Un rebelde y contumaz (tancho*) / Jesús J. Castañeda Nevárez

jjcastaneda55@gmail.com

Tenemos una historia llena de eventos que ocasionan el orgullo y exaltación de sus actores; algunos personajes muy lejanos y otros muy cercanos, como es el caso de José Miguel Ramón Adaucto Fernández Félix, quien nació en Durango pero vivió y murió en Veracruz, donde realizó muchas de sus peleas como parte de un movimiento social que luchó en contra del gobierno.

ESCRITORUna de sus formas de lucha fue la guerra de guerrillas, con ataques breves pero fulminantes, que le permitieron tomar el control del Puente del Rey, hoy Puente Nacional; un lugar estratégico porque conectaba Xalapa con el puerto de Veracruz; donde enfrentó a las tropas realistas, siendo obligado a retirarse a Nautla, donde tomó el control de Boquilla de Piedras, un lugar situado entre Túxpan y Veracruz, donde fue alcanzado nuevamente por el ejército realista, quien recuperó la plaza y lo obligó a huir.

Se incorporó a un grupo de insurgentes, (no la avenida de la zona rosa, ni la estación del metro del DF), rebeldes, insurrectos, revoltosos, sediciosos, que representaban la desobediencia civil y la resistencia armada en contra del gobierno, haciendo de Naolinco su campo de operaciones, desde donde dominaron la zona de Misantla, Puente Nacional y Huatusco. Organizó un gobierno en el territorio que dominaba, fijó impuestos para el sostenimiento de la guerra, nombró jueces y las condiciones para la creación de una fuerza marítima. Logró asediar y aislar las ciudades de Córdoba, Orizaba y Jalapa.

Hubo muchos triunfos pero también están las derrotas al grupo de José Miguel Ramón Adaucto Fernández Félix, quien fue abandonado por sus hombres y tuvo que enfrentar una intensa persecución del gobierno; escondido en la selva, alimentándose de hierbas, frutos y animales que cazaba, todo por negarse a aceptar el indulto del virrey, condicionado a deponer las armas y someterse a su autoridad.

Reapareció en 1821 para apoyar el Plan de Iguala, suscrito entre Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero. Cuando en 1823 Iturbide abdicó y marchó al exilio, José Miguel Ramón Adaucto formó parte del Supremo Poder Ejecutivo. Un año después se sancionó el Acta Constitutiva de la Federación (Constitución de 1824) y fue electo como el Primer Presidente de México con el nombre de Guadalupe Victoria.

Este es un personaje que exalta la historia, aunque en su momento debió ser considerado como un delincuente perseguido por la autoridad. Nunca lo tuvieron a modo, porque si así hubiera sido, le habrían metido a la cárcel acusado de violación a la ley federal de armas de fuego y explosivos; posesión ilegal de armas de uso exclusivo del ejército, posesión de drogas, posesión de coraje y frustración; posesión de cuantas cosas hubieran sido posibles con tal de justificar ampliamente su detención.

Lo habrían exhibido públicamente y lo habrían rapado como una forma de despojarlo de esa buena imagen que la sociedad de ese tiempo seguramente tendría de ese hombre que actuaba en defensa de su gente y enfrentaba a un gobierno carente de justicia.

Las instancias de procuración de justicia de ese entonces habrían preparado con mucho cuidado todo un expediente delictivo plagado de todos los ilícitos posibles, desde la quema de los pies de Cuauhtémoc, hasta el pénalty del juego México – Holanda y la lesión de Neymar.

Pero como no lo pudieron atrapar, Guadalupe Victoria siguió luchando hasta conseguir el reconocimiento de la independencia de México ante el mundo entero, terminando sus días en la Fortaleza de San Carlos en Perote, Ver., donde recibió atención médica por un problema de salud. Allí murió el 21 de marzo de 1843 y allí mismo fue sepultado. Ironías de la vida, finalmente quedó en un lugar que en tiempos recientes representó una de las prisiones más emblemáticas de México. Cómo terminará la nueva historia?.

* En el Diccionario de la real academia tuxpeña.- Tancho: Necio, obcecado y persistente.

Be the first to comment on "Un rebelde y contumaz (tancho*) / Jesús J. Castañeda Nevárez"

Leave a comment

Your email address will not be published.


*