Desafiante / Virginia Durán Campollo

El Instituto Nacional Electoral (INE) se muestra desafiante y nace muerto. Lo hace en el caso del Partido Verde Ecologista Mexicano (PVEM), con el que se ve impedido o coludido para fincarle responsabilidades. Aun cuando existen pruebas irrefutables de sus violaciones, el  instituto se ve imposibilitado para fiscalizar. No es un escándalo menor.  Casi 150 mil firmas de personalidades, de todos los sectores sociales, han sido recabadas para solicitar que pierda el registro. Las atrocidades e irregularidades electorales,  están registradas.  Todos son semejantes.

Lo vemos  con sus spots de campaña, donde se inculpan. Actos de delincuencia tales que da hasta miedo.  Se quitan las máscaras. Por ello el fastidio, en contra de los partidos políticos nacionales y de lo que de ellos emana. Una encuesta muy seria, registra que el 75% por ciento de la población no les interesa ni el tema ni participar. Por lo visto  tendrán que recurrir a su voto duro, que también es cuestionable pues se trata de “acarreados”. Eso ya debe regirse, como una violación a los derechos humanos porque son explotados.

*** “Hoy le digo al partido gobernante y a la partidocracia en general, no tienen derecho a robarnos la esperanza a los mexicanos. Lo he dicho hasta el cansancio, no se puede mover a México sin esperanza. No aceptemos el paradigma de que somos una generación condenada a sufrir la maldición de la corrupción. México sí tiene remedio; el problema no es cuándo vamos a terminar, sino cuándo vamos a empezar a hacer las cosas bien, con patriotismo. El derecho a la libertad lleva implícitas 3 cosas: un espíritu de lucha que da la dignidad y que busca conquistar y ampliar las libertades de todos, no sólo la de sus élites o las mías. Dignidad que ve de frente al ser humano, ni para arriba, ni para abajo. Un espíritu de lucha que reconoce que libertad y responsabilidad van juntas. Que no se puede tener una sin la otra y que nadie hará por los mexicanos lo que no estemos  dispuestos a hacer por nosotros mismos y un espíritu de lucha que reconoce a una ciudadanía comprometida en la construcción de su futuro, y no una población que espera que las cosas caigan de arriba. Atrevámonos a construir el nuevo México que merecemos, seamos los nuevos mexicanos”, en el criterio de Manuel Clouthier Jr.

*** Mientras en Veracruz los priistas locales aplauden a rabiar, la presencia del ex (¿actual?) gobernador Fidel Herrera, en el PRI de Oaxaca, en sus muros, le registran  de asesino según  comenta el columnista Mussio Cárdenas. El delegado priista hoy por esa entidad, no podrá realizar sus actos de mapache para ganar los votos a mal sana. Lo repudian por ladrón que sí lo es.  Son los corporativos los duros. No pasará, dicen.  Enerva saber que Rosa Borunda, junto con la madre del gobernador del lugar, esté haciendo negocios con la  obra pública. Y que el primogénito, Javiercito, se quiera catapultar de ahí para gobernador de Veracruz, asaltando lo poco que queda del erario público. Hay priistas que hay que esconder, sobre todo en las elecciones.

*** Se le ve forzado.  Se nota en sus torpes movimientos. El otrora príncipe, el poder tras el trono, tiene que mezclarse con el pueblo y le disgusta. Esa “prole”  a la que debe abrazar, besar, escuchar y comer- ¡fuchi!- de su elemental comida. El “pirruris” Edgar Espinoso, está haciendo el sacrificio de su vida en busca del fuero. Ése que lo protegerá, cuando venga la ley al Estado. Manejó la caja chica tanto de la Universidad Veracruzana como de la Secretaria de Educación de Veracruz y se enriqueció. No dio cuenta, más que a sus inmediatos. Su riqueza es incalculable. Tiene algún  registro en monto y expansión. Ya veremos cómo responde el electorado, ante estos delincuentes de “cuello blanco” y manos muy sucias.

*** Veracruz pierde a un  político de clase verdadera, en la persona de don Guillermo Zúñiga Martínez. Profesor normalista, abogado, político, orador y servidor público. En su caminar por el centro de la capital, siempre erguido, saludaba a innumerables personas. Tenía educación, cultura, prestancia y gran personalidad. El trato respetuoso, de mano suave. El diálogo pausado e inteligente. Impactaba su presencia, pero se suavizaba en la cercanía. Todo lo que se ha escrito y dicho de él es meritorio. Representaba el maestro Zúñiga dignamente, a la clase gobernante de antes. Pulcro, altivo, bien vestido, conocedor. Sus vastos conocimientos lo hacía un gran orador, ciencia de la cual   hoy carece la mayoría de los integrantes en el poder. Un ejemplo en todos sentidos, de verdadero conocimiento académico. Una pérdida irreparable.

*** Queda un último, con algunos de esos valores, quien fue el que lo despidió. No usó un discurso político sino una reflexión honesta, para el personaje y amigo. Se le vio y escuchó sincero. El doctor Flavino Ríos Alvarado, Secretario de Educación de Veracruz, en la explanada de la institución, dirigió un sentido mensaje a las decenas ahí reunidas para homenajearlo de cuerpo presente. Descanse en paz.

*** Se le veía sonriente, a gusto. Era su primera aparición pública, después de un corto ostracismo, y tenía que aprovecharla. Saludaba eufórico. Por fin volvía a lo suyo: el protagonismo. Lo malo es que era un acto solemne y de luto. Tal vez en la emoción del momento, Juan Antonio Nemi Dib lo olvidó. Estos políticos de ahora…

*** Por cierto que muchos quisieran las muestras de cariño y amistad sinceras, que recibió en su pasado onomástico el apreciado maestro Marco Antonio Figueroa. Un hombre de valores, preocupado por todo y por todos.

*** Y para las agruras del mole…usted sabrá que tomar. Hasta la próxima.