El sapo inflado, una blasfemia ¿Victorias pírricas? / Carlos Morales Tapia

vengo con las mejillas del insomnio

los pañuelos del mar y de las paces

las tímidas pancartas del dolor

las liturgias del beso y de la sombra

 

El Puente – Mario Benedetti – 

Leo el texto de Silva Herzog-Márquez que ha escrito sobre Octavio Paz en la revista Nexos, con motivo del centenario de su natalicio y no puedo más que esbozar una sonrisa con cierto desdén del que ha leído cosas mejores, autores increíbles o verdaderas reseñas inconmensurables; “La civilización de Octavio Paz es también la civilización del presente”, apunta Silva Herzog.

Es más que obvio que sólo un intelectual puede escribir acerca de otro igual, sobre todo, como en el caso de Paz, porque a esa conclusión se llega a través de “Vislumbres de la India” debido a que, según el autor del texto: “Cada civilización es una visión del tiempo”.

Y sonrío con cierto desdén porque, también me pregunto: ¿Qué habría escrito, por ejemplo, Vasconcelos? El mismo que le dio su lema a la Universidad Nacional Autónoma de México y defendió estoicamente la gratuidad de la educación consagrada en el Artículo tercero de nuestra Carta Magna.

El mismo que apuntó que, la mexicana, es la raza cósmica. Y ese mismo desdén me hace reflexionar: ¿Y qué habría el maestro y padre putativo de de Paz, Jorge Cuesta, sobre ese alumno aventajado en poesía y poco versado aún en ensayo si, como sabemos, la obra que le valió el Nobel fue remendada y vuelta a remendar porque fue superada por la realidad que no previó el poeta que le cantó al tiempo, el presente perpetuo:

un sauce de cristal, un chopo de agua,

un alto surtidor que el viento arquea,

un árbol bien plantado mas danzante,

un caminar de río que se curva,

avanza, retrocede, da un rodeo

y llega siempre:

Los intelectuales –obvio, hablo de los tradicionales, no de los orgánicos, según la definición de Gramsci que aún sigue vigente y sin enmendar- sabrán que Vasconcelos y Cuesta fueron, a pesar de todo, dos de los más grandes pensadores y humanistas del México post revolucionario, creadores, cada uno y en su momento, de una escuela que separó al México Bárbaro de John Keneth Turner del México fantasmagórico de Juan Rulfo, a pesar de que ambos tuvieron la misma visión de nuestro país.

Vasconcelos, bueno, sobre él, hay un mar de tinta para disfrutar sus logros y fracasos; sobre Jorge Mateo Cuesta Porte Petit (Córdoba, Veracruz 1903-Tlalpan, Ciudad de México 1942) nadie habla, muchos han escrito y pocos sabemos que fue, el único escritor mexicano con leyenda (L. M. Sneider), la conciencia crítica del Grupo Contemporáneos conformado por Owen, Novo y Villaurrutia principalmente y que, en cada uno de sus textos, hicieron caer una bomba sobre esa cultura mexicana contemporánea en la que vivieron.

Sus ensayos lúcidos (de Cuesta) se leen hoy con la misma fuerza que fueron redactados y escrito en su momento, como ejemplo, citamos su Crítica de la reforma del Artículo Tercero, (1934) que le valió una golpiza por parte de Lombardo Toledano, o su Antología de la Poesía Mexicana Moderna que se ganó el calificativo de: Una antología que vale lo que Cuesta… de parte de quien no la había leído, que cayó como bomba sobre la “Civilización del Presente” y en la cual, obviamente, se incluye a Octavio Paz.

Y mi cierto desdén empieza desde que sé, gracias a Taylor que: En su sentido etnográfico más amplio, cultura o civilización es: aquel todo complejo que comprende conocimientos, creencias, arte, moral, ley, costumbres y cualquier otra facultad o hábito adquirida por el hombre como miembro de la sociedad, que le permiten modificar su entorno.

He ahí ¿Qué modificó Paz en su “Laberinto”? Vasconcelos reforzó la educación, Cuesta, fue uno de los transformadores de la idiosincrasia nacional pero ¿El sapo inflado? (Dije que Paz era un sapo inflado porque se ha inflado como se inflan los sapos cuando solamente escuchan su propio croar y algunos de ellos terminan reventados – Emmanuel Carballo-)

¿Qué hizo Paz para que se cometiera la blasfemia de colocar su nombre en letras de oro en el muro del Congreso del Estado de Veracruz? Digamos que es Políticamente correcto y que es la forma de dejar en claro que, el Presidente de la República demuestra que ganó su candidato para dirigir el PAN a nivel nacional, mientras que, en Veracruz, no le queda otra que aceptar tácitamente que perdió su candidato y con él, las esperanzas de no ver contender a Yunes por la gubernatura de la entidad.

¡Ah…! Porqué ha sido a propuesta de Acción Nacional que el nombre de Paz, haya sido inscrito con letras de oro en el muro del Congreso del Estado y no el de cualquier otro intelectual tradicional, mucho menos veracruzano (Que los hay y muchos); he ahí que me refiero, desde un principio, a los intelectuales tradicionales, de acuerdo con Gramsci y sus Cuadernos de la cárcel, puesto que, los orgánicos, es decir, los que surgen a expensas del grupo sociocultural al que le hacen falta (Entiéndase como el clero y los políticos) se encuentran recorriendo caminos que no alcanzamos a comprender del todo y que, sin embargo, logran demostrar su capacidad y poderío, a base de victorias que, en lontananza, parecen pírricas y que, sin embargo, le recuerdan al grupo intelectual en el poder que David venció a Golitah con una honda.

Hoy, 10 de junio de 2014, se presentan en el Congreso del Estado de Veracruz dos propuestas en materia político electoral, la del Gobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa y la del Grupo Legislativo de Acción Nacional, ambas, tendientes a armonizar la propuesta federal en la materia, también propuesta, a nivel nacional, por el PAN y que –se dice que lo que se ve no se juzga- para poder negociar la Reforma Energética, pidieron se trabaje antes en la electoral con miras a las elecciones del 2015 en la cual, obviamente, tendrán que volver a desaparecer las alcaldías de cuatro años, para sincronizar, por Reforma Constitucional, las elecciones federales.

Sin conocerla aún, Julen Rementería del Puerto, acompañado de María del Carmen Pontón Villa y Jorge Vera Hernández, dijo que habrá que estudiar el contenido de la propuesta del titular del ejecutivo estatal y si es menester, enriquecer ambas propuestas, sin embargo, por ser una modificación a nuestra Carta Magna, el gobierno de Veracruz se vería muy mal en no aceptar las disposiciones federales y alguien agregó –no por parte del Grupo Legislativo panista, claro- que entonces podría pasar como con la “armonización” de las leyes en materia de educación que, aunque el gobernador juró y perjuró que no le cambiaría ni una coma, la propuesta del ejecutivo, dos meses después de presentada, tuvo que ser modificada, so pena de ir, el gobierno de Veracruz, ante los tribunales correspondientes, por desacato a una ley federal, es decir, a un mandamiento constitucional y lo que se sabe del tema es: NADA sobre la Constitución, NADIE sobre la constitución.

De Oficio:

 

Por casualidad escuché que, aunque todavía falta tiempo para comenzar las campañas electorales con miras al 2015, muchos secretarios de despacho ya andan en pre campaña, utilizando recursos públicos, alguien señaló la famosa frase: “Porque los programas sociales son oro molido” y otro alguien, quizá el mismo agregó, luego entonces, los secretarios de despacho se han convertido en secretarios de Distrito.

Créanlo o no, como se ven las cosas desde aquí, todo es motivo de burla o escarnio, primero, porque muchos creen que todavía, los ciudadanos, nos chupamos el dedo, segundo, porque la política nacional, la CULTURA NACIONAL está volviendo al antiguo régimen del presidencialismo, aquel que se recuerda con otra frase famosa: “las que usted diga señor presidente” y por lo tanto, quien dirá quién va y quien no, será el titular del ejecutivo, nos guste o no (le guste o no –ahora sí- a los suspirantes).

Tercero, porque se va a necesitar, como dijera en su momento Oscar Chávez en su tema Nocturno a un diputado, más de 15 mil firmas (No sé porque recuerdo a Héctor Yunes en éste momento) o simpatía o complicidad de cantina o de burdel, como escribiera Emilio Carballido en su cuento “Cubilete”, para ganarse el apoyo “del cacique local o del gobernador” y poder, por lo menos, aspirar a la terna de la que saldrá el candidato a un puesto de “elección popular” a nivel federal.

Cambiando radicalmente de tema y para cerrar ya este líbelo con ínfulas de texto intelectual, nos atrevemos a decir que, en la política estrictamente local, la xalapeña, cuesta trabajo entender lo que está haciendo el presidente municipal, primero, porque a decir de muchos, de la mayoría, Américo Zúñiga se sacó “la rifa del tigre” y con escasos recursos, se está enfrentando a problemas colosales en la capital de Veracruz y no le queda de otra más que, hacer frente a la situación y soportar estoicamente las fuertes críticas de aquellos que lo elogiaron en sus cargos anteriores, como Secretario de despacho y como diputado local.

Hoy, el asunto de los dineros públicos y la deuda en la que se encuentra sumido el municipio debido a la deuda pública del Estado por bursatilización y otros rubros, no están haciendo las cosas fáciles para el edil capitalino, tiene que ver de dónde obtener los recursos necesarios para poder hacer obra pública de calidad y tal parece que, el fondo destinado a zonas metropolitanas sigue siendo escaso para resolver, de fondo, toda la problemática que presenta la capital del Estado.

Sin duda, es una tarea de épicas proporciones la que hay que enfrentar y, antes de lanzarnos a la crítica acérrima en contra del trabajo desarrollado en apenas 6 meses al frente de la administración municipal, hay que observar de cerca al munícipe y, si se puede, por qué no, echarle una mano con alguna propuesta viable que favorezca el desarrollo real de nuestra ciudad y su zona conurbada.

*Periodista Independiente en el Estado de Veracruz.

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