Si hoy fueran las elecciones… gana el PRI / Rodolfo Herrera

A lo largo de la historia, las movilizaciones sociales han augurado cambios en nuestro país, sin embargo, los acontecimientos han demostrado que el sistema solo se transforma y cede unos cuantos metros, pero a final de cuentas el ansiado cambio de fondo no llega y el PRI termina resolviéndolo todo por la vía electoral.

     Y es que en estos momentos en que Ayotzinapa se ha convertido en un grito de guerra tanto para los millones de mexicanos que claman justicia, como para los oportunistas de la política que encuentran una vía posible para llegar al poder, la verdad es que en términos reales, no habrá ni una cosa ni otra.

     Nos guste o no, en estos momentos el PRI se encuentra bien posicionado ante el electorado y eso le viene muy bien la clase política, a los presupuestívoros del poder que succionan a placer la enorme ubre gubernamental, total, pese a marchas, señalamientos y clamores de justicia, el partido en el poder está en condiciones de resolver la crisis, confiados en que a los mexicanos se les olvida todo.

Y al parecer, los políticos tienen razón.

Aun así, el PAN tratará de aprovechar en los próximos procesos electorales el hartazgo que se vive en la sociedad tanto por hechos de violencia como de corrupción, eso fue lo que afirmó el ex legislador federal, escritor, periodista, campañólogo político y militante panista Arturo García Portillo, quien dijo que en esos momentos su partido le está apostado  aprovechar el rechazo que hay en la sociedad contra el PRI y el gobierno federal. Eso viene siendo así como una declaración de ineptitud, de incapacidad para transformar a una sociedad al través de un trabajo político serio y convincente.

Sin embargo, el triunfalismo panista no contrasta con lo dicho con toda desfachatez, por el secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, José Encarnación Alfaro, quien a su paso por Veracruz negó que el gobierno federal esté sufriendo el hartazgo colectivo y rechazo de la sociedad, en cambio, afirmó que tanto el partido en el poder como su presidente se encuentran bien fortalecidos y gozan de la simpatía del electorado.

Aunque de pésimo gusto, las palabras del priista gozan de valor científico, pues en estos momentos en que es evidente el descontento social y las movilizaciones se dan en todo el país, lo cierto es que en la preferencia electoral el PRI está posicionado muy por encima del PAN y ya no se diga del PRD.

Mire usted, en este entorno de descontento, confusión y de un evidente rechazo en contra del Presidente de la República por los hechos de Ayotzinapa y la compra de una residencia que la primera dama de México hiciera en Lomas de Chapultepec, no faltaron los oficiosos que solicitaron las oportunas encuestas para conocer en qué posición política se encontraba el residente de Los Pinos.

Sin embargo, los resultaron sorprendieron a los propios priistas cuyos números vinieron a darles oxígeno y por supuesto, la firme convicción de que “no pasa nada”.

A pregunta expresa de que “Si hoy fueran las elecciones para diputados federales ¿Por qué partido votaría usted?

El resultado está así: PRI cuenta con el 42 por ciento de las preferencias electorales, PAN 22 por ciento, PRD 16 por ciento, Morena 7, PVEM 5, Movimiento Ciudadano 4, PT 3,  Nueva Alianza 3, Encuentro Social 0 y Partido Humanista 0.

Es decir, ni los hechos de Ayotzinapa, ni la corrupción, ni la “Casita Blanca”, ni la inseguridad, nada ha sido suficiente para que la sociedad cambie su preferencia mayoritaria por el PRI.

¿Entonces? Si el PRI resuelve todo por la vía electoral, ya sea comprando el voto, entregando despensitas o al través del tráfico de beneficios con los programas sociales, ¿Por qué tendría que preocuparse?

Una cosa es cierta, pese a todo el hartazgo social, no hay entre los mexicanos un auténtico liderazgo que los guíe hacia un cambio de fondo por la vía pacífica y al parecer, una vez pasada la crisis, el PRI podrá disponer de todo cuanto sabe hacer para seguirse perpetuando en el poder.

Y así… La historia se volverá a repetir.

OTRA DEL PROCURADOR CANSADO.

La intentona de uso de fuerza por parte del Procurador General de la República Jesús Murillo Karam para hacer un aparente escarmiento contra jóvenes detenidos que protestaban por los hechos de Ayotzinapa, deja en claro que el procurador priista tenía razón, está cansado, abrumado por los acontecimientos e imposibilitado para seguir ejerciendo como abogado de la nación. Los cargos contra los detenidos rayaban en la ridiculez y sin sustento jurídico debieron ser liberados antes de que el hecho de represión e injusticia generara otro conflicto a punto de crecer. Es claro que ya no abona ni a los llamados de paz ni a las amenazas de represión. ¿Por qué no lo cambian ya?

Comentarios a: vivirenelgolfo@gmail.com