Hijo de tigre… No es pintito / Rodolfo Herrera

 

 

Antes del año 1986, la ciudad de Veracruz se encontraba estancada hasta que el alcalde priísta Gerardo Poo Ulibarri en su trienio 1986-1988 se convirtió en la administración que dio paso a la modernidad, el desarrollo urbano y la eficiencia en los servicios municipales.

20 años después, en el trienio 1998-2000, otro alcalde, el panista Francisco Juan Ávila camberos dejaría a la ciudadanía una profunda muestra de gobierno eficiente en el uso y aplicación de los recursos públicos y el combate a la corrupción.

Escribir     Los dos ejemplos anteriores solo servirían para el anecdotario, de no ser porque el primero de los casos sirvió para impulsar la candidatura del actual alcalde de Veracruz Ramón Poo Gil, quien llegó a la presidencia municipal del primer puerto de México bajo la idea de que esta pudiera ser una administración tan eficiente como la de su padre Gerardo Poo Ulibarri. Desafortunadamente, todo indica que no será así.

Pero para que le vayamos entendiendo mejor qué le parece si desmenuzamos el asunto y juntos lo analizamos?

Pues bien, luego de los dos trienios priistas anteriores, que para gusto de todos los que vivimos en esta ciudad fueron los peores que haya habido en la historia se Veracruz, el PRI venía de perder la diputación federal con Ángela Perera y se antojaba que el PAN tenía todas las de ganar la alcaldía.

Pero no fue así, porque como el juicio popular bien lo sabe hubo mano negra y el PAN sufrió la salida de uno de sus pilares electorales, el ex regidor, ex diputado local, ex diputado federal y hoy 3 veces candidato a la alcaldía Julio Saldaña Morán abandonó las filas del blanquiazul y se estrenó como candidato a la alcaldía de Veracruz por el PRD.

La salida de Julio Saldaña del PAN  y su campaña en el PRD de 80 millones de pesos, según dicen los que saben evaluar al tanteo, enflacó al PAN al grado que este quedó herido y no se pudo reponer.

O sea, que a quien se le ocurrió meter y financiar a Julio Saldaña como candidato del PRD hizo la jugada maestra para dividir votos para que el PRI con un candidato sin fuerza y un partido debilitado pudiera caminar solo hacia la victoria, como finalmente sucedió. Veamos los resultados para que nadie nos lo platique, a las primeras 24 horas de instalarse el programa de resultados electorales preliminares del Instituto Electorales veracruzano, los números quedaron así:

 

34,795      PRI      Ramón Poo Gil.

24,915      PAN    Rafael Acosta Croda

20,677      PRD     Julio Saldaña Morán

 

O sea, que si el PAN no se hubiera dividido y sumamos los votos de los panistas Julio Saldaña Morán y Rafael Acosta croda, el resultado hubiera sido abrumador, de 45,592 votos contra 34,795 del PRI.

Si no lo hubieran ayudado a ganar, Ramón Poo no hubiera tenido la mínima oportunidad de ser alcalde de Veracruz.

Pero la historia mis queridos amigos no está a antojo ni gusto de nadie, la historia es como está y en estos momentos Ramón Poo llega a tomar posesión como alcalde debilitado y presionado por los diversos grupos que tienen intereses y, que tienen a su parasitología incrustada allí en el municipio succionado el presupuesto de la ciudad.

Por eso amigos, los pocos votos que Ramón Poo pudo rescatar como persona se los debe a la buena imagen que como alcalde dejó su padre, el empresario Gerardo Pooo Ulibarri, hoy presidente del patronato de la Cruz Roja y para mi gusto, quien está transformando a la benemérita institución en sus mejores etapas, dicho en otras palabras, el hombre es eficiente y punto.

Pero no sucede lo mismo con el vástago que al entrar al cuarto mes de la administración nos queda claro que no es la mínima parte de la eficiencia que su padre representó, por eso, el hijo del tigre, no necesariamente es pintito ¿verdad?

Ahora bien, qué les parece si hacemos un pequeño recorrido por el ayuntamiento para que veamos cómo están las cosas.

A diferencia de su padre que combatió afanosamente el ambulantaje y logró sacarlo del centro de la ciudad, hoy en día el comercio informal está creciendo a pasos acelerados, al grado de que los líderes como Julieta Domínguez Vázquez “Doña Chela”, la misma que debe 3 millones de pesos a las arcas de su sindicato, colocó el pasado fin de semana nuevos puestos en la esquina de González Pagés y Cañonero Tampico, obstaculizando la vialidad sin que la autoridad municipal haga algo por evitarlo.

Con lo que respecta al carnaval 2014, todos los veracruzanos pudieron ver que se trató de un verdadero desastre, malo y de pésima calidad, bajo la sombra de la corrupción y con esos míseros resultados, el alcalde Ramón Poo Gil dijo que el carnaval había tenido un millón 600 mil pesos de ganancias. Eso quiere decir que José Salvatori Bronca, a quien ya conocíamos desde hace diez años por sus pésimos carnavales, seguirá al frente del comité garantizándonos que el año entrante todo seguirá igual. Digo, eso es lo mismo que premiar la ineficiencia, ¿O qué le faltará valor al alcalde para destituirlo de inmediato por incapaz? Vuelvo a repetir, si alguna deuda de campaña le debíamos, creo que ya se la pagamos.

A tres meses del inicio de su administración, toda la obra pública se reduce a trabajitos de mantenimiento, pintura, bacheo, pero las grandes obras, pavimentación, drenaje, alumbrado y reordenamiento público, siguen pendientes.

Fueron demasiadas las expectativas levantadas hacia esta administración y al paso de los días vemos a un Ramón Poo Gil sin iniciativa y a merced de todos los grupos políticos del PRI enquistados allí.

Mire Usted, todos los priistas que desean ser diputados o alcaldes tienen gente metida en el ayuntamiento, como es el caso de Anilú Ingram, Carolina Gudiño, Tonatiuh Pola, Marlon Ramírez, y hasta los líderes de colonias.

¿Cree usted que con esa gente Ramón Poo va a poder gobernar?

A quién cree usted que esa gente le deba lealtad. ¿A Ramón Poo? o ¿A sus liderazgos?

Se trata de cuatro años de la vida y los intereses de todos los ciudadanos. ¿No cree que el alcalde debería de sacudirse a esa gente?

Digo, ha habido casos de alcaldes que se vuelven independientes para poder sacudirse a toda esa menudencia.

De querer dejar una huella de honestidad y eficiencia entre los veracruzanos, esa sería una opción ¿No cree?

Nos leemos mañana.

 

 

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