La recuperación económica (última parte) / Lino Perea Flores

La recuperación económica de México dependerá de diversos factores que deberán conjugarse para que se pueda gestar un crecimiento sano, entre los que se cuentan la habilitación de las reformas estructurales, que las reservas internacionales sigan creciendo, que los niveles de endeudamiento interno y externo se conserven en la proporción actual, que las tasas de crecimiento sean arriba del cuatro por ciento a partir del año que viene.

LINOAdemás, que los niveles de gasto corriente disminuyan, que se incrementen los gastos de inversión productiva en niveles que no pongan en entredicho nuestras finanzas nacionales, que la violencia del crimen organizado y la inseguridad disminuyan, que la inflación disminuya o permanezca en los niveles actuales, que se generen trabajos productivos por arriba de los setecientos mil empleos anuales, que nuestra balanza de pagos permanezca superavitaria, que la inversión extranjera por lo menos se duplique, que el financiamiento de la banca se canalice a la producción y no a la compra de Cetes, etc.

Todas estas condicionantes son necesarias para tener un crecimiento sano, el no lograrlo conlleva el riesgo que las tan reiteradas reformas estructurales no puedan lograr su cometido. De todas formas se espera que las condicionantes mencionadas se mantengan en los rangos deseados, lo que para algunos será lo que pasará y permitirá generar una tasa de expansión del PIB del 4.5% el año entrante, como lo afirman las estimaciones del Instituto Internacional de Finanzas (IIF). Para otros organismos como el Fondo Monetario Internacional el pronóstico para el próximo año es de un crecimiento del 3.5%, mientras que las estimaciones del gobierno federal son del 3.7%.

Aunque los pronósticos difieran básicamente en la percepción del impacto que puedan tener las reformas estructurales en energía, telecomunicaciones y financiera, todos concuerdan en que se avanza hacia un país más competitivo, aunque existe la idea generalizada de que la forma cómo van a influir dichas reformas y sus alcances, dependerá de la rapidez y profundidad de los cambios que se vayan suscitando, pero que dichos cambios sean con ahorro interno y no con endeudamientos internos y externos. Los efectos positivos que se esperan se deben sentir principalmente en los precios de los servicios en energía y telecomunicaciones, que al eliminar monopolios, deben favorecer el financiamiento y las cuentas de ahorro.

También deberán las reformas mencionadas, generar un impulso positivo a la inversión en tecnologías de punta, no obstante, para muchos analistas los incrementos en el PIB que se observarán deben seguir siendo en principio debidos principalmente a la inercia económica que arrastra nuestra economía desde hace algunos años, donde las reformas implementadas jugarán un factor relevante a tomar en cuenta. Lo que es evidente es que México ha dado un gran paso, que le permite destacar ya a nivel internacional, por haber sorprendido a propios y extraños por el tiempo en el que se aprobaron, unas reformas estructurales que ya eran imprescindibles.

Otro factor que es de suma relevancia para nuestra economía, que va a estar en consonancia con las multicitadas reformas, es el dinamismo de nuestro sector externo que se ha visto impulsado por el sector manufacturero, principalmente el automotriz y ahora el aeronáutico, que incrementan su demanda primordialmente y debido a la reactivación de la economía estadounidense; este dinamismo, también se refleja en las divisas que generan el turismo y las remesas de los migrantes, que básicamente son resultado de la reactivación de dicha economía. Un factor más que relevante, es el impulso sustancial que se le ha estado imprimiendo a la obra de infraestructura nacional, que ayudará de manera notable al crecimiento del país.

Existen otros factores que son de suma importancia destacar para que la economía mexicana despegue, entre ellos destaca la impostergable necesidad de que debe haber un clima de tranquilidad y anticorrupción que requiere prevalecer en la actividad productiva, ya que los efectos de los cambios previstos serán nugatorios. Otros elementos indispensables en la ecuación de la recuperación económica de México, son la transparencia y acceso a la información para la ciudadanía, así como la probidad en la rendición de cuentas de los servidores públicos, ya que sin ellos seguiremos en una simulación que no conviene a nadie y solo sirve intereses ajenos a México.

Comentarios:   perealino@yahoo.com.mx  (*)Maestro en Ciencias y Doctor en Economía por la London School of Economics and Political Science, de la Universidad de Brunel y la Universidad de Londres, Inglaterra.

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