Problemas y fútbol / Martín Quitano Martínez

Nuestras discordias tienen su origen en las dos más copiosas fuentes de calamidad pública: la ignorancia y la debilidad.

Simón Bolívar(1783-1830)

El bombardeo del fútbol mundialista que inunda los medios masivos de comunicación es ideal para distraer la atención sobre las contradicciones discursivas de los políticos entre el dicho y el hecho, las que aunque son cada vez mayores, son menos vistas dadas las imágenes permanentes de los encuentros futbolísticos.

El andar de una sociedad ahora mismo sujeta de los resultados futboleros, mientras que las discusiones públicas son relegadas aún más que siempre por amplísimos sectores que, desde hace mucho han roto o no han tenido vínculos con una clase privada, política y pública que se sirve de sus espacios de poder y decisión para favorecer las condiciones de ineficiencia, corrupción yarbitrariedad que les caracterizan.

El sinuoso camino de la crisis mexicana en el que las responsabilidades de los expoliadores de la riqueza que se genera en el país, quedan en las anécdotas de impunidad donde sin escrúpulo alguno, ellos se regodean en las oportunidades de contar con la debilidad social como garante de la continuidad de sus saqueos.

La algarabía futbolera resulta ser un buen momento para aprobar leyes con menos escrutinio social que el que normalmente se tiene, con más ignorancia de las discusiones de las protestas o argumentos que pudieran darse en contra, acalladas por los gritos y la atención de lo que pasa en Brasil; los tiempos del espectáculo deportivo ganan los titulares al espectáculo de una clase política que se siente y se piensa aún más lejana que el propio territorio brasileño.

El espectáculo de la simulación política ha sentado sus reales y ganado la partida a los comportamientos responsables en los ejercicios públicos. Es uso común de muchos funcionarios y políticos esconder la cara y desfachatadamente insistir en que las cosas están bien y que se camina en el sentido correcto, es de su normalidad entender las graves contradicciones que son realmente existentes como condiciones fortuitas de una vida que según ellos está de lo mejor.

La llegada de los que si sabían cómo gobernar, a un año y medio no ha significado establecer percepciones de mejora, por el contrario, el descontrol social se ha vuelto mayor, el amparo de  las reformas impulsadas como elementos que en el futuro nos darán salidas a problemas añejos y profundos no hasido acompañado de acciones inmediatas de solución de vivencias cotidianas, la inseguridad, la corrupción, la impunidad, las ineficiencias administrativas y muchas otras cosas que nos pesan se profundizan.

El país gobernado mayormente como tienda de raya por capataces del Capital, de las prácticas acaparadoras, de la violencia de un modelo que subordina, que concentra la riqueza, que corrompe y asegura la ilegalidad; los capataces fuete en mano han impedido hasta ahora levantar la cara a muchos, a la mayoría, encorvados millones, cómplices o luchadores contra eso que llaman la moda mexicana nos debatimos en el día a día de las penurias, de la pobreza, de la incertidumbre, en los ayes futboleros, en los gritos mexicanísimos.

Dentro de un mes la resaca futbolera nos llegará y el regreso a una realidad que nunca se había ido.

DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA

La capital veracruzana sin orden, sin rumbo y tal parece sin gobierno municipal, que pena.