Sobrevivimos / Virginia Durán Campollo

El suceso que más ha marcado nuestra vida familiar, aparte de la pérdida de mi adorado padre, fue el terremoto de 1985 en la ciudad de México. Habitábamos en la colonia Narvarte, zona que fue muy castigada aunque, gracias a Dios, nuestra casa permaneció firme como sus habitantes ante momentos tan especiales y dolorosos. No volvió nada a ser lo mismo. Después de ello vivimos siempre en alerta y con miedo de que pudiera repetirse. Las historias se reprodujeron durante mucho tiempo y eran de terror.  La vivimos cuando un edificio cercano de ocho pisos, se desplomó quedando la azotea- con sus tendederas y lavaderos- a pocos metros de la superficie de las toneladas de cemento compactado. Ahí mismo,  habitaban amigos nuestros que jamás volvimos a ver.

VIRGINIA111*** “¡Esto va a explotar, apúrense, aléjense!” fue el grito angustioso que nos sacó del marasmo en que nos encontrábamos, después de la fuerte sacudida. Cuando inició el movimiento, nos aglutinamos en el centro del jardín. Abrazada a mi madre y todos rezando, contemplábamos como la casa se mecía y los mismos arbustos, en su vaivén, tocaban el piso de lado a lado. Por fin acabó. El silencio que antecedió era sepulcral.  El ambiente, que se llenó de una extraña niebla producto del cemento derribado, era tétrico. Gritos, lamentos, lágrimas. Cuando regresó la luz, pudimos ver a través de la televisión en la narrativa de Jacobo Zabludowsky lo realmente acontecido. México se había derruido, en una parte importante. Las escenas eran de una película macabra.

*** En el ejercicio reporteril, salimos a hacer la crónica. Un relato no de color sino de dolor. Un recorrido dónde  dábamos cuenta de las casas y edificios derruidos. Lo mismo en la Narvarte, que en la Roma, la Condesa, Tlatelolco, el centro de la ciudad y demás. Lloramos de ver esas ruinas, que cobijaban tanto a seres ya muertos como vivos enterrado bajo toneladas de piedras. Los ciudadanos luchando, valientemente, contra el tiempo y rascando con sus propias manos para sacar a las personas. Niños, ancianos, mujeres, jóvenes, hombres, mujeres que perdieron la vida de una manera dolorosa. Los que nunca habían entrado a ese lugar de dónde ya no salieron y otros que se fueron  en el preciso momento y salvaron su vida. Complejidades. Los alaridos de los habitantes de Tlatelolco,  eran de heridas de dolor profundo.  En estado de shock, buscaban desesperados. El Infierno de Dante. Hay literatura abundante al respecto, pero vivirlo es condenarse a recordarlo siempre.  La conciencia nacional debe estar alerta y cuidar el medioambiente pues la naturaleza no perdona.

*** La historia ya juzgó a los criminales, tanto gobierno que lo permitió como corruptos que construyeron con material ínfimo que fue la causa mayor de los derrumbes. La ineptitud del gobierno de Miguel de la Madrid mostró su inoperancia, cobardía, inexperiencia para el cargo, mientras el pueblo de México demostró que unidos somos fuertes, pues fueron ellos los que tomaron las riendas para la ayuda en todos sentidos. Minimizaron a sus gobernantes y sistema de seguridad, ofreciendo lo más valioso: ayuda desinteresada a riesgo de su propia vida y pertenencias. Esto tampoco lo olvidemos, cuando tengamos que volver a auxiliar al país…de otro modo.

*** “La destrucción de los ecosistemas naturales ha convertido los fenómenos meteorológicos en desastres mayores. La urbanización sin ton ni son de espacios razonable y evidentemente inconstructibles es un elemento clave de las catástrofes. ¿Hasta cuándo negaremos la evidencia? El orgullo técnico que pretende dominarlo todo y la avaricia desmedida de los especuladores  participan  de la tragedia. Urge decir ¡Basta!”.

*** En Xalapa, Veracruz, la construcciones se dan sin ton ni son y no reguladas. Han deforestado de manera criminal, para crear fraccionamientos, plazas comerciales, negocios que muchos de ellos ni se habitan y otros son fracasos tanto que al poco tiempo se traspasan. Muchos espacios verdes asesinados por la avaricia.

*** Toda  la Avenida Araucarias, en Indeco Ánimas,  se habilitó como una zona comercial infructuosa. Ha crecido exponencialmente sin vigilancia.  Coludidos con presidentes municipales y el área de comercio del Ayuntamiento xalapeño, según denuncia, más el cohecho de los presidentes de la asociación de vecinos, inundaron la zona. Mientras las autoridades exigen a las escuelas, cajones de estacionamiento aquí los negocios no los tienen sobre todo los restaurantes.  Está hecho una romería, un  mercado ambulante donde se asienta todo tipo de negocios que se ufanan tener los permisos correspondientes y llenan los espacios con todo tipo de materiales para apartar el lugar. Alerta roja para  Américo Zúñiga.  Gobernar no es solo cortar listones y actos ciudadanos para la foto. Es integrarse a la ciudadanía demandante.

*** Según  nos comentan fuentes federales, sí hay una gran preocupación presidencial por Veracruz. Que la presencia del presidente Enrique Peña Nieto y de Secretarios de Estado como el de Hacienda y Gobernación, no obedecen a actos  protocolarios sino de refuerzo para la crisis del estado. No quieren volver a perder  Veracruz, como en la elección a presidente. Están vigilantes y tienen el pulso exacto de los acontecimientos y del desarrollo público y privado del gris gabinete duartista.

*** Que las declaraciones tanto de Videgaray como las de Osorio Chong con respecto al avance y seguridad  del estado, llevan jiribilla.

***   Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.

Be the first to comment on "Sobrevivimos / Virginia Durán Campollo"

Leave a comment

Your email address will not be published.


*