La deuda con los trabajadores / Rodolfo Herrera

Con un salario que no alcanza y despidos en la industria petrolera, la clase obrera nacional celebra  el “día del Trabajo” con un cúmulo de protestas por la carestía y el bajo sueldo, en tanto que los líderes sindicales permanecen intocables y apapachados por la política.

ESCRITORComo cada primero de mayo, casi 50 millones de trabajadores celebraron el Día del Trabajo y las centrales obreras, lo hicieron desfilando por las principales ciudades en todo el país.

Al mismo tiempo, esas centrales como la CTM, la CROC y la CROM, al través de sus dirigentes sindicales permitirán dos cosas:

A) Que los obreros se desahoguen lanzando consignas contra el gobierno por la carestía y los bajos salarios.

B) Pero también lanzarán alabanzas y porras a sus dirigentes sindicales y por supuesto, a los partidos que los mantiene ahí, incólumes.

¿Pero qué hicieron esos mismos dirigentes sindicales desde el año pasado cuando protestaron contra lo mismo?

Mire usted, a mediados del año pasado, el jefe de gobierno del Distrito Federal Miguel Ángel Mancera propuso que el salario mínimo sufriera un incremento considerable, debido a que los trabajadores ya no podían vivir con 67.29 pesos diarios, o sea, 2 mil 18 pesos mensuales.

Se organizó una gran discusión nacional donde incluso se integraron los partidos políticos, en el caso del PAN,  colocaron módulos móviles en todo el país para preguntarle a la gente cuánto querían ganar.

La hipocresía política llegó al extremo de comenzar a pelearse entre partidos tratando de adjudicarse la autoría de la propuesta con fines electorales, o sea, esperaban que los trabajadores dijeran que gracias a los partidos políticos el salario se estaba incrementando.

Desafortunadamente no fue así y el primero de enero de 2015, los trabajadores mexicanos amanecieron con la noticia que ya contaban con un incremento salarial.

Es decir, de los 67.29 pesos que ganaron en el 2014, ahora contaban con un salario de 70.10 pesos en el 2015, o sea, de los 2,018 pesos mensuales pasaron a los  2,103 pesos, su incremento fue de 2.81 pesos diarios, o que es lo mismo, su incremento representa lo mismo que un huevo, un bolillo, una fruta de las más accesibles, con lo cual es imposible mantener a una familia.

Entonces para qué tanta discusión y alharaca por parte de los partidos? ¿Por qué no salieron a decir que cuando se fijó el 2.81 pesos de aumento, se quedaron callados y escondieron la cabeza?

¿Y mientras tanto, qué pasó con los dirigentes sindicales que hoy marcharán como orgullosos virreyes?

Mire usted, guardaron silencio los líderes de la CTM, de la CROC, de la CROM, electricistas e incluso petroleros cuyo dirigente Carlos Romero Deschamps, quien cumplió 36 años como legislador y en todo ese tiempo solo ha presentado una sola iniciativa.

Con total descaro encabezarán las marchas de protesta sabiendo que ellos como dirigentes, no viven igual que el común de los trabajadores, tienen varias propiedades, vehículos, dinero y guardaespaldas para su seguridad personal. ¿Eso es justo? ¿Verdad que no?

¿Y los legisladores? Esos diputados que este año concluyen con su periodo de 3 años ¿Qué hicieron por la clase trabajadora?

Usted recordará que al inicio de este gobierno los principales partidos PRI, PAN y PRD entraron en una fuerte discusión en tribuna para ver la posibilidad de que en los sindicatos sucediera lo siguiente:

1.- Que los dirigentes sindicales no puedan reelegirse.

2.- Que el manejo de los recursos producto de las  cuotas sindicales que les quitan a huevo a los trabajadores, sean auditables y transparentes.

3.- Que el voto sea libre y secreto.

¿Y sabe qué paso? Absolutamente nada, la clase política permitió que los líderes sindicales permanezcan intactos, sin rendir cuentas, reeligiéndose varios periodos mañosamente y sin declarar absolutamente nada, de lo que le entra al gremio por el descuento sindical que le hacen a los trabajadores y que los líderes gastan en placeres personales, en regalos a sus hijos, viajes en jet privado con sus hijas acompañadas de sus mascotas entre otras banalidades.

Pero eso hoy, 50 millones de trabajadores en México de los cuales 10 millones están en las calles en el comercio informal, en promedio 62% son hombres y 38% mujeres, entre los que hay menores de edad, este primero de mayo no tienen nada que celebrar.

MENORES QUE TRABAJAN

En México hay aproximadamente 3 millones de niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años que realizan alguna actividad económica, es decir que trabajan para ayudarse en sus estudios, contribuir con el gasto familiar o de plano para poder comer para vivir, de esos pequeños el 68% son niños y el 32% son niñas que no tienen ninguna seguridad social.

El 26 de junio de 1973 en la convención de Ginebra, 128 países entre los que se incluyó México firmaron el acuerdo para no permitir que los niños y niñas sean explotados laboralmente, pero en nuestro país el efecto fue en sentido contrario, debido a que como menores de edad no tienen garantías laborales, como derecho a una vivienda, a un salario mínimo, al servicio médico del IMSS, aguinaldo y vacaciones.

Es decir no los protege nadie, ni los sindicatos, ni los políticos ni el gobierno, ah pero eso sí, en tiendas de autoservicio los obligan a cumplir con un horario bajo la amenaza de ser despedidos, esos 3 millones de niños y niñas, algunos desde los 5 años de edad, permanecen ahí trabajando para subsistir, explotados, los vemos y hasta parece que son invisibles,

Esa es la realidad de los niños trabajadores de México que tampoco tienen derecho a celebrar el Día del Trabajo.

Comentarios a: vivirenelgolfo@gmail.com

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