Sin lugar a dudas la designación del político Edmundo Martínez Zaleta como director General de Tránsito y Seguridad Vial del Estado (DGTSVE), además de ser uno de los pocos aciertos que ha tenido la actual administración estatal, era más que necesario.
Por lo que corresponde al calificativo de acierto, nos referimos a que Mundo reúne dos características fundamentales para poder desempeñarse en la función pública en forma adecuada. Por una parte es una persona que tiene experiencia como servidor público, pues entre los cargos que ha ocupado podemos citar: legislador local, alcalde de Papantla, delegado de su partido en varias ocasiones y otros más.
Y por la otra, en cuanto al conocimiento sobre la materia de tránsito y vialidad, Martínez Zaleta ya fue director de Tránsito del Gobierno del Estado de Veracruz y también a nivel municipal, aquí en Xalapa, en donde la vialidad es considerada la principal problemática que tiene la ciudad.
Así que lo idóneo del personaje para el cargo está dado, ahora sólo falta poder dar solución a lo que seguramente ya encontró: una “dependencia” que por la población veracruzana desde hace ya 8 años ha sido calificada como la Cueva de Ali Babá, debido a los nefastos personajes que han sido nombrados como sus titulares, todos sin ninguna experiencia sobre la materia, pero eso sí, muy buenos para la administración de recursos públicos y de los veracruzanos.
Lo primero que seguramente ya enfrentó el flamante titular de la DGTSVE, es la sobrepoblación de personal que nada tiene que hacer en la dependencia, lo que aunque sea grave, no lo es tanto como los otros asuntos que son un escándalo público. Por una parte tenemos el contubernio que existe entre la DGTSVE y las empresas que prestan el servicio de grúas, así como también lo amañado, en cuanto a la posición y distribución de la señalética que sobre vialidad hay aquí en Xalapa. Esto sin contar las injusticias que a diario cometen todos los delegados de la institución a lo largo y ancho de la entidad veracruzana.
Como ya es costumbre, pues de ser noticia paso a ser parte de la vida diaria de los jalapeños, el que aparezcan a diario noticias en los medios de comunicación sobre la forma tan arbitraria en que indebidamente levantan automóviles que según el encargado de la grúa “están mal estacionados” y se los llevan al corralón que más les conviene, es una de las situaciones que urge de solución Martínez Zaleta, pues de no ser así, parecerá que también está de acuerdo con el negocio. Acción que están haciendo al margen de la ley, pues las grúas particulares no pueden sin permiso del dueño del automóvil, levantarlo y llevárselo al corralón. Si lo hacen están cometiendo el delito de robo, aunque el auto esté mal estacionado. Pues estos vehículos (las grúas particulares) no son parte de la dependencia y por tanto no tienen autoridad para hacerlo. Para efectuar la acción tienen que presentarle al dueño un oficio o lo que usted quiera que sea, que los autorice para hacer el levantamiento del auto y el correspondiente arrastre, por parte del Director General de Tránsito y Seguridad Vial del Estado. Y a la fecha en los casos que he tenido conocimiento de esta situación, nunca han presentado oficio alguno que los autorice para hacer el levantamiento y arrastre correspondiente.
Otra de las cosas que se tienen que corregir a la brevedad y con urgencia, es el que los o las “agentes de tránsito” dejen de viajar junto con el chofer de la grúa, en la cabina de la grúa. Pues cuando algún ciudadano deja su vehículo en la calle, y no hay señalética que indique que no se puede estacionar allí, tampoco hay “autoridad”, -como ellos se autonombran- que le indique al ciudadano que está prohibido estacionarse allí. Pero en el momento que el ciudadano se aleja de su auto, aparece sospechosamente en el lugar la grúa, con el o la “autoridad” montado o montada en la grúa y sin aviso alguno y eso sí, a la brevedad, con una gran eficiencia, el operador de la grúa procede a levantar y llevarse el auto y la “autoridad” de inmediato llena con una letra ilegible la infracción y principalmente en donde va so nombre y si el automovilista tuvo la suerte de regresar al lugar antes de que se fueran, le entrega la infracción, en donde indica, eso sí claramente, que el automoviliesta estaba ausente, del lugar. Por lo que entonces caemos en una contradicción con la “autoridad”, como nos entrega en mano la infracción si estábamos ausentes. Pero si no tuvo el automovilista la suerte de regresar en el momento que la “autoridad” milagrosamente se hizo presente, tendrá que investigar, si su auto se lo llevó tránsito o se lo robaron, porque como las grúas particulares no tienen logo oficial, no se sabe quién se lo llevó.
Esta es una de las situaciones que ya es costumbre pase en Xalapa, y por más quejas que ha habido al respecto nunca el anterior titular hizo nada, lo que nos indica que las ganancias para las empresas que prestan el servicio de arrastre de automóviles en la ciudad es muy jugoso y por tanto protegido por la autoridad de tránsito, con la finalidad de que éstas no vayan a quebrar y por tanto no vayan a despedir personal y entonces el desempleo que aquí en Xalapa no existe, se vaya a disparar, así como en el resto de la entidad veracruzana. No vaya estimado lector a pensar mal, que estamos acusando a los anteriores titulares de la DGTSVE, de fomentar la corrupción, no. Lo que estos inteligentes servidores públicos hicieron, seguramente por órdenes de su Jefe Arturo Zurita, fue el cuidar a este tipo de empresas y combatir el desempleo en esta forma. Hay muchos más temas que abordar.
Esperemos que con el cambio que se dio las cosas cambien, y que dejen a Mundo Martínez Zaleta trabajar como sabe y lo debe hacer, saneando la dependiencia.
Hasta el miércoles.
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