Murió la izquierda / Rodolfo Herrera

La salida del Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano al Partido de la Revolución democrática, descobijó, evidenció y dejó muy mal parada a una dirigencia nacional que representada por Carlos Navarrete, se niega a cambiar, a dejar el estilo de vida servilista en que se ha convertido y como era de esperarse, se desvivió ayer en elogios al mensaje del presidente Enrique Peña Nieto.

ESCRITORPrevio a su salida, el propio fundador del PRD dejó en claro que abandonaba ese partido debido a que había perdido compromiso con la sociedad y no se le veía en la movilización social ni de lado de las manifestaciones de los familiares de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.

Es decir, antes de irse, Cárdenas  les restregó a los perredistas su sumisión a la clase política que gobierna, sus errores al elegir pésimos representantes populares como el alcalde de Iguala José Luis Abarca y el propio gobernador ex priista Carlos Aguirre Rivero.

Ante esto, los perredistas que tantas veces blandieron la imagen de Cárdenas en mítines y ejemplos de lucha social, ahora salieron a decir que no se irían del partido y que habían sido electos para dirigir los destinos del perredismo nacional.

Carlos Navarrete, el actual dirigente, afirmó que respetaba las decisiones de su dos veces ex candidato presidencial, pero tenía un compromiso con la izquierda mexicana.

Ayer mismo, luego del mensaje del presidente Enrique Peña Nieto, el perredista dio muestras de ese “compromiso” que dice tener y no tuvo más remedio que declarar a la prensa que el presidente “Va en el rumbo correcto”.

Es decir, los diputados del PRD que hoy gozan de las mieles del poder junto con Carlos Navarrete, estarán levantando la mano para aprobar todo lo que les llegue de presidencia.

Jesús Ortega por su parte, fue más allá y dijo que la salida de Cárdenas del PRD no significaba necesariamente una desbandada, aunque esto los obligaba a una enorme reflexión.

O sea, habrá crítica, asambleas, gritos y empujones, pero en las paredes del perredismo nacional quedarán marcados los rasguños de esa dirigencia que ni a jalones quiere abandonar ni cambiar una izquierda que están dejando en la agonía.

Y por supuesto que en los estados sucede lo mismo, o qué cree usted que piensen los actuales dirigentes como Rogelio Franco, o Sergio Rodríguez, ese que anda por toda la entidad con sendos fajos de billetes de a mil planchaditos y en serie.

¿Dónde habrá quedado esa digna oposición de izquierda? ¿Por qué esos planes anticorrupción no tocan tampoco a los dirigentes partidistas que por supuesto que ni con magia podrían justificar todo lo que poseen?

¿Y los regidores del PRD por qué tan sumisos? Digo esto porque pese a los grandes problemas que padece el sistema de agua la regidora del ramo Delta Tiburcio es incapaz de mencionar una sola palabra en apoyo de la ciudadanía y se la pasa contemplando al alcalde y observando que dice para levantar la mano antes que nadie.

El PRD ya no cuenta con tres de sus grandes fundadores, Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador y, aun así, los perredistas dicen que no pasa nada.

Una cosa es segura, México ya no cuenta con esa izquierda, la de los escritores José Revueltas y Heraclio Zepeda, la del inventor y luchador social Heberto Castillo, la de Arnoldo Martínez Verdugo y tantos otros luchadores comprometidos con su país.

Esa izquierda critica, valiente e inteligente murió con ellos, al menos no están para ver en lo que esta izquierda enclenque y aplaudidora del poder se ha convertido.

Qué pena.

¿MATARAS?

Recuerda usted que le comenté que juntó al palacio municipal el alcalde de Veracruz había autorizado la instalación de una exposición de siete cabezas de rasgos orientales y de aspecto mortuorio? Pues bien, muchos ciudadanos me han hablado para hacerme la misma precisión. Cada una de las 7 cabezas tiene en la frente una letra mayúscula que leyéndolas en formación normal de izquierda a derecha, el conjunto de letras dice “MATARAS”. Aquí la pregunta es: ¿Quien tuvo la insensibilidad de colocar ese mensaje ahí? ¿Lo habrá visto el alcalde? Digo, cualquier persona sensata las hubiera mandado a retirar de inmediato, no que ahora a esa galería de arte de pésimo aspecto hay que estarle descifrando jeroglíficos y códigos de muy mal gusto.

Comentarios a: vivirenelgolfo@gmail.com

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