Recortes presupuestales (Última parte) / Lino Perea Flores

LINOPensar que el problema de la economía mexicana solo se constriñe a un recorte presupuestal sin consecuencias, no es la interpretación más afortunada ya que deja de lado la comprensión de cuáles fueron las causas que originaron en principio esta medida, porque si nos remontamos a los orígenes que dieron como resultado esta determinación, podemos atisbar que son la derivación de un proceso que contiene varios antecedentes de los que ya hemos mencionado algunos, encontrando entre los más conspicuos la caída en los precios del petróleo, el desplome en los niveles de extracción del crudo mexicano, pero sobretodo un desorden estructural en las finanzas públicas del país, que se explica por haber recurrido tradicionalmente a completar en un 35% los déficit presupuestales anuales de gobierno, pero que al ya no ser posible recurrir a este fácil expediente dado el entorno internacional prevaleciente, el panorama para el país se nos ha complicado.

Quienes más están resintiendo la caída de los precios del petróleo, son países productores como Rusia, Noruega, Reino Unido, Venezuela, Irán, Nigeria, Canadá, Arabia Saudita, Kuwait y otros más entre los que se encuentra México; sin embargo, para nuestro país en el entorno prevaleciente, lo único sensato es solventar esta escasez de recursos que desde antaño debió de corregirse a través de otros mecanismos. Utilizar los ingresos por exportación de una empresa paraestatal como Pemex para cubrir los déficit presupuestales de la nación, fue una salida trivial para México que hoy le resulta sumamente onerosa.

Como los excedentes petroleros por exportación eran transferidos para completar el financiamiento de los presupuestos de ingreso de México, esto junto con las excesivas fugas y cargas financieras en ese sector, mermaron la capacidad de Pemex al irle provocando un déficit crónico en sus finanzas, que solo se pudieron sostener con mayores volúmenes de producción y exportación de crudo, pero que al llegar a su frontera de agotamiento, provocaron el colapso financiero de dicha empresa, de ahí la necesidad de una reforma estructural energética. Actualmente la falta de recursos se completa con mayores precios a la gasolina que equivalen a un gran impuesto, enviando por otro lado, a la deuda pública los pasivos más onerosos para la empresa, como los pasivos contingentes de la empresa. Hoy ya nadie se acuerda y se ve como normal.

En esta lógica, existen otros fenómenos de carácter estructural que contribuyen a incrementar los pasivos de la nación y han contribuido también a los recortes presupuestales, como por ejemplo la deuda subnacional, es decir la de estados y municipios, que por el tamaño de sus economías resultan onerosos, provocando en algunos casos un retraso en los patrones de desarrollo de ciertas entidades federativas, como es el caso de Campeche, Guerrero, Oaxaca y Veracruz, donde  estos dos últimos estados reportan los mayores atrasos económicos en el país al finalizar 2014, de acuerdo a los análisis de “Semáforos  Económicos Estatales” del 12 de febrero de 2015, de un grupo de notables economistas  reunidos alrededor de “México, Como Vamos”, que puede ser consultado en la liga:

http://www.mexicocomovamos.mx/documento-hay-un-mexico-que-crece-donde-esta-semaforos-economicos-estatales/

Por último, como lo hemos reiterado a través de los años, no hay soluciones fáciles si no alternativas inteligentes, por ello es necesario utilizar la imaginación e inteligencia conjuntamente con los factores de la producción, para poder considerar otras opciones; de esta forma, es necesario pensar que la forma más sensata de poder enfrentar esta situación, es dejar de pedir prestado, pagar lo que se debe, pero también creando mayor valor agregado en lo que producimos, a través del trabajo y la inversión productivas. La alternativa hubiera sido el haber  cancelado por muchos años el progreso de México si hubiésemos seguido pidiendo prestado, aunque afortunadamente en lugar de hacerlo se optó por los recortes presupuestales junto con otras opciones colaterales. Desde esta perspectiva, si queremos salir adelante, no habrá más que practicar la austeridad, la transparencia y la eficacia.

Comentarios:   perealino@yahoo.com.mx  (*) Maestro en Ciencias y Doctor en Economía por la London School of Economics and Political Science, de la Universidad de Brunel y la Universidad de Londres, Inglaterra.

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