Partidos en México, principal obstáculo de las mujeres: ONU

Los partidos son el gran obstáculo que enfrentan las mujeres en México para ocupar cargos de mayor jerarquía en la política, plantea Begoña Lasagabaster.

Entrevistada durante su visita a México con motivo de la reunión de la Alianza Global para Cooperación Eficaz para el desarrollo, la directora del área de Liderazgo y Gobierno de ONU Mujeres subraya que no basta con las cuotas de género para garantizar una mayor presencia femenina en la toma de decisiones.

– Desde la perspectiva de ONU Mujeres ¿cuáles son las barreras que enfrenta la mujer mexicana para lograr empoderamiento y equidad de género?
El gran obstáculo en México, y en cualquier lugar del mundo, son los propios partidos políticos. Siempre han sido los que de alguna manera dificultan la llegada de las mujeres a puestos de mayor jerarquía. Por eso las leyes de cuotas y de paridad son buenas, porque obligan a los partidos políticos a poner mujeres en esos cargos.

México está haciendo avances importantes en participación política. El hecho de que en las últimas elecciones tengamos un nivel importante de participación de mujeres tanto en la Cámara alta como en la Cámara baja con la cuota del 37 por ciento hace que sea uno de los pocos países de ese grupo de élite muy reducido, 39 países en el mundo, que tienen 30 por ciento o más de mujeres en sus legislaturas. En ese sentido es muy bueno.

– ¿Si los partidos son el principal obstáculo, ¿qué opciones tienen las mujeres?
Es un tema que requiere de cierto tiempo, pero sobre todo de transparencia, que la gente también conozca cómo funcionan internamente los partidos políticos, cómo se toman las decisiones, cómo eligen a los representantes de sus cargos.

Muchas veces nos dicen es que las mujeres no tienen interés en la política. El Banco Interamericano (de Desarrollo) estudió hace cuatro años a los partidos políticos en América Latina para saber cuál era la situación de las mujeres. Primer dato: a las mujeres les gusta la política, la afiliación de las mujeres en partidos políticos es más o menos el 50 por ciento, por tanto, las mujeres sí están en los partidos políticos, el problema es que no llegan a los cargos.

– A nivel de participación política de las mujeres ¿en qué áreas tendría que avanzar más el país?
En las Alcaldías, la participación de las mujeres sigue siendo muy limitada, sólo entre el 7 y 8 por ciento de las Presidencias Municipales en México.

Tiene que haber un cambio cultural para que tú veas a mujeres en posición de liderazgo en la toma de decisiones en la política o en cualquier otro ámbito, porque la misma sociedad valora distinto a las mujeres. En Bolivia han aprobado una ley que incluye en el Código Penal la violencia contra las mujeres en cargos políticos porque es tal la cantidad de violencia que han tenido que renunciar.

– Aquí tuvimos el caso de las “Juanitas, que renunciaron para ceder sus cargos a hombres…
Es el reflejo de una situación en la que “hecha la norma, hecha la trampa”. Es decir, si tenemos que dividir equilibradamente los puestos de responsabilidad política entre mujeres y hombres, pues van a tener que salir hombres de esos puestos y hay una fuerte resistencia a ésto.
Un sector de hombres que han tenido ese poder todo el tiempo se va a resistir y va a buscar todos los recovecos legales y electorales para poder hacer que lo que pone la ley no se cumpla.

– ¿Es suficiente con poner una cuota de participación para garantizar la equidad de género en la política?
Para que una ley permita el cambio primero requiere ser bien diseñada, segundo que tenga recursos para implementarse y recursos son desde inversión financiera hasta servidores que estén capacitados para poder cumplir esas leyes. Se necesitan instituciones como el Tribunal Electoral que establezca sentencias para quienes no cumplen, es decir, que los partidos políticos lo piensen tres veces antes de no cumplir la ley.

– ¿No resulta una paradoja que entre más espacios de participación se tienen, menos mujeres participan?
Hay una frase de (Michele) Bachelet y es que cuando una mujer está sola, la política cambia a la mujer, pero cuando hay muchas mujeres, las mujeres cambian a la política.

En ONU Mujeres estamos trabajando en ayudar a jóvenes a ser mentoras de otras. Hay que entrar, adaptarte en el sentido de poder tener resultados haciendo alianzas, y luego cambiar; pero pretender que una mujer lo pueda hacer sola no es posible, el Estado tiene que tener voluntad.

Fuente: Refroma.