México, peligroso para el periodismo… / Rodolfo Herrera

Mañana habrá de cumplirse un año más del “Día de la Libertad de Expresión” y mientras los gobiernos federal, estatal y municipal  habrán de unirse a esa incongruente celebración, organizaciones internacionales de protección a periodistas indican que México se ubica entre los 7 países más inseguros del mundo; lamentablemente Veracruz resalta con la lamentable cifra de 15 crímenes desde el año 2000 y 10 de ellos durante la actual administración estatal.

 Escribir    Falsos reconocimientos, palabras de mutuo afecto, rifas, comelitonas y al final la entrevista de sumiso agradecimiento serán el marco de la celebración organizada desde el gobierno.

     Las cifras oficiales no serán tema de reflexión, las estadísticas permanecerán guardadas y el recuerdo de los que estuvieron el año anterior será vago.

     Para las organizaciones internacionales de protección a periodistas el caso de México sigue siendo una preocupación, pues en nuestro país los periodistas siguen ejerciendo una profesión con muy alto riesgo.

     El reporte del “Committee to Protect Journalists” fundada en Nueva York en 1981 por corresponsales de todo el mundo para la protección de los periodistas, indica que México se encuentra entre los 7 países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo, tan solo por debajo de países en conflicto como Iraq, Somalia, Filipinas, Sri Lanka, Siria y Afganistán.

     La situación es preocupante pues en América Latina México va a la cabeza con mayor número de casos, por encima de países con casos de violencia extrema como Venezuela, y Colombia.

     En México la cifra parece aumentar, pues del año 2000 a la fecha la cifra de muertos supera los 80 y hace justamente cuatro días se anunció el más reciente crimen del periodista Jorge Torres Palacios en el estado de Guerrero, lo que ya generó una recomendación de la Organización de las Naciones Unidas.

     La organización “Artículo 19” especializada en el mismo tema, informó que el 66 por ciento de las agresiones a periodistas con 330 casos, fueron cometidas, planeadas y ejecutadas por funcionarios públicos, lo que habla de que quienes ejercen el poder o están inmiscuidos en la política se sienten seguros al momento de tomar la decisión de acallar a la prensa.

     Para el 7 de junio, la ONU emitió una serie de recomendaciones al estado mexicano sobre los casos de crímenes de periodistas, pero las consecuencias por ejercer la libertad de expresión desde el trabajo periodístico siguen siendo de grave riesgo, pues tras esa intervención internacional los casos se siguieron registrando.

     La Comisión Interamericana de los derechos Humanos, la OIDH, dependiente de la Organización de estados Americanos, la OEA, establece en su artículo décimo tercero que habla de la “Convención Americana sobre Derechos Humanos sobre Libertad de Pensamiento y de Expresión”, la obligación de los gobiernos de américa latina para garantizar esa libertad y en sus tres primeros apartados dice:

1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.

2. El ejercicio del derecho previsto en el inciso precedente no puede estar sujeto a previa censura sino a responsabilidades ulteriores, las que deben estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para asegurar: a. el respeto a los derechos o a la reputación de los demás, o b. la protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral públicas.

3. No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones.

     En todo ese marco y aunque el tema le sigue incomodando a la clase política, Veracruz sigue representando un caso grave pues a principios de este 2014 se registró el secuestro y crimen del periodista Gregorio Jiménez de la Cruz al sur de la entidad y aunque la Procuraduría de Justicia del Estado presentó a varios detenidos, aun sigue a discusión si su muerte estuvo vinculada al ejercicio de su profesión.

     Los políticos de todos los partidos, del PAN, del PRI y del PRD junto con quienes gobiernan, utilizarán el día de mañana para refrendar su apoyo a periodistas y medios de comunicación, en una relación que en esta administración sigue siendo áspera.

     La administración federal a cargo de Enrique Peña Nieto trae a cuestas varias recomendaciones de organismos internacionales incluyendo la ONU, que insisten sobre la inseguridad por ejercer el periodismo en México, el esclarecimiento de los casos y acciones más contundentes para garantizar el libre ejercicio de la profesión, pese a ello no faltará la entrega de premios nacionales de periodismo.

     En la actual administración estatal que encabeza Javier Duarte de Ochoa la relación prensa-gobierno se encuentra en uno de sus peores momentos.

     Los gobiernos municipales como el de Ramón Poo Gil en Veracruz organizan ridículos festejos para la prensa que prefiere la sumisión antes que ejercer la profesión con responsabilidad. En todo caso, sería más noble y loable que Ramón Poo se uniera a ese festejo ejerciendo una administración seria y responsable, lejos de los cortes de listón y poses para la foto.

     En los tres casos, el festejo no prestigia a la prensa, termina por exculpar a quienes deben garantizar el libre ejercicio de la profesión.

     Y todo ello, lamentablemente va en detrimento de una ciudadanía que espera mayor compromiso de parte de ambos.

vivirenelgolfo@gmail.com

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