A la larga lista de inconformidades del sector empresarial por los múltiples problemas que enfrentan en Veracruz, se les une un clamor de los empleadores, la renuncia del Sub Secretario de Desarrollo Económico y Portuario Baruch Barrera Zurita.
Y es que en el primer trimestre del 2014 y tras la serie de cambios dispuestos por el gobernador Javier Duarte de Ochoa, el Presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Xalapa Juan Carlos Estivalet Collinot propuso medir y transparentar la eficiencia de los funcionarios públicos del gobierno estatal.
La propuesta de Estivalet no es un comentario aislado, pues obedece a las reglas fundamentales del sector, donde se paga por obtener servicios, a mayor salario mayor eficiencia. En caso contrario, cualquier empleado que no obedece a estas expectativas simplemente el siguiente paso es la calle.
Si para los empleados, los trabajadores, los obreros, se aplican las condiciones de pago por resultados o costo-beneficio, entonces por qué no aplicarle la misma tabla rasa a los funcionarios. Total, para eso se les paga ¿O no?
A tres meses del comentario de Juan Carlos Estivalet no ha habido reacciones y las inconformidades del sector empresarial aumentaron por diversos motivos que tiene que ver con la asignación de obras, la ausencia de pagos a prestadores y el escaso desarrollo económico en la entidad.
Pero existe una dependencia encargada de mediar entre las inconformidades de los empresarios y la autoridad estatal y esa es la Sub Secretaría de Desarrollo Económico, la SEDECOP, cuyo titular Baruch Barrera Zurita permanece incólume ante la complacencia de su titular Erik Porres Blesa.
En expresión de los empresarios veracruzanos, Baruch barrera Zurita no es un interlocutor confiable y ostenta un cargo que entorpece la comunicación entre el empresariado y el ejecutivo, es más, en el puerto de Veracruz existe la firme convicción de solicitar al jefe del ejecutivo su destitución, esté o no presente en la petición su jefe Erik Porres Blesa.
Es precisamente la oficina de Baruch Barrera la encargada de paliar ese tipo de quejas, pero al Sub Secretario parece no importarle, la bitácora de manifestaciones en todo el estado va en aumento y las expresiones de inconformidad crecen, pero Baruch sigue apasible.
Barrera Zurita conoce perfectamente las expresiones de los empresarios y en consecuencia decidió colgarles el teléfono, en el mejor de los casos poner a una secretaria a que les comente que les regresará la llamada y, en el peor de los casos de plano decidió ignorar quejas que bien pudieran tener solución.
Si los empresarios no encuentran un oído confiable a sus demandas ¿Entonces quien las puede solucionar? ¿Al través de quién se pueden canalizar? O de plano el duartismo tiene a Baruch precisamente para eso, para hacer la especie de muralla donde rebotan los asuntos que el gobierno no quiere solucionar.
Y lo peor del caso es que los temas que intentaron en vano tratar con Baruch Barrera tienen solución.
Baruch Barrera Zurita llegó al gobierno del estado como un renegado más del PAN, donde perdió la posibilidad de ser candidato a la alcaldía de Boca del Río y de ahí se fue al PRI para apoyar abiertamente al entonces candidato Javier Duarte de Ochoa.
A propios y extraños sorprendió el nombramiento de Baruch Barrera en la SEDECOP y al rebasar la primera mitad de la administración, queda en claro que su desempeño no superó las expectativas generadas.
Los empresarios en el puerto de Veracruz tienen un portafolio perfectamente documentado sobre las peticiones que Baruch no quiso escuchar y por consiguiente se han quedado sin resolver.
Aquí valdría la pena retomar la propuesta del Presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Xalapa Juan Carlos Estivalet Collinot, en el sentido en que los funcionarios públicos deberían ser evaluados de acuerdo a su desempeño y eficiencia, aunque de antemano conocemos el resultado del perfil del cual Baruch es propietario y la calificación reprobatoria que le corresponde.
Muy fácil, el resultado de Baruch es el mismo que realizó en las elecciones federales del primero de julio de 2012, difundido ampliamente por medios locales y nacionales que dieron cuenta de su salida del restauran “La Mera Madre” escoltado por la policía naval instruyéndole la causa penal 170/2012, o sea, ni eso pudo consumar.
A tres años de su nombramiento, queda claro que a Veracruz le cuesta mantener funcionarios que no funcionan y si se aplica la ley Estivalet, el funcionario debería ser expulsado por tan pobres resultados.
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