MÍSTICOS Y TERRENALES: La fiscal se queda porque hace la chamba que Cuitláhuac quiere

  • En la Fiscalía dejan delitos sin registrar
  • En diciembre registraron 13 secuestros y 10 no los incluyeron

Marco Antonio Aguirre Rodríguez

La encargada de la Fiscalía de Veracruz, Verónica Hernández Giadáns, se queda en el puesto porque hace la chamba que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez desea que se realice en esa instancia:

El subregistro de los actos delictivos, para que parezca que la incidencia criminal disminuyó.

Por eso es que a Verónica Hernández no le hacen mella las criticas por ser pariente de una operadora de los Zetas (Guadalupe Hernández, La Jefa), ni el señalamiento de que su hermano tuvo negocios con otra persona ligada a la delincuencia.

El gobernador Cuitláhuac García Jiménez durante su defensa de la encargada de la Fiscalía de Veracruz dijo: “yo me baso en resultados, y la nueva fiscal los ha dado, en los primeros días desmanteló a diez bandas delincuenciales (sic)”.

Pero esos no son los principales resultados que Verónica Hernández ha dado. Su gran triunfo es el ocultamiento de los delitos, para que no se inicien carpetas de investigación y para que no se abulte la estadística.

EL SUBREGISTRO EN EL SECUESTRO.

El secuestro, es un muy buen ejemplo de ello.

La organización “Alto al Secuestro” (que realiza un seguimiento de éste delito en todo el país) documentó que en Veracruz, durante 2019 se realizaron 471 raptos, mientras que la Fiscalía sólo reportó 298 delitos de éste tipo.

173 delitos contra la libertad de las personas, como lo definen en las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública), no fueron conocidos por la Fiscalía de Veracruz.

Esto es que hay un subregistro del 36.73 por ciento de los delitos de éste tipo, tan sólo de los que se conoce que se realizaron en Veracruz.

Un ejemplo, el mes de diciembre, el anotado como en el que menor número de secuestros se dieron en el año, en las cifras oficiales, con 13.

La cantidad es la misma que se anotó en los reportes oficiales para noviembre: 13.

Alto al Secuestro en cambio localizó 18 casos para noviembre y 23 para diciembre.

En noviembre se dejaron fuera de los datos de la Fiscalía de Veracruz 5 casos, pero en diciembre ya fueron 10.

En el mes de diciembre Alto al Secuestro encontró que 3 casos de secuestro cometidos en Veracruz fueron atendidos por autoridades federales. Estos la Fiscalía de Veracruz no los anotó.

Pero además de estos la organización localizó 7 casos más en reportes de prensa, que la Fiscalía no incluyó en sus datos.

Ninguna otra Fiscalía en el país se atrevió a dejar fuera de su conocimiento tantos casos. En Chihuahua, Guanajuato y el Estado de México, excluyeron a 3.

Y tanto los casos atendidos por autoridades federales como los reportados en prensa, debieron ser conocidos por la Fiscalía de Veracruz, porque el secuestro es un delito que se persigue de oficio.

Eso es parte del subregistro de la incidencia delictiva en Veracruz.

Ese es el tipo de trabajo que Verónica Hernández realiza muy bien y por el cual las estadísticas delictivas están a la baja: el excluir hechos delictivos de la apertura de carpetas de investigación.

El gobernador aseguró en defensa de la exfuncionaria de su gobierno que “desmanteló a diez bandas delincuenciales”. No hay evidencia alguna de que hayan hecho esto. Vaya, ni siquiera algún comunicado de prensa que lo avale como simple declaración.

Es más, la eficacia en captura de delincuentes, aún con cifras oficiales, es bastante deplorable.

Tan sólo en datos que la misma Fiscalía reportó, con las 13 víctimas de secuestro reconocidas, sólo se presume la detención de 10 implicados.

Ni siquiera un detenido por caso.

En cambio en el Estado de México, donde aceptan 17 procesos de este tipo, anuncian 34 detenciones. 2 capturados en promedio por cada víctima.

Otro ejemplo de eficacia en la captura de delincuentes es Chiapas, donde se aceptan 3 secuestros y se menciona a 9 detenidos. Tres arrestados por cada víctima.

Así que la captura de delincuentes, tampoco es un trabajo que se esté realizando con mucha eficiencia, además de que muchos de los detenidos al final son puestos en libertad, bien por que no se les acredita culpa o por mala integración de las averiguaciones previas.

VERACRUZ, PRIMER LUGAR EN SECUESTROS EN 2019

Alto al Secuestro anotó que en Veracruz se conoció de 471 privaciones ilegales de la libertad de personas, lo que hizo que el estado sea el que mayor número de secuestros registro en el país el año pasado, muy lejos del estado de México, la segunda entidad con el mayor número de delitos de éste tipo, con 345.

Y Veracruz no tiene punto de comparación con Yucatán, donde sólo se tuvieron 2 casos de secuestro.

Así fue, dos casos, nada más, en todo el año.

Xalapa, es la ciudad donde más secuestros hubo en 2019, con 36 incidentes.

Xalapa es, con éste número, la zona urbana con mayor presencia de éste delito en todo el país.

Xalapa, donde se encuentra la Fiscalía del estado, donde está la sede de la Secretaría de Seguridad Pública.

La segunda zona urbana con más incidencia en secuestro es Iztapalapa, con 35 casos.

Y en tercer sitio, con 28 casos, se amontonan 3 ciudades del estado: Coatzacoalcos, Orizaba y Veracruz.

Vaya, ni siquiera atendiendo a la tasa por cada 100 mil habitantes mejora la situación del secuestro en el estado. El promedio nacional es de 1.83 víctimas por cada 100 mil habitantes

Aquí es de 6.16. Casi 4 veces más.

Así que, eso de decir que en Veracruz la incidencia delictiva va a la baja, sólo ocurre en las cifras oficiales.

Entre los terrenales la percepción sigue siendo que la violencia en Veracruz es muy alta.

UN FRACASO EL PROGRAMA “BORRÓN Y PLACAS NUEVAS”

El programa “Borrón y placas nuevas” del gobierno del estado, ha sido un total fracaso.

La recaudación ha sido baja, muy baja, tanto que anda por el 20 por ciento de lo posible y la expectativa es llegar al 25 por ciento de lo que se podría obtener.

Esto ocurre porque los propietarios de vehículos con adeudos no han acudido a regularizarse en la cantidad esperada, pero también por desorganización de la misma Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan).

En cada oficina de Sefiplan se hacían grandes colas para poder pagar, aún cuando la afluencia era baja. No hubo una logística para atender el flujo que se dio.

Muchos que fueron a pagar, tampoco ya no lo hicieron porque fueron y no pudieron y ya no regresaron. Hacer el tramite requería toda una mañana.

José Luis Lima Franco, el titular de Sefiplan, nunca puso más personal ni equipo, aunque eso hubiera significado mayor recaudación y satisfacción del público.

La visión no le dio para ordenar algo así.

Según datos de la misma Sefiplan, en el estado hay alrededor de 2 millones de vehículos y 800 mil estaban con algún tipo de rezago.

La idea era recaudar 500 millones de pesos, por lo menos, durante los últimos 5 meses del año pasado, pero la cifra no llegaba siquiera a los 300 millones.

Así que decidieron ampliarlo al 31 de enero, pero tampoco alcanzarán la meta inicial, así que ahora lo extienden hasta el 29 de febrero, a ver si ahora si llegan, recibiendo al menos el 25 por ciento de los que tienen adeudos.

Un fracaso por todos lados.

¿Porqué fracasó el programa?.

Porque hubo una mala comunicación del mismo y una terrible estrategia de convencimiento a los propietarios de vehículos, además de la pésima estrategia de atención al contribuyente.

Los grandes místicos del gobierno del estado todavía no encuentran como darle una atención adecuada a los terrenales.

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