Solución michoacana: Mireles a la cárcel y La Tuta / Mario Javier Sánchez de la Torre

A más de un año y meses que la sufrida población del Estado de Michoacán ha venido padeciendo no solamente la inseguridad que ha provocado la no intervención de sus corruptas autoridades estatales de seguridad pública, así como también la omisión de las federales de la misma área, además de la inestabilidad de su cómplice gobierno estatal con el crimen organizado, la situación del Estado en lugar de mejorar ha caído en un estado de gran confusión.

mario-javier3-150x150    Como se recordará el gobierno federal se percató de la existencia de los delincuentes autollamados Caballeros Templarios hasta un año después de su aparición. Tiempo durante el cual las michoacanas y michoacanos de todas las edades sufrieron todo tipo de vejaciones y crímenes, acciones que obligaron a la población civil a organizarse para defenderse de los delincuentes, pues las autoridades correspondientes no lo hacían, lo que provocó el nacimiento de los grupos de la sociedad civil llamados autodefensas.

    Organizaciones de mujeres y hombres armados que no formaban parte de ninguna agrupación, solamente eran los integrantes de la sociedad civil de Michoacán, que tuvieron que defender sus vidas y sus propiedades ante la falta de apoyo a su seguridad por las autoridades del Gobierno del Estado y de la República. Que aparecen al margen de la ley operando en la misma situación, pero con el fin totalmente lícito de defender la vida y patrimonio de sus familias. Porque tanto el gobierno de Michoacán como el Federal no lo hicieron en su momento.

    La llegada a la entidad del que operó desde ese entonces como gobernador pero que fue presentado por el Gobierno Federal con el título de Comisionado,  Alfredo Castillo, dio a entender que la administración de Peña Nieto tenía la intención de tomar al toro por los cuernos y entrar de lleno a resolver el álgido problema. Pero lamentablemente con el paso del tiempo todas las acciones que se llevaron a cabo en esas tierras, parte de esta hermosa pero muy mancillada República Mexicana, han demostrado lo contrario.

Pues el joven amigo del Presidente de la República, además de no conocer de cerca la situación que se venía viviendo en Michoacán, tampoco tenía experiencia en el área y mucho menos en el manejo de esas difíciles negociaciones, tanto con la sociedad civil, como con la delincuencia organizada. Pues quiérase aceptar o no por parte del gobierno federal y estatal, el joven Castillo tuvo que negociar con ambos grupos.

    Dando un aval a los avances obtenidos por el Comisionado de la Presidencia de la República, el secretario de Gobernación, el señor Chong también ha visitado la entidad y como acostumbra, ha hecho sus declaraciones triunfalistas, de que toda va bien y se está solucionando, recuérdese a manera de ejemplo lo que manifestó en su última visita a Veracruz, cuando califico a la entidad como la más segura del país. Declaración que coincidió lamentablemente con la desaparición del compañero reportero de Coatzacoalcos y al secuestro del joven cantante del programa La Voz  México, entre otras.

    Y el viernes pasado la noticia fue que el doctor Manuel Mireles uno de los primeros líderes de los primeros grupos de autodefensas que surgieron en Michoacán, por segunda vez es detenido. El motivo según parece es que no obedeció el convenio que se hizo con el Comisionado Alfredo Castillo de que todo civil que portara armas sería detenido. Ya que la “solución” única que encontró el Gobierno Federal para el convulsionado Estado de Michoacán fue el convertir a los grupos de autodefensas en las ilegalmente llamadas Fuerzas Rurales. Y los que no aceptaban esta condición tenían que desarmarse, en otras palabras entregar sus armas al Ejercito Mexicano y así quedar a merced de los Caballeros Templarios, los cuales aún existen.

    Y la pregunta es ¿Por qué si las autodefensas sí hicieron correr a los templarios ahora los alinean al Ejercito o los desarman? La respuesta tiene su lógica. Durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa el priismo nacional lo acusó de proteger a El Chapo Guzmán. Ahora, todo parece indicar que la presente administración está protegiendo a los Caballeros Templarios, pues por una parte, se tardó más de un año en darse cuenta que estaban operando en Michoacán y ahora desaparecen a los grupos de autodefensas alineándolos al Ejercito o desarmándolos y los que no lo aceptan los detienen como el caso del doctor Manuel Mireles y al líder de los Templarios que podemos ver por todas partes en videos presentados en noticiarios de televisión nacional, tanto las fuerzas estatales y federales no lo encuentran. Pero los reporteros sí. Y lo más grave de todo este asunto, según recuerdo y seguramente también usted estimado lector, que el enemigo a vencer en Michoacán eran los Caballeros Templarios y ahora el único detenido es el líder de los autodefensas el doctor Mirelse  y ¿La Tuta? Señor Peña Nieto.

Hasta el miércoles.

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