMLO y Cuic

Salvador Muñoz

¿Qué chingao son los ‘adulcerantes’?
La pregunta viene tras escuchar el discurso de Andrés Manuel López Obrador que pronunció en Córdoba, al referirse a la importación de alta fructosa que afecta a los cañeros y consumidores del país tanto en economía, comercio justo y salud.

¿Dónde habré oído eso antes?

Me refiero a la defensa de los cañeros en su economía y comercio justo, no al ‘adulcerante’.
Juan Carlos Molina Palacios hace unos días, en tribuna del Palacio de Encanto, agradecía a diputados locales, federales y Senadores, así como al Gobierno de López Obrador, la respuesta que había tenido su exhorto en favor de los cañeros…

El exhorto lo hizo allá a mediados de diciembre del 2018, cuando en tribuna, puso al descubierto la grave crisis económica que viven no sólo los cañeros de Veracruz sino del país, derivado de los bajos precios del azúcar en el mercado nacional, así como por la introducción desleal al país de millones de toneladas de alta fructosa y otros edulcorantes, amenazando la economía de los productores mexicanos.

En esa ocasión, El Compayito lanzó un exhorto a los diputados que integran la Comisión de Hacienda, para que consideraran la creación de un Fondo Emergente –dentro del Presupuesto de Egresos 2019– que permita subsidiar con 200 pesos por tonelada de caña a los cañicultores de Veracruz. Este mensaje igual se envió a San Lázaro y al mismísimo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien durante su gira de trabajo por la entidad, estando en la Ciudad de los 30 Caballeros, dijo que iba a estar muy pendiente de los cañeros de Veracruz para que no resulten afectados, “al contrario, que cada vez tengan más beneficios… ahora vamos a revisar los acuerdos que hicieron de la venta de azúcar al extranjero y los permisos que dieron para utilizar ‘adulcerantes’ que vienen del extranjero… ¡sí queremos el Libre Comercio! y vamos a respetar los acuerdos pero vamos a defender al productor nacional, pero primero México y luego el extranjero”.
En ese cacho de discurso es que surge la duda en el amigo: ¿Qué chingao son los ‘adulcerantes’?

Es claro que el Presidente se refirió a la Alta Fructosa, o para ser más precisos en torno a la palabra que confunde, quiso decir ‘edulcorante’, que al final, este ‘lapsus linguae’ no causa tanto daño como sí lo hace el consumo de la alta fructosa…

Claro que hay de ‘lapsus linguae’ a ‘lapsus linguae’… como el que cometió Cuitláhuac García Jiménez en la Ciudad de los 30 Caballeros donde dice Zenyazen Escobar que nació, aunque haya quienes lo recuerdan “chilpayate” allá en Río Blanco…

Pero el asunto es el ‘lapsus linguae’ (error en la articulación al pasar de la idea a las palabras) de Cuitláhuac García, cuando dice que “hay una solicitud muy grande del pueblo veracruzano que es mejorar la inseguridad que está cundiendo en todo el país y en el estado veracruzano…”

Por supuesto, a todos nos queda claro que su intención verbal era otra, pero como ocurre ante los absurdos, mueve a la risa, a la mofa, y lejos de que alguien lance una interrogante como la del amigo que cuestiona qué es ‘adulcerante’, en este caso mueve a adjetivar al sujeto como en su momento ocurrió con Enrique Peña Nieto… aunque en este evento, el de “mejorar la inseguridad”, se presta más a decepción y enojo, cuando en los últimos días, incluso en la gira de López Obrador, la delincuencia no tuvo empacho por lastimar de un modo u otro al tejido social… lo que hace que este ‘lapsus linguae’ raye más en un ‘lapsus brutus’…

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