Con la vara que mides / Rodolfo Herrera

No cabe duda que la política da sorpresas y la más reciente es la renuncia de Ángel Heladio Aguirre Rivero al gobierno del estado de Guerrero, la presión social no dio oportunidad a que los senadores del PRI, PAN y PRD aplazaran la discusión sobre, si era posible o no, la salida del mandatario mediante la desaparición de poderes, la respuesta ciudadana fue tajante: ¡Si se pudo y punto!

Esto les deja en claro a toda la vetusta clase política nacional aquella frase del ex gobernador veracruzano, Fernando Gutiérrez Barrios, que en visita a Veracruz en el café La Parroquia siendo secretario de gobernación dijo a reporteros: “Cuando en pleno día el pueblo dice que es de noche, es tiempo de comenzar a encender las farolas”.

Y la frase necesariamente indica que el pueblo siempre tiene la razón, esa misma razón que diputados, senadores, alcaldes, gobernadores y los funcionarios federales se niegan a entender.

Las ironías de la vida dan tiempo a demostrar que aquellos que llegan de salvadores no necesariamente son los mejores, y el ejemplo de guerrero es claro y contundente.

Mire usted, el 28 de junio de 1995, al inicio de la presidencia de Ernesto Zedillo Ponce de León, trabajadores del campo de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, la OCSS, se disponían a concentrarse en la capital guerrerense cuando al llegar a un paraje en Aguas Blancas, policías estatales los detuvieron y comenzaron a disparar hasta dar muerte a 17 personas.

Al parecer nadie podía aclarar los hechos hasta que un año más tarde, el periodista Ricardo Rocha dio a conocer un video que le fue filtrado, donde se apreciaba con toda claridad la detención y masacre de campesinos a manos de la policía estatal. En ese momento la presión social, nacional e internacional apuntó hacia el gobernador Rubén Figueroa Alcocer por ese acto de represión.

El 12 de marzo de 1996 el altivo y prepotente gobernador de Guerrero, quien hasta ese momento había evadido su responsabilidad, tuvo que pedir licencia y retirarse del cargo.

¿Pero sabe usted quién lo sustituyó? Pues bien, como un salvador, el Congreso del Estado de Guerrero, o sea, esos diputados locales que solo sirven para levantar el dedo, previo acuerdo de cúpula priista designó como gobernador sustituto a Ángel Heladio Aguirre Rivero.

Hoy la historia se repite y Ángel Heladio Aguirre Rivero, el que entró en sustitución de un asesino como Rubén Figueroa Alcocer, el mismo que había advertido con toda soberbia que pese a protestas no dejaría el gobierno de Guerrero, terminó por abandonar el cargo, no sin antes superar a Rubén Figueroa y dejar una triste nota de 43 estudiantes normalistas secuestrados y desaparecidos ante los ojos del mundo, lo que atrajo el repudio internacional que hoy pesa sobre México.

Ángel Heladio Aguirre Rivero solo tenía tres rutas de escape que se negaba a aceptar en pleno uso del poder gubernamental, las dos primeras marcadas por los legisladores que eran “La revocación del mandato” o “La Desaparición de poderes”, pero los senadores decidieron darle un respiro en tanto aplazaron la discusión de ese análisis hasta principios de noviembre.

De nada sirvió la intentona de los senadores por darle oxígeno a Heladio y aplazarle la salida en espera de que aparecieran los cuerpos de los normalistas y los guerrerenses olvidaran el asunto, porque Ángel Heladio no soportó más la presión y terminó por escurrirse en la última de las opciones, la tercera, la renuncia de manera fulminante y sin más trámite que el escape.

En su lugar llegó otro sustituto y la clase política decidió jugársela con un académico, para menguar el repudio que pesa sobre los políticos.

Los diputados locales del Congreso del Estado de Guerrero decidieron acatar la orden de la cúpula perredista y levantar el dedo a favor de Rogelio Ortega Martínez, quien se encontraba fungiendo como secretario general de la Universidad Autónoma de Guerrero, con un abultado currículum académico.

El más oportunista de los políticos ha sido el líder nacional del PRD Carlos Navarrete, quien defendió hasta el último momento a Ángel Heladio Aguirre Rivero y ahora se desvive por felicitar al nuevo gobernador Rogelio Ortega Martínez, haciendo público en su cuenta de Twitter “Su más sincera felicitación por su designación”.

O como diría el extinto político veracruzano Humberto “Polo” Troncoso: “Vivir fuera del presupuesto es un error”.

Así que muerto el Rey… ¡Viva el rey!

 COMENTARIO DEL EX ALCALDE FRANCISCO ÁVILA CAMBEROS. CON RESPECTO A LA API Y AL DIPUTADO JULEN REMENTERÍA

Estimado Rodolfo

Algunos comentarios:

Efectivamente tienes toda la razón en tu artículo.

Las obras se negocian y  entregan en México porque allá es donde seguramente se quedan las comi$ione$.

Los dirigentes empresariales locales se han pasado de tibios.

El día que todos los constructores y proveedores locales  hagan un plantón afuera de API, tal vez las cosas cambiarán.

Mientras eso no suceda, los empresarios y trabajadores veracruzanos se seguirán quedando con las migajas.

CON RESPECTO AL CASO DE JUILEN QUE MENCIONAS:

Se dijo esta semana que el edificio donde está la discoteca del hijo de Julen, fue adquirida a principios de año por el diputado local en nada menos que 43 millones de pesos.

Dicha nota, que yo sepa,  jamás fue desmentida ni aclarada por el diputado.

Solo te pregunto: Cuántos años debe trabajar una persona honrada para juntar 43 millones, libres de polvo y paja?

Posiblemente no le alcance toda una vida para lograrlo.

Julen estaba quebrado cuando entró de regidor en 1998

De haber adquirido el edificio citado, de dónde habrá sacado tanto dinero si desde entonces a la fecha solamente se ha dedicado a la política?

Y ahora quiere ser gobernador. ¿Cómo la ves?

Pobre de nuestro México.

Los que criticaban la corrupción, ahora “entraron en razón” y le entraron con singular alegría a lo que antes criticaban.

Saludos

COMENTARIOS A: vivirenelgolfo@gmail.com