ES LA ESTRATEGIA: El futuro de MORENA, ¿lejos de AMLO?

Por Rodrigo López San Martín

Hace unos días, el presidente nacional de #Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, presentó una propuesta para que el #INEGI adquiera nuevas atribuciones, para muchos excesivas, en la medición de la riqueza en #México.

En menos de 24 horas, esta iniciativa dejó en evidencia la división en MORENA. El coordinador de los #Senadores del partido, Ricardo Monreal A., la desestimó inmediatamente. El líder de la bancada en la Cámara de #Diputados, de la que #RamírezCuellar fue parte hasta hace unas semanas, se resistió a hacerla propia. Finalmente, el presidente Andrés Manuel López Obrador la descalificó, enterró y condenó al anecdotario de las ocurrencias.

Pero detrás de esta negativa podría haber algo mucho más profundo en la relación de #AMLO con su partido, que viene deteriorándose desde tiempo atrás. Ya son varias las ocasiones en las que ha marcado una clara distancia con el partido que construyó, dirigió y arropó hasta llegar a la presidencia de la #República.

Hace unos meses, en medio de la disputa por la dirigencia del partido que llevó a Ramírez Cuellar a su cargo, AMLO llamó a bajar el nivel de confrontación, amenazando con separarse del partido e incluso pedir que le cambien el nombre, para que no se le identifique con él, si los golpes bajos continuaban. No sólo continuaron, sino que aumentaron.

Para leer correctamente estos posicionamientos, hay que entender a AMLO. En su trayectoria, los partidos han sido membretes que son útiles para competir en procesos electorales que le permitan alcanzar sus verdaderos objetivos. Son un medio, no un fin. La vida interna #partidista es un mal necesario que sortear. Nada más.

Cuando, tras el conflicto postelectoral de 2006 la dirigencia del #PRD quedó en manos de sus adversarios, no tuvo empacho en desmarcarse públicamente del partido que había dirigido y hacer campaña abiertamente en favor del #PT y #MovimientoCiudadano para las elecciones de 2009.

Después, en #2012, dio por terminada esa licencia y regresó al PRD como candidato presidencial, sólo para volver a irse tras la derrota y constituir, formalmente, Morena como partido político.

En su vida política, las elecciones de 2021 serán, probablemente, la última vez que AMLO requiera de los partidos políticos para empujar su proyecto. Alcanzar la mayoría en la #CámaradeDiputados es clave para él.

Pero no por eso debe pensarse que el presidente está anclado a #Morena. Mucho menos en la actual situación de conflicto, donde cada día es más común ver a gobernadores emanados del partido ser críticos frontales de funcionarios federales, como los gobernadores de Puebla, Miguel Barbosa, o de Baja California, Jaime Bonilla Valdez.

Por eso, desde el año pasado corren, paralelamente, dos estrategias: impulsar la creación de nuevos partidos políticos y abrir la #CuartaTransformación a nuevos aliados.

Dejando de lado a #MéxicoLibre del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, el resto de las organizaciones en camino a constituirse como partidos hacia #2021 tienen abiertos vínculos con la #4T y la figura de AMLO. Desde la resurrección del #PES y el #PANAL, hasta las Redes Sociales Progresistas, de #ElbaEstherGordillo; pasando por #FuerzaSocialporMéxico del senador suplente de Morena, Pedro Haces, cercanísimo a Ricardo Monreal. Lo mismo la organización Súmate, del exdirigente nacional del #PAN, reivindicado por AMLO, #ManuelEspino.

A estos nuevos jugadores, hay que agregar al eterno aliado #PT y al siempre disponible Partido Verde.

Por eso, mientras en Morena las disputas sigan subiendo de tono, es cada vez más probable que el presidente eche mano de este gran abanico de opciones para constituir su anhelada mayoría. E incluso, que prefiera que esta no se alcance con un solo partido, para mantener equilibrio entre los diferentes jugadores donde el único denominador común es él.

Después de 2021, habrá que ver qué grupo se impone al mando de Morena y como se relacionan con AMLO. Porque tampoco puede descartarse un escenario de ruptura, donde, en 2024, veamos más de un candidato presidencial en la boleta emanado de la 4T.