El IPE / Mario Javier Sánchez de la Torre

Ya en varias ocasiones en este espacio hemos abordado el interesante y penoso tema del Instituto de Pensiones del Estado, mejor conocido en el medio burocrático y político veracruzano como el IPE. Institución que desde su fundación tuvo objetivos totalmente nobles y positivos, pero que al paso del tiempo y con la ayuda de servidores públicos corruptos, de los cuales esta entidad desgraciadamente no se ha sido la excepción en el país, lo han llevado a ser una dependencia que en forma muy precaria ha podido cumplir con los objetivos para los que fue creada.

mario-javier3-150x150    Lo citado no es privativo de una sola administración estatal, ya que desde sus inicios el IPE, a excepción del periodo en que fue director el maestro y abogado José Luis Lobato Campos, que fue cuando alcanzó su máximo crecimiento económico, el Instituto siempre ha venido a la baja, en otras palabras, siempre ha estado sufriendo para poder cumplir con sus derechohabientes, que son realmente sus dueños, los compromisos que tiene con ellos y para los que fue creado.

    Situación de precariedad que fue muy intensa durante la gubernatura de Patricio Chirinos Cálero, quién se vio en la necesidad de autorizar un apoyo económico en aquel tiempo de aproximadamente 900 millones de pesos, para que la noble y saqueada institución pudiera continuar operando y no callera en la quiebra.

    En los sexenios que le siguieron las cosas aparentemente en el IPE se dieron en forma normal, pero cuando llego el nefasto gobierno de la infidelidad, las preocupaciones en el aspecto económico al interior de la dependencia que tiene a su cargo la responsabilidad de asegurar y pagar los préstamos, jubilaciones y pagos de marcha sus verdaderos propietarios, los trabajadores del gobierno del Estado de Veracruz, regresaron y todo parece indicar que para quedarse. Pues el saqueo que se le hizo en sus dineros de más de aproximadamente 4 mil millones de pesos, de sus reservas, a la fecha parece indicar que no han podido ser restituidos, lo que se está reflejando en el tiempo exagerado para el otorgamiento de préstamos personales y no se diga en el pago de las pensiones. Así como también en algo que nunca se explicó y que sí se llevó a cabo, no solamente como proyecto, pero que finalmente no se pudo concretar, me refiero a la lotería que si mal no recuerdo llevaría el nombra de “La Veracruzana”. Proyecto que inició durante el sexenio anterior y que no quedo solamente en proyecto, pues lo único que no se llevó a cabo fue el que salieran a la venta los boletos, pues todo estaba hecho y sin explicación alguna, todo se paró. Es importante detallar está situación porque para ponerla en funcionamiento se gastaron aproximadamente 50 millones de pesos    -de las cuotas de los derechohabientes-     ya que solamente a la empresa que se le encargo la elaboración del boletaje, que tenía que ser con importantes medidas de seguridad    -principalmente por ser sexenio de la fidelidad-    se le pagaron varios millones de pesos. Pero que fue lo que pasó, nadie sabe, nadie supo y el dinero si se gastó.

    Obviamente el que el Ejecutivo del Estado en los momentos actuales envíe una iniciativa para una nueva Ley del Instituto de Pensiones del Estado a los legisladores locales veracruzanos, es importante y seguramente necesaria, pero en qué sentido vendrá. Independientemente de la importancia de la iniciativa y la oportunidad por los tiempos políticos que se viven, lo que realmente importa de esta seguramente nueva legislación es, las medidas de seguridad que contendrá para evitar el saqueo de la institución, en otras palabras de los dineros de los trabajadores,  y quien será el que lleve a cabo las mayores aportaciones económicas: el Gobierno del Estado en su calidad de patrón o le cargarán la mano al sector más desprotegido y que es al que se debe proteger,  que son los trabajadores del gobierno veracruzano. Solamente hay que esperar y no por mucho tiempo. Hasta el lunes

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