Los quistes que le duelen al SAS / Rodolfo Herrera

Mientras las colonias de Boca del Río, Medellín y el puerto de Veracruz siguen padeciendo el caro desabasto de agua potable, al Sistema de Agua y Saneamiento SAS le siguen doliendo males que nadie menciona ni quiere solucionar, como el de estar manteniendo una plantilla de privilegiados y recomendados de todos los partidos, uno de ellos, el líder del sindicato petrolero Roger Manuel Pavón Espinoza, el recomendado al que nadie quiere tocar.

Escribir     La enfermedad que padece el SAS, es un cáncer difícil de extirpar, por un lado el sindicato creció en pocos años de 800 a mil 300 trabajadores y por otro los recomendados y privilegiados de los que nadie habla, pero que todos saben que están allí y que terminan por succionar el presupuesto que deja a la empresa de abasto de agua en serios problemas de operación.

     Quienes han tenido injerencia política en el SAS no han perdido la oportunidad de ejercer su influencia, ninguno de los directores y alcaldes que han pertenecido al órgano de gobierno han dejado de ejercer ese poder.

     Por ejemplo, meses antes de iniciar su administración municipal, el alcalde de Medellín Omar Cruz ya había mandado a su grupo de recomendados para integrarse al área de cajas del SAS, aun sin tener estudios o experiencia en ese cargo, el Director José Ruiz Carmona les dio entrada.

     Fue el propio Ruíz Carmona quien invitó a su mesero preferido de nombre Héctor Hernández quien lo atendía personalmente en el restaurante Vinísimo de Xalapa, al principio solo ocupó un cargo de asistente personal pero en poco tiempo se convirtió en el Gerente de Crédito, y Cobranza, con la suficiente influencia para tomar decisiones importantes, muy por encima de muchos ejecutivos del SAS.

     Otro caso es el de Hugo Molina, cuñado del entonces alcalde panista de Veracruz Julen Rementería, Molina ocupó el cargo de Gerente de Compras y Almacén por varios trienios, siempre al amparo del influyente familiar que lo mantuvo bajo buen resguardo.

     El caso más comentado por usuarios y empleados del SAS es el del Director Comercial Roger Manuel Pavón Espinoza quien apenas dedica unas cuantas horas para atender su trabajo en el sistema de agua, precisamente en unas de las áreas que mayor conflicto han presentado, en el rubro financiero que se encuentra totalmente quebrantado.

     Desde hace más de diez años, Roger Manuel Pavón Espinoza, aun siendo Secretario General del Sindicato Petrolero sección 9 con sede en el puerto de Veracruz, buscó colocarse en el SAS y lo logró, pero no en un cargo cualquiera, sino como flamante Director de Comercialización.

     Los alcaldes de Medellín, Boca del Río y Veracruz, los tres municipios conurbados que competen al SAS y que forman parte del órgano de gobierno, en sus informes han pasado por alto las constantes ausencias de Roger Manuel Pavón Espinoza en el SAS, quien tiene a su cargo 5 importantes gerencias en áreas vitales para el sistema como Comercialización, Contratos, Cobranza, Operación y Sistemas, con las cuales opera casi en su totalidad la empresa.

     Mientras alterna sus varios empleos a costa del erario público, el líder petrolero Roger Manuel Pavón se da tiempo para atender “Sicotsa”, empresa a nombre de Jorge Luis Villalobos, que con una decena de camionetas Van de transporte de personal mantiene un jugoso contrato con la paraestatal Petróleos Mexicanos, contrato que es autorizado por el líder petrolero en turno, o sea, por el propio Roger.

     De la misma forma, obtuvo contratos de obra pública en la pasada administración municipal de Veracruz y en el municipio de Cotaxtla, donde su tesorero resultó ser Presidente Municipal.

     Roger Manuel Pavón Espinoza le cuesta al SAS un salario de 70 mil pesos mensuales, 50 días de aguinaldo y 4 mil 800 pesos en vales de despensa, situación tan grave que debe tener muy preocupados a los presidentes municipales de los tres municipios, pues el encargado de las finanzas y comercialización de la empresa ni está especializado en el tema ni tiene tiempo para atender el organismo y, al parecer, ni el titular del SAS José Tello Allende tiene facultades para destituirlo, esa decisión debe consultarla en Xalapa.

     Y aquí nuevamente la pregunta, ¿Por qué los veracruzanos tienen qué padecer este tipo de abusos de autoridad? ¿Por qué el tráfico de influencias favoreciendo a una sola persona, cuando hay demasiados profesionales en la calle que pudieran mostrar verdadero compromiso para hacer crecer al SAS? ¿Por qué le tiene que costar a los pueblos de Veracruz, Boca del Río y Medellín?

     Digo, si alguien quiere beneficiarlo pues que le pague de su bolsa ¿No? Pero pagarle del bolsillo de los veracruzanos es un verdadero abuso, un golpe bajo a la clase trabajadora que no goza de esos privilegios.

     Hasta el momento el discurso de los alcaldes que integran el órgano de gobierno se ha basado en el quebranto financiero, pero el tema de los altos ejecutivos, asesores y recomendados en el SAS sigue pendiente.

     Mientras los ciudadanos padecen cada día problemas de drenaje, desabasto del vital líquido y solo efectividad en la cobranza, el cáncer que tiene invadido al SAS le ha causado una metástasis difícil de erradicar.

     La prueba de fuego para los alcaldes no es quién gana en el discurso, o quien consigue el mejoral para paliar esa enfermedad, sino quien tiene los suficientes tamaños para meter orden y acabar en definitiva con el mal.

     Nadie puede creer que el SAS va a mejorar mientras presupuestívoros como Roger Manuel Pavón Espinoza sigan enquistados allí, chupando la sangre al sistema, succionando lo poco que queda.

Vivirenelgolfo@gmail.com

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