México, muy mal calificado / Rodolfo Herrera

En plena crisis de credibilidad política y social, el gobierno mexicano estrenó también el último resultado de la evaluación que hiciera Transparencia Internacional y que nos coloca como muy buenos para la corrupción y extremadamente malos para la honestidad.

Y la verdad el asunto es desmoralizador porque cuando se dice que México destaca entre los países más corruptos de América Latina y del mundo, los mexicanos no dejamos de sentirnos culpables cuando en realidad la culpa la tiene un pequeño sector, campeón en esas estadísticas y casualmente se trata de los políticos en el gobierno.

Cómo se puede calificar a los mexicanos con un señalamiento que si bien es cierto la gran mayoría lo ejercemos a placer, los que gobiernan dan enormes muestras y hasta el momento no hay nadie que quiera darle una solución a nivel de escarmiento, es más, ni siquiera los 10 puntos del combate a la corrupción anunciado por el Presidente de México nos llena el ojo.

Más bien creemos que van a montar una especie de teatro para enjuiciar a alcaldes que ni siquiera saben hablar bien el español, como el del municipio de “chiripas” por ejemplo, pero a los grandes consumidores de dinero mal habido y del gusto por acumular propiedades en México y en el extranjero, los seguimos viendo circular tranquilamente, sabedores de que para ellos no fue diseñada esa estrategia de persecución.

Transparencia Internacional nos coloca en el lugar 106 entre los más corruptos de 170 países evaluados, competimos directamente con Venezuela, Paraguay y Brasil.

Si hablamos de corrupción, Transparencia Internacional sale siempre con su nada novedosa calificación de que México se encuentra a la cabeza entre los más corruptos del mundo.

Pero si hablamos de educación, de desarrollo económico o de seguridad, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), nos vuelve a subir al podio para exhibirnos en el medallero.

Y la pregunta es mis apreciables e inteligentes amigos: ¿Tons pa que chingao sirve el Instituto de Acceso a la Información Pública? El IFAI. ¿Y la Contraloría General de la República? ¿Y todos los presuntos controles que deben vigilar que los funcionarios se enriquezcan frenando el desarrollo de México?

Miren ustedes, en México hay buenos y sobrados ejemplos de ciudadanos eficientes y honestos, pero desgraciadamente la mayoría trabaja solo, sin apoyo o se tiene que ir de este país donde le reconozcan su esfuerzo.

Les pongo un ejemplo, la semana pasada, la Asociación de Universidades de Alemania le entregó un reconocimiento, con dinero en efectivo en euros además, al joven profesor chilango Raúl Rojas como “Catedrático Universitario del Año”, por su trabajo en la Universidad de Berlín e innovaciones en robótica.

¿Y sabe qué? Gente como ese destacado profe hay muchos, pero desde luego que nadie del gobierno de este país lo colocaría al frente de organismos de desarrollo académico como el Conacyt. Claro que no, ahí va nada menos que un político picudo de esos del PRI, PAN o PRD buenos para el ejercicio del presupuesto ajeno, o un amigo del amigo claro está.

Entre los países de América Latina mejor calificados en anticorrupción se encuentran Chile y Uruguay, este último país gobernado por el presidente  José Mujica que llega a los eventos manejando su Volkswagen.

Digo, acá del lado del pueblo también vimos a un Andrés Manuel López Obrador viajando con un Tsuru siendo Jefe del Gobierno del DF, pero a su chofer le pagaba más de 100 mil pesos de hace 10 años, su tesorero lo descubrieron en Las Vegas metiéndole mano al cajón y su principal operador, el Profe René Bejarano, salió en tremenda cámara escondida metiéndose los billetes a la bolsa.

A los mexicanos no nos alegran las estadísticas aunque ya tampoco nos espantan, pero si quisiéramos cambios de fondo y sanciones penales para quienes abusan del poder.

DIPUTADOS… EN OTRO PAIS.

Tal parece que los diputados federales están viviendo en otro país o de plano le están echando ganas a la tribuna para justificar su salida de vacaciones.  Para ellos el combate a la corrupción no existe, a la crisis generada por los desaparecidos de Ayotzinapa ya le dieron carpetazo y ahora se la pasan discutiendo detalles, como si el país no requiriera de un trabajo más serio y responsable. Esto tiene una explicación, los legisladores del PRI, PAN y PRD pertenecen a la misma clase política, viven en su área de confort y lo que le pase al resto del país no es asunto suyo. Así de claro.

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