El peor escenario (II) / Lino Perea Flores

El peor escenario económico para México parece que ha venido dibujándose de una manera paulatina en las últimas semanas, aunque pareciera que esta situación tenderá a alejarse de nuestra realidad económica a medida que pasen los meses, ya que todo indica que se irán tomando las previsiones del caso; de aquí, las últimas declaraciones del Secretario de Hacienda y Crédito Público de México, Luis Videgaray Caso, de que se tomarán para 2016 las providencias que sean necesarias parecen confirmar lo asentado. No obstante, la interrogante surge otra vez cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que las economías emergentes deben tomar “medidas urgentes”, en virtud de estar bajo la amenaza de salidas de capitales desde la India hasta Brasil, donde evidentemente en este escenario nuestro país no estará exento de peligros, en virtud de la especulación que estos movimientos siempre llevan consigo.

Lo importante es que se advierten desde ahora medidas correctivas en la hacienda pública a futuro, en virtud de contarse con menores recursos públicos, debido a mayores déficits, mayores endeudamientos y bajos precios del crudo de exportación, por lo que se anuncia para 2016 un presupuesto base cero, cuando habremos de apretarnos el cinturón eliminando los gastos excesivos o innecesarios, a través de una reingeniería financiera de grandes proporciones. No hay de otra, mientras tanto tendremos que sortear el temporal internacional que no parece que amainará en el corto plazo; mientras tanto, van a proliferar  los presupuestos base cero austeros, los recortes en los gastos corrientes y de inversión, más posiblemente ahora sí recortes en los sueldos de la alta burocracia, optimizando la asignación de los recursos públicos, pero sobretodo deberá de hacerse concurrir a los particulares y empresas, en este nuevo modelo de desarrollo.

Las opciones están muy claras y las hemos reiterado a lo largo de los últimos años, por ello debemos de impulsar nuestro sector exportador, que sin duda ayudará a fortalecer nuestro mercado interno también; al generarse círculos virtuosos de exportación, se debieran fortalecer las economías locales, en particular las de los municipios de México, lo que habría de impulsar inversiones productivas mayores y empleos mejor remunerados. Sin embargo, aunque las opciones son múltiples, dos sectores muy socorridos para nuestro país, son el sector turismo y el sector automotriz, que de acuerdo a los momentos que corren, junto con el influjo de remesas, nos pueden compensar las divisas que estamos perdiendo por los bajos precios del petróleo.

Existen dos áreas de oportunidad para los mexicanos que también deben estimularse; por una parte, el emprendedurismo, emprendurismo o emprendimiento, que es una actividad que debe inculcarse, fomentarse y premiarse, sobretodo segmentando las oportunidades para la sociedad en términos de jóvenes, adultos y adultos mayores, de tal forma que se generen oportunidades que les permitan a los particulares, pero contando con el apoyo de las autoridades de los tres niveles de gobierno. La otra área de oportunidades son los negocios internacionales, donde en el nivel municipal y estatal, se tienen las más amplias oportunidades de inversión productiva, pero habrá que reiterarles a las autoridades que dejen de intervenir  en este nicho de negocios y se les permita actuar a los particulares, ya que no es la función de un gobierno hacer empresas, si no facilitar el camino para que se promuevan e impulsen.

Otro nicho para particulares que los tres niveles de gobierno debieran difundir y promover, otra vez que no intervenir si no facilitar, es la asociación entre particulares de los municipios con los connacionales empresarios de países como Estados Unidos y Canadá, que pueden ser distribuidores o consumidores de los productos municipales, con mano de obra y proyectos industriales de México, pero con tecnología y capital extranjeros. Desde siempre se ha hablado de la “tierra de oportunidades”, al referirnos a los negocios para ambos lados de la frontera de México con nuestros vecinos del norte, aunque se habla mucho se hace poco. Ahora hay que materializar estas ideas.

Por último, es muy claro que nadie hará por nosotros, lo que no hagamos por nosotros mismos y por nuestra economía. Las oportunidades ahí están y hay que aprovecharlas, aunque estemos viviendo el peor de los escenarios, debemos de cambiar y no seguir haciendo lo mismo, ya que de otra manera solo obtendremos los mismos resultados.

Comentarios: perealino@yahoo.com.mx (*)Maestro en Ciencias y Doctor en Economía por la London School of Economics and Political Science, de la Universidad de Brunel y la Universidad de Londres, Inglaterra.