Cierran locatarios del mercado La Rotonda ante ambulantaje y falta de apoyo del ayuntamiento

• 25% de los comerciantes han tenido que irse, por las bajas ventas: Jiménez Lagunes

Por los efectos de la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19, el ambulantaje  y el nulo apoyo de las autoridades municipales, los 148 locatarios del mercado Adolfo Ruiz Cortines, mejor conocido como La Rotonda, de esta capital, enfrentan serios problemas de subsistencia, al grado tal que muchos de ellos han tenido que cerrar sus locales. 

A decir de Antonio Jiménez Lagunes, representante de los locatarios de dicho centro de abasto, entre los agremiados hay mucha inquietud “porque más y más locales pudieran cerrar por la disminución de las ventas; esto a las autoridades municipales del ramo al parecer no les interesa”. 

Explicó que, por la falta de un programa de reactivación económica, los locatarios han ido cerrando poco a pocos sus comercios y los que están operando, en su mayoría dedicados a la venta de alimentos, son pocos los comensales que tienen. A la fecha casi un 25% ya bajó sus cortinas. 

El dirigente de los locatarios del mercado La Rotonda, expresó que uno de los problemas que enfrentan es que no dejan estacionarse en los alrededores de este centro de abasto por parte de los agentes de Transito y Seguridad Vial, ya que, de hacerlo, son levantadas sus unidades vehiculares por la grúa, lo cual ya es una práctica común de ellos, y en lugar de incentivar a la gente a comprar, por esta situación, prefiere no hacerlo. 

Por otro lado, dijo que se ha solapado mucho el ambulantaje, desconociendo los motivos por los cuales lo hacen las autoridades correspondientes, afectando con ello a los comerciantes formales “los que pagamos impuestos y servicios, y todo, tengan un crecimiento económico, se solapa más al ambulantaje o al comercio informal”, añadió. 

Expresó que se ha denunciado en infinidad de ocasiones este problema, y las autoridades no hacen nada, solo dicen: lo vamos a hacer, ya mandamos, pero la realidad es otra, completamente distinta, al grado tal que se han dado casos que negocios que estaban establecidos en los alrededores del mercado, ahora ya se encuentran en la informalidad, sin pagar impuestos ni servicios públicos.