Evangélicos sí quieren castigo a manifestaciones

José H. Estrada

Xalapa, Ver. 05/10/14

Metropolitano.- Aunque ya fueron retirados los artículos que contemplaban la regulación de las manifestaciones en la iniciativa de Ley de Tránsito presentada por el diputado local Adolfo Ramírez Arana, para los evangélicos el problema de los bloqueos de calles deben ser sancionados, porque generan una afectación constante, por la incesante llegada de organizaciones a la capital de la entidad para protestar por diversos asuntos.

Al respecto, el presidente de la Red Evangélica de Veracruz, Guillermo Trujillo Álvarez, expresó que sí se debe ejercer alguna acción legal, para impedir que Xalapa, siga siendo un caos diario a manos de organizaciones que en muchos casos son adherentes al partido que gobierna, por lo que sus movilizaciones son más que por una demanda social, por asuntos políticos.

“Es inaudito que existan agrupaciones que ya hayan encontrado en el bloqueo de calles, y colapso no sólo de vialidades sino también de la economía, una forma para que el gobierno ceda a sus caprichos”.

Por citar un ejemplo el ministro evangélico habló de las constantes movilizaciones del Partido Cardenista que preside Antonio Luna Andrade, quien a base de chantajes al gobierno y utilizando miles de personas que no tienen la mínima idea de los motivos por los cuales se manifiestan, a menudo secuestran la ciudad y la convierten en un desorden al cerrar el primer cuadro; esto, sólo para que el ya mencionado obtenga beneficios, pues para nadie es desconocido que su máximo es llegar a una curul en el Congreso del Estado.

Y lo mismo ocurre, prosigue Trujillo Álvarez, con algunas otras agrupaciones como el Movimiento Popular Francisco Villa, y Antorcha Campesina. La mayoría de esas agrupaciones, son lideradas por personajes que en algún momento se vieron ligados al PRI.

Es por eso que el presidente de la REV insistió en que las dirigencias de los diferentes partidos en los que simpatizan o son aliados esas organizaciones, deben llamarles la atención, además el gobierno tiene que dejar de ceder a sus absurdas peticiones, toda vez que opacan el sentido de aquellas manifestaciones que no tienen afán de causar daños a terceros, y que especialmente son impulsadas por el bien común.

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