Crédito hasta donde (tercera parte) / Lino Perea Flores

LINOPara algunos analistas el gobierno federal no cuenta con muchas opciones para compensar la caída de los precios del petróleo, no obstante hay quienes afirman que si bien es un aspecto muy delicado para el desarrollo económico de México, las alternativas que tiene nuestra  economía distan mucho de estar en un inminente peligro de desaceleración, ya que por contrario los que tienden a ser más optimistas señalan que se trata de un bache transitorio, por lo que afirman que muy pronto avanzaremos por la senda del crecimiento moderado otra vez. De hecho, existen algunos indicadores que demuestran una leve recuperación de la economía mexicana, por lo que se dice que debemos estar alerta y no incurrir en déficits innecesarios como ya nos ocurrió en el pasado.

Al igual que para el sector salud, como sucede con las pandemias virales en varias partes del mundo, que han representado un reto de grandes proporciones para cualquier gobierno de las grandes economías del planeta y en particular de las economías emergentes como la mexicana, los tiempos que corren son de ingentes desafíos, ya que por más esfuerzos que se despliegan para poder disminuir los efectos de las crisis económicas recurrentes, no parece haber soluciones inmediatas que puedan paliar los procesos económicos negativos en definitiva; por esta razón,  los acontecimientos financieros y monetarios que se han estado manifestando en los últimos años y meses alrededor del mundo, que parecen arreciar en lugar de disminuir, a la par de una serie de deterioros en las balanzas comerciales de varios países, se convierten en la regla y no la excepción.

Por otra parte, esta situación denota solo una faceta de una problemática más profunda, ya que para algunos expertos tiene que ver con los cimientos mismos del sistema capitalista, porque no obstante que se siguen aplicando medidas ortodoxas, las situaciones que se mencionan tienden a deteriorarse más que a mejorar; en esta lógica, se deterioran los niveles de endeudamiento público, por lo que se siguen aumentando en algunos países del mundo sin que parezca que haya una limitante en este sentido. Por contrario, todo parece indicar que seguirán creciendo los déficit públicos de una manera extraordinaria, poniendo en peligro la estabilidad financiera y monetaria de estos países alrededor del mundo.

También nunca será ocioso remarcar que en México, los legisladores de la oposición están señalando que el presente gobierno federal, está alcanzando un nivel de endeudamiento público que es similar al de los doce años previos, lo que se puede tornar peligroso si no se toman las medidas preventivas que aceleren dichos niveles de endeudamiento, que pueden ser el caldo de cultivo junto con una menor plataforma de exportación de crudo y precios a la baja, de una tormenta perfecta, que por donde quiera que se le vea a nadie conviene.

Como ya señalábamos en este espacio hace aproximadamente cinco semanas, “…Crédito significa siempre pedir prestado o prestar, que en el caso de la economía mexicana significa llanamente endeudarse, lo importante es que esta condición de deuda se mantenga en los límites razonables, que ya hemos visto que en otras ocasiones han llevado a nuestro país al borde del precipicio, todo por aparentar que es porque -se tiene que hacer mucha obra pública- o porque se nos dice que -somos excelentes acreditados y por eso nos prestan-, cuando en realidad lo que está sucediendo es que los recursos financieros para solventar los gastos de gobierno son insuficientes, ya sea por gastar más de lo que se debe o por unas finanzas deficitarias que se vienen arrastrando ya por generaciones, es decir, es lo normal…”.

Según la SHCP para 2013 la deuda mexicana había ascendido a 6 billones 497 mil millones de pesos, casi ya el 40% del PIB de México al cuarto trimestre de 2013, mayor en 2% con respecto a 2012. En 2013 la deuda ya representaba el 36.4% del PIB, lo que significa un endeudamiento de casi mil seiscientos millones de pesos diarios. Todo será, pero un hecho es incontrovertible y es que no debemos sobregirar nuestras finanzas, sin arriesgar el futuro de la nación mexicana; las medidas saludables serán siempre gastar menos, rendir con probidad las cuentas públicas y,  transparentar el ejercicio de los presupuestos públicos ante la población.

Comentarios:   perealino@yahoo.com.mx  (*) Maestro en Ciencias y Doctor en Economía por la London School of Economics and Political Science, de la Universidad de Brunel y la Universidad de Londres, Inglaterra.

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