Más obras, ¿y con qué dinero? / Manuel del Ángel Rocha

En matinal conferencia de prensa, el gobernador Javier Duarte arremetió hasta contra  el “bronco”, Jaime Rodríguez Calderón, gobernador electo de Nuevo León, del que dijo una vez que estuviese despachando,  vería que “una cosa es ser cantinero y otra borracho”, y justificó, que uno de los dos anuncios importantes que hizo el día de su  toma posición (la construcción de la Autopista Tuxpan-Tampico, que incluso se trasladó a ese puerto a dar el banderazo de salida), apenas se había concluido la compra de los terrenos para tener derecho  a la vía de acceso, y que será hasta el día 25 de septiembre, que acuda el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, a la colocación de la primera piedra. Hágame usted el favor amable lector,  resulta que aquello que anunció con bombo y platillo hace  casi cinco años no se ha hecho, que resulto  una mentira, y que nos tomó el pelo, porque no tenía liberados los terrenos para la construcción de la obra. Como creerle hoy que lo que está anunciando será verdad, si en estos cinco años solo minutas con promesas  a las innumerables manifestaciones por ofertas incumplidas y obras inconclusas en la Plaza Regina Martínez.

Ya medio repuesto después de que la semana pasada se desahogó del pesar que le embargaba, al señalar que ciudadanos, escritores e intelectuales lo habían “linchado”, por el multihomicidio de la colonia Narvarte en le ciudad de México, el gobernador  acudió a su actitud triunfalista para sostener que el gobierno de Veracruz cumple con todos los compromisos contraídos, (solo en función a los temas de las preguntas hechas),  y que ahora dentro de su programa de obras, antes de finalizar su sexenio, terminara el Túnel Sumergido de Coatzacoalcos, construirá el puente Boca del Río-Alvarado, la autopista Minatitlan-Coatzacoalos, y  Coatzacoalcos-Teapa. De lo único creíble para que  la segunda obra se realice, es que media en esa gestión el diputado federal panista, por el distrito de Boca del Rio, Francisco Gutiérrez de Velasco, presente en la conferencia de prensa junto con el Secretario de la SIOP, Tomas Ruiz González. No dio cifras de los  montos de las obras, como tampoco  de donde vendrían los recursos.

Justamente hace ocho días Javier Duarte de Ochoa, aseguró ser víctima  de lapidación por la muerte de varios trabajadores de los medios de comunicación, lo que ofendía a ocho millones de “veracruzanos que represento”. He de precisar que yo, como muchos veracruzanos no nos sentimos representados por Duarte, como tampoco ofendidos por lo que los  intelectuales y artistas opinen de él y su administración. Yo como miles de  veracruzanos nos sentimos ofendidos e indignados  por la clase de gobierno que tenemos. El gobernador no debería de preocupase, porque la sociedad ya hizo público su juicio sobre él, a pesar de que aún le falta más de un año para que termine su insulsa gestión. Él representa a un grupo enquistado en el poder, que lo precede y  hereda el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán. Este  sigue operando muchas de las decisiones políticas que concurren dentro del PRI  y la administración estatal. Este grupo compacto ha reciclado para legitimarse, una serie de personajes innombrables, que han transitado de parásitos por diferentes sexenios, para depredar el presupuesto, y medrar con sus puestos en beneficio de sus grupos, a los que mantienen con prebendas y cuotas clientelares que el PRI  les exige  cada vez que hay elecciones.

A la par de que en el Distrito Federal, la PGJ de la capital, tiene las pesquisas  muy adelantadas sobre la indagatoria del multihomicidio,  el gobierno de Veracruz carente de credibilidad y apoyo social, se  cobija en personajes tan siniestros y anti populares como el mismísimo Diego Fernández de Ceballos, Carlos Alazraki, o el inefable de Carlos Marín, para que salgan en su defensa, toda vez que  su desprestigio  y mala fama, trasciende allende nuestras fronteras,  por el asesinato de más de una docena de periodistas. Amén de su pésima imagen como administrador de los recursos públicos de los veracruzanos,  que bien haría en no hacer ya ningún pronunciamiento en la construcción de obras, porque la que anunció (la autopista Tuxpan-Tampico) de manera espectacular el día de su toma de posición,  se la va a venir a construir el gobierno federal.  A estas alturas, lo más sano para este gobierno, es que se guarde, como los osos,  a invernar, y ya no siga creando falsas esperanzas en la ciudadanía. Que siga haciendo  lo ha hecho en estos casi cinco años, rapiña presupuestal, y a invernar como los osos robustos, no como la osa famélica, que volvió viral las redes sociales por más de tres días hace una semana. Escuálida, desnutrida, como los miles de veracruzanos que ingresaron al cinturón de pobreza extrema sin poder comprar siguiera la canasta básica del mes. Así las cosas, con qué dinero se pagaran más obras, si al gobierno no  le alcanza con su gasto corriente ni para el pago de nómina de sus propios empleados.

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