Enrique Yasser Pompeyo
La profunda crisis de inseguridad que prevalece en el municipio de Coatzacoalcos ha provocado el cierre de muchos negocios.
De acuerdo con la Iniciativa Privada serían aproximadamente 90 empresas de diferentes giros y tamaños, tanto pequeñas, medianas y grandes.
Por citar algunos ejemplos, han bajado sus cortinas: Mega Soriana, Restaurante California, Coppel, Office Max, Mega Comercial Mexicana, Sport City.
También Restaurante Applebee’s, Deportes Martí, Squalo, Jugos Chapala (el cual fue fundado en 1970), Hotel Playa Varadero (tenía 34 años de servicio) y recientemente Restaurante Toks.
Lo peor es que el presidente municipal morenista, Víctor Manuel Carranza Rosaldo, niega la realidad e insiste en asegurar que los índices delictivos han disminuido y que únicamente se trata de una cuestión de percepción entre los ciudadanos.
Pero si de percepción se trata, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana 2019 (ENSU), realizada por el INEGI, se obtuvo que la población mayor de 18 años que considera inseguro Coatzacoalcos fue del 94.5 por ciento.
Los grupos delincuenciales han sembrado terror en el municipio, por lo que los inversionistas se van para evitar que sean extorsionados o secuestrados.
Desafortunadamente no se observa por parte de los tres niveles de gobierno que haya acciones de prevención y mucho menos trabajo de inteligencia, aunque digan lo contrario.
Mientras las autoridades estatales y municipales continúan con sus discursos, la población de ese municipio se encuentra a merced del hampa.
Coatzacoalcos, poco a poco, se va convirtiendo en un pueblo sin ley.
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