No me refiero al de Enrique Peña Nieto, no, en aquel gobierno hay resultados, si nos apoyamos en información de corte político, y evidencias como las reformas Constitucionales aprobadas en el Congreso Federal (por decir lo menos), que hasta ahora nos muestran que a dos años de administración, el balance es positivo. Falta por ver si el pronóstico de crecimiento del 3.7% para el próximo año, se cumple. Luis Videgaray, Secretario de Hacienda le sigue debiendo a los mexicanos y a su Jefe, a pesar de ser el consentido de los Pinos, porque el rubro económico es el Talón de Aquiles de la administración federal. El más difícil de torear, por los pendientes estructurales y aspectos internaciones que interactúan para que no haya bonanza en las finanzas y la economía nacional. Pero los males se remedian, el anuncio de la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional, prende la mecha.
A propósito de Videgaray, en su última visita al puerto de Veracruz, a pregunta de un pernicioso reportero sobre las ministraciones a la administración estatal, declaro que mes tras mes, estrictamente se le depositan, que incluso en la última remesa se habían enviado más de mil millones de pesos. Información pública que nos remite a preguntar nuevamente, ¿y el dinero, donde esta?, ¿adónde va a parar, ante la evidente parálisis económica de Veracruz, y la falta de circulante en el gobierno de Duarte de Ochoa?. Ojo, podrían revirarme argumentando que en el estado si hay movilidad económica, tendrán razón, pero con dineros federales del Programa Nacional de Infraestructura 2014-18, que prevé la ampliación de los Puertos de Veracruz y Tuxpan, y la construcción de las autopistas Cardel-Poza Rica y Tuxpan-Tampico. Pero entonces quien se está quedando con los dineros estatales para la inversión en municipios y comunidades?, o ya lo guardan para las campañas de los candidatos priistas a las diputaciones federales, mientras que a los miles de veracruzanos se les sigue dando solo respuestas mediáticas sobre las bellezas de lo que el gobierno estatal realiza para que sean más felices, y también para que vivan más seguros.
Me detengo en el último párrafo, quizá porque últimamente me he topado con información recurrente en medios impresos y televisión abierta nacionales, sobre los logros de la administración estatal, que nuestra impertinente percepción interna, se niega a creerla. Porque como el anuncio de lavadoras, que mientras la familia hace la siesta, el aparato lava, centrifuga, seca y plancha, pero no convence a las amas de casa sobre sus maravillas, y su necesaria inclusión en el hogar. El anuncio fracasa porque ¿toda familia en pleno día duerme plácidamente en camas espaciosas?, ¡Cómo, si ni a literas llegamos, mucho menos a lavadora!. Propaganda que a decir de mi amigo el terapeuta, va directa al inconsciente, donde no hay defensa. Publicidad que vende cremas y shampoo´s, no como productos de limpieza e higiene personal, sino para transformar en “hermosas” a las personas, a los consumidores. Ahí la diferencia, entre lo necesario y lo artificial. Quizá sea cierta la propaganda del gobierno, pero cuando en el campo de los hechos la realidad es otra, concluimos que quiere persuadirnos para que compremos como verdad la información que paga en aquellos medios. Y a propósito, al preguntar a un amigo, funcionario de un medio de circulación nacional, si las órdenes de inserción el gobierno estatal la paga puntualmente, me contesta afirmativamente, situación que exhibe a la coordinación de Comunicación Social ante los editores de los diarios locales, por la enorme deuda con ellos. “Candil de la calle”.
La inseguridad en el sur del estado es alarmante, Coatzacoalcos, Minatitlán, Nanchital, Las Chopas, Cosoleacaque, etc., secuestros y asesinatos en pleno día, todos los días. En Poza Rica y la zona conurbada, Tihuatlan, Coatzintla, Papantla, la venta de droga a cielo abierto y en pleno día, y las policías sin inmutarse, “son delitos federales”. Las obras inexistentes para los Juegos Centroamericanos, en fin, ¿Qué vende el gobierno del estado en los medios nacionales?. Seguridad, empleo, transparencia, felicidad, eficiencia, credibilidad. ¿Y quién le compra?, los constructores de obra que aún se les adeuda desde el sexenio anterior, los proveedores de servicios, las amas de casa, lo obreros de los ingenios cerrados, los disidentes de la Liga de Comunidades Agrarias, los maestros, trabajadores, y pensionados y jubilados amparados del IPE, los comerciantes informales, los familiares de los desaparecidos. ¿Quién le cree entonces al gobierno del estado?, porque un gobierno de propaganda, es un gobierno de mentiras. Y la propaganda en ocasiones conviene a quien “gobierna y a quien es gobernado”, que a unos, la historia, como a Fidel Castro los absolverá, pero a otros, como a los actuales funcionarios (por el desastre en Veracruz), o al ex gobernador Fidel, ¿la ley los enjuiciará?
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