Infraestructura y reformas estructurales (I) / Lino Perea Flores

Según el Boston Consulting Group (BCG), nuestro país tiene costos en manufactura que son más competitivos que China, por lo que México se ha convertido en una de las plataformas más atractivas del mundo para la inversión, debido principalmente a que México ha mejorado sus costos de producción en la última década de forma muy importante. Esto necesariamente es contrario a los señalamientos y a los juicios de valor que normalmente escuchamos de algunos analistas, en el sentido de que estamos perdiendo competitividad en el mundo, lo que ha sido respaldado con datos estadísticos que nos ponen por debajo de Chile, Perú, Brasil y otros países latinoamericanos y de otras latitudes. Sin embargo, es menester destacar que en este espacio, solo estamos hablando del sector manufacturero y no de la economía en general, donde los salarios son estables en el sector y mejores en el promedio nacional, con un crecimiento económico moderado pero estable, con mayores niveles de productividad y con menores precios en los energéticos.

De todas formas para nuestro país no pueden ser más que buenas noticias, ya que el sector manufacturero en el análisis de referencia, se incluye a los 25 países con mayores ventas al exterior, que abarcan el 90% de las exportaciones del sector, pero debido a que actualmente es el sector externo el que contribuye con cerca del 65% del PIB de México, podemos deducir que es un factor de cambio y promotor del desarrollo del país. Entre 2004 y 2014, los salarios de la industria manufacturera de México aumentaron un 67%, mientras que en el entorno global se incrementaron un 71%; asimismo, la productividad manufacturera en México se ha incrementado en un 57%, mientras que en los 25 mayores exportadores del mundo solo se ha incrementado en un 27%; por otro lado, los costos del gas natural han bajado en México en un 37% en promedio, mientras que en otras partes del mundo han aumentado hasta en un 98%, a estos costos de producción hay que sumarles los costos de la electricidad que subieron en una década un55%, mientras que los de los 25 mayores exportadores subieron 75%.

Todo ello contribuye a un entorno de privilegio internacional de la economía mexicana, por lo que el reto para nuestro país es sacar de la pobreza extrema a una parte significativa de nuestra población; sin embargo conviene enfatizar, que las actuales condiciones económicas, contrariamente a lo que se dice cotidianamente, son idóneas para que vía nuevas inversiones masivas, se creen las fuentes de trabajo que mejorarán los niveles de vida de todos los mexicanos. Siempre hemos insistido en la fortaleza de nuestro país como potencia intermedia.

 Esto se comprueba con el hecho de que en el concierto internacional ahora siempre se destaque a México como un país con una posición geográfica envidiable, con recursos naturales envidiables, con litorales, energéticos, remesas, turismo, biodiversidad, agua, flora, fauna, ganadería, pesca, minería y muchos otros, que se suman a la particularidad de tener acuerdos comerciales con la mayoría de los principales países del mundo, que formamos parte del mercado común trilateral más poderoso del mundo, pero sobretodo un cambio de paradigma en su modelo económico y social, con las nuevas reformas estructurales, que sin lugar a dudas colocarán a México entre las diez primeras economías del mundo, para finales de esta década.

Es evidente que el nuevo Programa Nacional de Infraestructura 2014-2018, el Plan Nacional de Gasoductos y el impulso a las fuentes no tradicionales de  energía o “energía limpia”, la necesidad de la creación de una Coordinación Nacional de Infraestructura con una vigilancia estricta en los tiempos de ejecución, calidad y costos competitivos. La inversión en infraestructura en el sector energético será del 50% de la inversión total, con una participación importante de la iniciativa privada, le sigue la inversión en desarrollo urbano y vivienda, viniendo en tercer término la inversión en obras en comunicaciones y transportes. Como sectores con inversiones relevantes se tienen también las inversiones hidráulicas, en turismo y salud, ocupando el cuarto, quinto y sexto lugar respectivamente.

De acuerdo a este entorno, es importante destacar que las reformas estructurales son muy importantes para apoyar el despegue económico de México, ya que son el marco de referencia jurídico sobre el que se va establecer el nuevo desarrollo del país, que comenzará a tener resultados tangibles desde el primer año a partir de que se aprueben dichas reformas en términos de inversiones y empleos, con impactos positivos en la población de México, a finales de su segundo año de implantación. Si no al tiempo.

Comentarios:   perealino@yahoo.com.mx  (*) Maestro en Ciencias y Doctor en Economía por la London School of Economics and Political Science, de la Universidad de Brunel y la Universidad de Londres, Inglaterra.