Grecia, China, petróleo, devaluación (última parte) / Lino Perea Flores

Para tener una idea exacta de lo que pasó hace aproximadamente quince días, es menester mencionar que solo durante el lunes 24 de agosto de 2015, se evaporaron alrededor de dos billones 426 mil millones de dólares de los mercados bursátiles del mundo, lo que nos ilustra las proporciones que va adquiriendo la crisis financiera global, que ha afectado tanto a países desarrollados como emergentes como el nuestro, donde los más afectados han sido los que se encontraban cerca del epicentro de esta debacle, que fueron las bolsas asiáticas y europeas, que a su vez provocaron que otras bolsas del mundo también se cayeran.

Detrás de esta realidad financiera está sin duda la degradación de la actividad de la economía China, que de acuerdo con algunos analistas económicos tiene su origen en la disminución de su capacidad exportadora, de manera importante. Esta disminución se debe en los últimos meses, a una desaceleración del sector manufacturero chino, que se ha venido contrayendo en la última década y ha ocasionado que otras economías también sean impactadas como las de los Estados Unidos de América y la de México, como bien lo señala Markit Economics; de esta manera, para el primero de septiembre del año en curso se vuelven a observar una vez más, los efectos de las turbulencias causadas por la caídas en los índices de la manufactura china, que representan la mayor caída de los últimos seis años.

Desafortunadamente los efectos de esta crisis económica y financiera, tiene repercusiones en otras economías del mundo, como en el caso de la economía canadiense que en este trimestre entró técnicamente en recesión; por otro lado, existen en México sectores que contrastan con los de la manufactura china con tendencias diferentes, como son las cifras de la industria automotriz de México, donde las ventas de la empresa automotriz Nissan Mexicana se incrementaron un 10.7% en agosto de este año, sumando 29 mil 179 unidades, que es el mejor desempeño para un octavo mes en la historia de esta empresa en el país. Aun así, los pronósticos de crecimiento de la economía mexicana para este año son muy modestos.

En consonancia con estos números, las ventas en los mercados de autos en México se incrementaron en total en un 7.9% en agosto de este año,  aunque este porcentaje haya sido menor al incremento en el mes de julio cuando fue de 21.7%; de todas formas, se confirma que la empresa mencionada es la compañía con el mayor volumen de ventas de autos nuevos en México, destacándose también que a nivel global, esta marca de autos se reafirmó como el mayor exportador de vehículos en el mundo.

En este mosaico de contrastes, las economías de España, Grecia y Rusia han dejado de ser noticia para abrirle paso a las noticias provenientes de China, que últimamente han ocupado los titulares de la mayor parte de los diarios del mundo; asimismo, también la lenta pero segura recuperación de la economía americana ha ocupado los titulares de los periódicos alrededor del mundo, sobretodo cuando existe la posibilidad de un incremento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de ese país.

Tal vez lo que más preocupa en estos momentos es la volatilidad que subsiste en los mercados financieros del mundo, ya que tiene su origen en el comportamiento de la actividad productiva de algunos países, que como China, países europeos y Estados Unidos, son claves para explicar la atonía de la economía mundial. Otro factor que tiene que ver con la volatilidad de los mercados financieros, son los precios del gas y del petróleo a la baja que impactan a aquellos países productores que como México, Canadá y Rusia, dependen en parte de su venta para su estabilidad financiera; sin embargo, los impactos en sus economías son distintos y tendrán que ser tratados por cada país.

Por último, la baja en la demanda agregada del mundo afecta a los países exportadores que como China y México, dependen de la capacidad de consumo de la economía global de los bienes que manufacturan, sobretodo en el caso de México, de la de Estados Unidos; por ello, si la economía norteamericana se fortalece, pero importa menos bienes chinos y mexicanos de los que exporta, en el balance las monedas china y mexicana se devaluarán, hasta el punto donde se pueda alcanzar otra vez una situación de equilibrio. Lo que es cierto es que todos estamos en el mismo barco globalizador.

Comentarios: linopereaf@yahoo.com (*)Maestro en Ciencias y Doctor en Economía por la London School of Economics and Political Science, de la Universidad de Brunel y la Universidad de Londres, Inglaterra.