En julio del año pasado en este espacio lo dijimos, pocos lo creyeron.
Mauricio Audirac Murillo llegaba a Sefiplan como parte de una reingeniería administrativa de la Prosperidad.
Nadie le quería entrar al toro por los cuernos, nadie quería ser el valiente para conducir el gigante financiero que es Veracruz.
Audirac llegó como Secretario de Finanzas, y a casi 8 meses de distancia, el contador prepara su salida.
Con este tema se manejarán distintas razones.
Pero lo cierto es que tanto Audirac como el mismo gobernador lograron reestructurar el esquema financiero jarocho.
Juntos consolidaron importantísimos proyectos como los Centroamericanos o la Cumbre Iberoamericana.
Audirac se va, esto es un hecho.
Sin resentimientos o rencores el ex titular del Órgano de Fiscalización superior, saldrá por la puerta de enfrente, y se centrará en proyectos de índole personal.
Con la vacante en Sefiplan se manejan dos prospectos.
Ricardo García Guzmán o Antonio Gómez Pelegrín.
García Guzmán arrastra una estela de inoperancia en la Contraloría General del Estado, pero su nombre está siendo examinado por quién manda en Veracruz.
Quizás Ricardo García ocupe las oficinas de finanzas, pero todo es aún un misterio.
La otra designación que está en la mesa es la de Antonio Gómez Pelegrín.
Toño es un funcionario honesto y eficiente.
Sin duda Gómez Pelegrín es uno de los sobrevivientes del gobierno de Miguel Alemán.
De llegar a SEFIPLAN se confirmaría una vez más que Javier Duarte de Ochoa mantiene una estrecha relación con uno de los ex gobernadores vivos que tienen línea directa con el presidente.
Hay que decirlo, Javier Duarte consolidará su gobierno de cierre.
Los movimientos del gobernador están más que calculados.
Ya no hay tiempo para experimentos.
A sus órdenes.
@IvanKalderon
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