Tránsito del Estado, ineficiente y nada transparente / Mario Javier Sánchez de la Torre

Una de las más importantes dependencias de la administración pública estatal que en lugar de mejorar su operación la empeoró en forma alarmante al pasar del ámbito municipal al estatal, ha sido sin lugar a dudas la desprestigiada Dirección General de Tránsito y Transporte del Estado.

    Oficina que cuando estaba a cargo del gobierno municipal de Xalapa, que fue durante algunos meses del anterior trienio, funcionaba mucho mejor que como lo hace desde que pasó al ámbito estatal, pues de tratar de llevar a cabo programas para el acercamiento entre la población y los trabajadores de la dependencia, así como también de apoyo al turismo, paso a no tener presencia en donde se necesita y sí, complicarle la existencia tanto a automovilistas particulares, como de empresas, y no se diga a los taxistas y operadores del transporte público de Xalapa y sus alrededores.

    Así tenemos que el periodo que estuvo al frente de la desprestigiada institución, desprestigiándola más, el servidor público de nombre Roberto López Santoyo,  ha sido catalogado como el peor momento de la señalada Dirección, pues el caos vial que se vive en esta capital, nunca se había vivido, a lo que hay que sumar la desaparición de sus elementos de los principales cruceros de la ciudad en las llamadas horas pico, que de ser entre las siete y nueve de la mañana, así como también entre las tres y cuatro de la tarde, además de las siete a diez de la noche, actualmente, las llamadas horas pico, se extendieron y son todo el día. Teniendo que agregar que los mismos trabajadores de esa oficina han vivido con temor por la desaparición de algunos de sus compañeros, durante la nefasta y nada transparente administración del servidor público de muy dudosa reputación como lo fue en su momento López Santoyo y lo continúa siendo.

    En la actualidad está al frente de la vapuleada oficina otro de los brillantes y sobresalientes alumnos del también cuestionado y ex secuestrado y sufrido director de Seguridad Pública del Estado, de nombre Jorge Israel Ponce de León. Quien como su antecesor tiene como una de sus características estar protegido fuertemente dentro de sus oficias, de todas aquellas personas que por la razón que a usted se le ocurra, tengamos  que asistir a la citada dependencia a llevar a cabo algún trámite relacionado con su vehículo automotor y las actitudes necias y en algunos casos al margen de la ley, de aquellos servidores públicos que han sido habilitados como Agentes de Tránsito, aunque la leyenda que portan en la espalda o pecho del uniforme diga otra cosa. Y que cuando trata usted de hablar con ellos, solamente saben responder: “que ellos son la ley”. Y aunque ellos no lo hacen en la mayoría de los casos, exigen respeto, el cual no se han ganado, porque aunque le hayan lavado el cerebro diciéndoles que “son la ley”, también les deberían haber informado que al ser servidores públicos, como su condición jurídica lo exige, están para servir a la población, no para amedrentarla y mucho menos tratar de sacarle dinero a cambio de no aplicar eso que no entienden, pero que solamente saben repetir como pericos: “que son la ley”.

    Así de lamentables las cosas en la famosa por desprestigiada Dirección General de Tránsito del Estado de Veracruz. Por el momento está es la primera parte de lo que les voy a relatar, que tuve que soportar al tratar de solamente hacer una aclaración sobre una infracción. Continuará.

Hasta el miércoles. noti-sigloxxi@hotmail.com