OPINIÓN INTERNACIONAL: El mito de Seattle y la Teoría de Gaia

Por: Aureliano Hernández Palacios Cardel

Fue impactante ver una de las fotografías de la Ciudad de Seattle, con la imagen del “Farmers Market”, uno de los lugares más icónicos y visitados del Noreste de los Estados Unidos, ahora totalmente vacío desde la calle, cual pueblo fantasma, debido a las medidas de “sana distancia” o prácticamente toque de queda en el país vecino. La Ciudad de Seattle, es una ciudad cosmopolita, la vanguardia de Estados Unidos. Renovable, ecológica, bicicletera, gay friendly (hasta alcalde gay ha tenido recientemente), casa de Microsoft, Boing, Amazon, y donde nació Starbucks. Y lo mejor, la cuna del movimiento grunge. Cuando conocí Seattle, en el SAM (Seattle Art Museum) todas las principales salas estaban destinadas a Kurt Cubain; desde performance, hasta instalaciones en video que daba a notar el ambiente progresista de una ciudad, con un museo, que exponía la contracultura del movimiento más contestatario de los últimos años.

El Estado de Washington, donde se encuentra la Ciudad de Seattle, fue el primer estado con un caso detectado de coronavirus, el primer muerto, y el estado que hasta marzo tenía la tasa más alta per cápita  de infectados. Una pequeña ciudad, Kirkland, fue el Wuhan de América, ya que ahí fue donde explotó la pandemia como datos exponenciales. 

Pero eso no es lo que quería contar sobre Seattle, la Ciudad. Aunque si me lo recordó. Quería escribir sobre Seattle, el indio norteamericano que dio lugar al nombre de la Ciudad. Cuando ví la imagen del lugar turístico desierto, me hizo pensar en cómo la Teoría de Gaia, explicaría el cómo la Tierra, considerado un ser vivo, se autorregularía como cualquier cuerpo viviente, expulsando a sus virus a través de una pelea de glóbulos blancos. O produciendo tos, para sacar los virus a través de las mucosas. Dicha teoría, fue impulsada por científicos que colaboraron con la NASA para los estudios de las posibilidades de vida en Marte. 

El supuesto principal es que la Tierra es un macroorganismo, autorregulado. Los mismos átomos, microorganismos, seres vivos, existimos y coexistimos en una simbiosis. A diferencia de Marte, la Tierra logró a través de las condiciones únicas de gases y compuestos, crear vida y a través de sus microrganismos y organismos mayores, han logrado mantener un equilibrio a lo largo de millones de años. Las versiones más extremas de la teoría dicen que, precisamente la tierra expulsará a los agentes patógenos que le hacen daño, en este caso el hombre. La teoría Gaia se llamó así por ser el nombre de la diosa griega de la Tierra. 

Aprendí la teoría de Gaia en un curso de humanidades que tomé en la Universidad de las Américas. Ahí mismo leí la carta de un jefe indio dirigida a un presidente de Estados Unidos donde daba el discurso más penetrante que he leído sobre ecología. En él, el jefe indio le increpa al Presidente el porqué el hombre blanco quería comprarle sus tierras y mandar a su pueblo a reservaciones. En resumen le dice qué,  bajo amenazas, lo más seguro es que aceptaran, pero le expone el porqué para los nativos americanos era más importante la tierra: Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada puñado de arena de las playa….¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra?…. Los ríos son nuestros hermanos, sacian nuestra sed. Los ríos cargan nuestras canoas y alimentan a nuestros niños……No hay un lugar quieto en las ciudades del hombre blanco….

¿Qué resta de la vida si un hombre no puede oír el llorar solitario de un ave o el croar nocturno de las ranas alrededor de un lago?. Yo soy un hombre piel roja y no comprendo…..¿Qué ha sucedido con el bosque espeso? Desapareció…….¿Qué ha sucedido con el águila? Desapareció….La vida ha terminado. Ahora empieza la supervivencia.

Resulta que el texto que me enseñaron en la Universidad, era falso. Se hizo como guión para una película. El indio al que se le atribuye la carta es Seattle, uno de los jefes de las naciones nativas americanas más acusado de traidor a su raza y colaboracionista con los colonos estadounidenses. Al parecer, la historia de la carta está basada en un también supuesto discurso que dio el jefe ante Isaak Stevens, el gobernador del estado de Washington, quien llega a gobernador por haber apoyado la campaña del presidente Pierce, quien lo premió con cargo político y se encargó de tratar con mano dura a todas las naciones amerindias del noroeste. Seattle al ser el indio conciliador, convertido al catolicismo, los blancos lo premiaron con darle el nombre de la principal ciudad del noroeste. 

Las historias al parecer desconectadas nos muestran el panorama de un mundo donde la naturaleza se cobra el abuso del ser humano. Vemos como un texto falso tiene más impacto en la memoria y conciencia del ser humano. Que estos textos ahora reinvindicados por los ecologistas, tuvieron al parecer sus orígenes en un indio que estaba mas preocupado por sobrevivir ante un funcionario del ejército que había llegado por favores políticos. Y vemos también  una teoría llamada Gaia, donde la interconexión de las cosas dan como resultado el florecimiento de la vida o la extinción de agentes patógenos. Todo esto viene a mi mente al ver una imagen de la Ciudad, no del Indio, Seattle, fantasmagórica, sin agentes patógenos. 

Aureliano Hernández Palacios Cardel 
Economista con maestría en políticas públicas, ha sido administrador público en diversos cargos gubernamentales y actualmente colabora en la Auditoría Superior de la Federación. 
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