La Chamacocracia, todos tras el hueso… / Rodolfo Herrera

Mientras el estado se convulsiona entre la crisis y el desempleo justamente al descenso del periodo sexenal, funcionarios y legisladores invierten la mayor parte de su tiempo e interés en buscar anticipadamente el voto de los ciudadanos, es decir, antes de que culmine la presente administración gubernamental ya habrán amarrado nuevos cargos para seguir gozando del erario público.

     Repetido hasta el cansancio por la actual chamacocracia,

las frases del desaparecido priista Humberto “Polo” Troncoso resurgen hoy con más fuerza que nunca:

     “Vivir fuera del presupuesto es un error”.

      “Que importa el cielo, si podemos caber en la nómina”.

Escribir     Y es que los que ayer juraron trabajar por los veracruzanos hoy recorren las colonias, manejan grupos, reparten despensas y están en todo, menos en la encomienda a la cual se comprometieron cuando aceptaron una candidatura y recorrieron la pobreza de Veracruz prometiendo combatirla.

     Por supuesto, la misma pobreza con la que hoy especulan para captar votos y amarrar el siguiente cargo, de acabarse la pobreza y la ignorancia, los políticos de todos los partidos no tendrían mas remedio que dedicarse a otra cosa, o a lo que menos saben hacer, trabajar.

     El caso más descarado es el del Tesorero de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado Tarek Abdalá Saad, cuya infraestructura, movilización, apoyos y organización de su anticipada campaña a diputado Federal por la Cuenca del Papaloapan salen de los impuestos de los veracruzanos.

     Mire usted, los onerosos salarios e infraestructura del que gozan los funcionarios públicos salen de los impuestos que los ciudadanos pagan precisamente para eso, para que esos servidores públicos dediquen su tiempo, inteligencia y esfuerzo en trabajar por administrar y mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía.

     Si ese esfuerzo e inteligencia que pagan los veracruzanos se desvía hacia un interés personal, entonces los servidores públicos no están cumpliendo con su cometido y en un estado que se precie de ser honesto y aplicar la justicia por igual, esa actitud sería motivo de sanción penal por incurrir en desvíos.

     Digo, los camionetones, cuentas de gasolina, gastos de representación, movilizaciones y personal dedicado a la campaña no salen de su bolsillo ¿O usted cree que si? ¿Cree usted que los fines de semana renuncian al vehículo oficial, la infraestructura y la gente para dedicarse a sus campañas? ¿Verdad que no?

     En otras palabras, se les paga por trabajar, pensar y razonar en favor del pueblo, no por sus intereses personales, difusión oficial con entrevistas en los medios de comunicación y logística que le cuesta a sus patrones, los ciudadanos.

     De otra forma, no creo que a nadie le importara que participaran en lo que quisieran, el problema es que lo hacen desde el gobierno o el cargo, lo hacen con demasiada ventaja sobre otros candidatos y ciudadanos de todos los partidos. Esa es competencia desleal, sin equilibrios ni visos de democracia.

     En una democracia más avanzada, Tarek tendría que estar compareciendo para dar cuentas sobre sus anticipadas aspiraciones, compaginadas con el cargo público, pero eso está muy lejos de suceder, mientras la clase política goce del privilegio de sus instituciones como las electorales y la complacencia de los partidos de oposición, como el PRD rojo de Sergio Rodríguez y Rogelio Franco Castán, o el PAN rojo de Julen Rementería y Enrique Cambranis, ambos al servicio del poderoso caballero.

     De no ser por esas ventajas, Tarek Abdalá no habría la mínima posibilidad de competir por la candidatura en el distrito XVII de la cuenca del Papaloapan, donde los alcaldes priistas de la región trabajan por consigna para posicionarlo en el electorado, en un distrito cada vez más complicado por la lucha de grupos y la inconformidad social.

     Tarek brincó del desarraigo en la zona, al reconocimiento de hijo predilecto desde el gobierno para desplazar a los demás aspirantes del PRI.

     En el puerto de Veracruz la situación no es diferente, no había tomado posesión el alcalde priista Ramón Poo Gil cuando los integrantes de la recién instalada LXIII Legislatura del Congreso del Estado ya habían tomado posiciones metiendo a “su gente” en el propio ayuntamiento para ocuparse del electorado.

     Entre la marginación y la pobreza que se vive en Veracruz, los diputados locales Tonatiuh Pola Estrada, Anilú Ingram Ballines y Gustavo Gudiño Corro están convencidos que es el momento de competir por la alcaldía de Veracruz, debido a que el mal ejemplo cunde, o sea, con los paupérrimos resultados que han dado los últimos alcaldes incluyendo al al propio Ramón Poo, cualquiera puede ocupar esa silla sin ningún riesgo.

     A ese desmedido antojo se les sumó también el rey de la basura, Antonino Baxzi Mata, que inició reuniones con grupos para buscar el mismo cargo, total, en un ayuntamiento donde los títulos nobiliarios no se han reflejado en el progreso de la ciudad, a lo mejor un líder de primaria que mantiene el control del sindicato, recolección y negocio de los desechos desde hace mas de 40 años podría hacerlo mejor.

     Empero, para la chiquillada que brinca de la legislatura a las colonias buscando la alcaldía Nino Baxzi no representa riesgo, el verdadero problema que tienen enfrente y lo que ahora los mantiene preocupados en la llegada de otro líder pero de sindicato nacional.

     La sola mención del dirigente nacional del sindicato ferrocarrilero Víctor Félix Flores Morales como posible candidato para la presidencia municipal de Veracruz en el 2017, arreció la movilización y preocupación de los aspirantes del PRI.

     Los hijos predilectos del régimen están preocupados, saben que no hay manera de competir con el líder del riel pues mientras ellos reparten despensitas de fin de semana, Víctor Flores es capaz de descargar camiones completos con electrodomésticos, dinero y toda clase de apoyos, a costa de los trabajadores de las vías, por supuesto.

     Y no es que el dirigente Ferrocarrilero haya abierto  la boca para hacer pública esa aspiración, sino que su compadre al dirigente de colonias del PRI Carlos Aguirre Campos convocó a otros representantes de colonias para informarles que en la zona de Las Bajadas se estaba formando la colonia “Víctor Flores Morales” con una superficie de terreno de 60 hectáreas para las cuales existe un proyecto de construcción de 400 viviendas.

     Y ante todo esto surgen preguntas, ¿Las instituciones electorales del estado no se habrán dado cuenta de todo este desorden? ¿Acaso no estamos ante casos de campañas anticipadas?

     En otras condiciones, el Instituto Electoral Veracruzano estuviera sancionando las campañas anticipadas como lo ha hecho con candidatos de oposición que han representado un riesgo para la estabilidad de los grupos enquistados en el poder.

     Penosamente vemos casos como el de los senadores José “Pepe” Yunes y Héctor Yunes Landa a los que el Presidente del Tribunal Electoral de Veracruz Daniel Ruiz Morales exculpó al advertir que no violaban la ley electoral, aun cuando Héctor Yunes había dicho públicamente “Si quiero ser gobernador” tras un informe de actividades cargado de un escandaloso dispendio.

      En Veracruz hay problemas de pobreza y desempleo de acuerdo al Inegi, pero eso no es importante para la chamacada que a las zonas marginadas llegan en sendas camionetas climatizadas, agua embotellada y alcohol en gel para no contaminarse, no les vayan a pegar lo pobre.

     Lo importante es ligar el siguiente cargo y en eso no hay limitaciones.

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