No se si la inconsciencia es mayor de la que creo, o de plano en el gobierno del estado se navega sin brújula, ni destino. A cada evento nuevo, desagradable, pretende darle respuesta con un disparate, con la finalidad ocultar o minimizar el anterior, o desviar la atención de la opinión publica. Solo respuestas a medias, apenas esbozadas que no alcanzan a precisar con claridad, el sentido, la contundencia y alcance de la respuesta. O lo peor, sin la mínima precisión sobre el asunto tratado.
Respuestas simples e información lejana a la realidad, sin soportes técnicos, ni estadísticos. Lo anterior porque me entero que la directora del DIF estatal Astrid Elías Mansur, declara que este organismo brinda apoyo a los familiares de los niños que en días pasados se quitaron la vida en Xalapa y San Juan Evangelista (cuatro), que además en coordinación con las autoridades municipales se prepara para desarrollar programas de apoyo psicológico a los padres de familia en el estado, así como prevenir a los jóvenes contra los infaustos suicidios. (Apenas se prepara).
Sin políticas públicas acordes para atender a cada problemática de manera especifica, solo ocurrencias les ocupan a los señores y señoras funcionarias. En el estado, espero que alguna dependencia pública (el propio DIF estatal o la Secretaria de Salud), lleven la estadística de las personas que se quitan la vida, y los motivos que orillan a tan aberrante autodeterminación, porque la nota roja retrata en su mayoría gente joven y pobre, que muy seguramente agobiados por su precaria situación de vida, le asaltan problemas existenciales, que debilitan su frágil resistencia, haciendo crisis en aspectos emocionales y psicológicos que los orillan a degradarse y escapar de su azarosa existencia. Sobre el particular, por tratarse de un tema que requiere especialísima atención (porque no hay mes que nos enteremos por la prensa de gente que se quita la vida), los encargados de esta responsabilidad deberán de informar con datos precisos del fenómeno recurrente, después de haber aplicado los indicadores sociales, económicos, de bienestar, de empleo, de relaciones intrafamiliares, amorosas, conyugales, de adicciones, y llegado a la conclusión, desarrollar políticas públicas, que vinculadas a instancias sociales, públicas, privadas y ciudadanas, tengan una amplia y profunda difusión social.
No es difícil hacer algo más que declaraciones inverosímiles, porque el sector salud cuenta con una inmejorable y extensa estructura de personal especializado en las jurisdicciones sanitarias, con una evidente experiencia en campañas nacionales de vacunación y una bonita vocación de servicio. El común de cualquier ciudadano, pide solo que los funcionarios apliquen su elemental sentido común, y un poco de recursos para que de la mano de nuestra máxima institución de educación superior, la Universidad Veracruzana, convoque a Psicólogos, Antropólogos, Trabajadores Sociales, Economistas, Sociólogos, Médicos y demás especialistas afines, para que generen los instrumentos que permitan enfrentar este otro flagelo, que para colmo de la sociedad, ya se ve como algo cotidiano, normal. Los absurdos de una administración que no atiende de manera eficiente un asunto, pero ya esta tratando otro, dejando flancos abiertos sin respuesta.
En la SEDARPA el Secretario Manuel Martínez de Leo, devuelve 600 millones de pesos a la Federación, porque el gobierno del estado no entero la parte proporcional que le correspondía, para otorgarla a cientos de productores locales. El gobierno federal envió ese recurso en la inteligencia de que el estado contaba con la parte que le tocaba suministrar. ¿Dónde quedo esa parte?.
El protegido e inamovible Secretario de Seguridad Publica Arturo Bermúdez, paga páginas completas en el diario nacional Reforma para comprar imagen e insistir en que no existe delincuencia organizada en Veracruz. Inadmisible para la ciudadanía informada la impertinencia de la inocencia, pero sobre todo de su eficiencia, cuando se descubren fosas en nuestro territorio con restos de 31 cuerpos.
Pero eso si, orondos ya despliegan su desfachatez para quedarse otros dos años en la administración, que a decir de la gente en la calle, que se apliquen una pequeña encuesta para que se enteren del nivel de aceptación que tienen entre la población, y aquí si amable lector, cuando vean su realidad, probablemente se apliquen la eutanasia, o no les quede otra salida que la puerta falsa, esto si, para ellos impensable. Los absurdos del poder y su incoherencia.
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