El poder judicial… también de vacaciones / Rodolfo Herrera

 

Así como los diputados y senadores abandonaron sus quehaceres para disfrutar de unas inmerecidas vacaciones, asimismo el poder judicial dejó de funcionar hasta el próximo año, no sin antes exonerar del delito de enriquecimiento ilícito a Raúl Salinas de Gortari.

Escribir    Como el clásico “sabadazo” que judiciales aplican a ciudadanos acusados de delitos menores, así el poder Judicial de la federación resolvió la exoneración de Raúl Salinas de Gortari, el hermano incómodo del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, quien desencadenó la estrepitosa caída del grupo compacto salinista.

Corría al año de 1994 y al país lo conmovieron acontecimientos que terminaron con la visión de que México, de mano del Presidente Carlos Salinas de Gortari, estaba ingresando de lleno al primer mundo.

El primero de enero de ese mismo 1994, el Presidente Salinas esperaba despertar con los encabezados de la prensa nacional e internacional que indicaban que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, sin embargo, los encabezados fueron otros y tomaron por sorpresa a un sistema que dormitaba en la tranquilidad del presidencialismo.

Y la pesadilla comenzó, ese primero de enero, los principales encabezados a nivel mundial lo dio el surgimiento de manera estratégica e inteligente el Ejército Zapatista de Liberación nacional, el EZLN que se pronunciaba en franca guerra contra el gobierno federal, encabezados por el subcomandante insurgente “Marcos”.

Aun no repuestos de la noticia, los ojos del mundo estaban puestos en México por la entrada del TLC, solo que la noticia del surgimiento del movimiento armado desde las montañas de Chiapas atrajo la atención de la prensa nacional e internacional, situación de la que el gobierno salinista no se pudo reponer.

Pero el asunto no terminaba ahí, el 23 de marzo, mientras el candidato presidencial del PRI Luis Donaldo Colosio Murrieta andaba de gira por la zona marginada de la ciudad fronteriza de Tijuana, Lomas Taurinas, fue asesinado aparentemente por un tirador solitario que dijeron se llamaba Mario Aburto. Las investigaciones generaron controversia y luego de varios fiscales especiales la suspicacia popular no dejó de apuntar hacia la teoría del complot, versión que hasta le fecha se mantiene firme en el tema.

Salinas debió elegir un sucesor de última hora y no tuvo más remedio que designar al que fuera su Secretario de educación y Coordinador de la campaña de Colosio, Ernesto Zedillo Ponce de León.

La “campaña del miedo” funcionó y Zedillo obtuvo el voto de un país temeroso al cambio, el escenario nacional estaba enrarecido y en el camino quedaron sus más cercanos contendientes Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano del PRD y Diego Fernández de Ceballos del PAN.

El país seguía de sorpresa en sorpresa y antes de que el presidente electo Ernesto Zedillo Ponce de León tomara posesión, el 28 de septiembre uno de sus principales asesores José Francisco Ruiz Massieu era asesinado en la ciudad de México, crimen que por cierto tampoco fue aclarado y el presunto asesino Daniel Aguilar Treviño fue detenido.

En la investigación se desprendió que Treviño había sido contratado por el diputado federal Manuel Muñoz Rocha quien desapareció sin ser encontrado jamás y los hechos apuntaron a la autoría intelectual de Raúl Salinas de Gortari, hermano del entonces presidente.

Salinas abandonó la presidencia y su sucesor Ernesto Zedillo Ponce de León se desligó totalmente del PRI al que mantuvo en la “sana distancia” y las primeras acciones fue la detención del hermano incómodo Raúl salinas de Gortari, lo que provocó una airada reacción de su hermano el ex presidente Carlos Salinas.

El país entró en crisis, Zedillo acusó a su antecesor del “error de diciembre” que provocó esa caída del peso ante el dólar y comenzó el juicio popular contra Raúl Salinas de Gortari, acusado de enriquecimiento ilícito, el crimen de su cuñado José Francisco Ruiz Massieu y se puso al descubierto más de 50 propiedades que había acumulado mientras su hermano vivía en Los Pinos, incluyendo el rancho “Las Mendocinas” en el estado de Puebla donde se habían fiestas y banquetes exclusivos para la clase política de la época.

Como si nada hubiera ocurrido y como muestra de que en este país la clase política lo puede todo, Raúl Salinas de Gortari fue exonerado del último cargo que le quedaba, enriquecimiento ilícito, como si a los jueces y magistrados les hubiera sido muy difícil determinar la forma en que Raúl Salinas obtuvo todas esas propiedades y cuentas tanto en México como en el extranjero.

Tras 20 años de juicios que Raúl salinas enfrentó en la calle, finalmente obtiene la absolución de parte del Poder Judicial de la federación que como cierre a ese oscuro episodio de la política mexicana, cerraron el telón yéndose de vacaciones.

JUSTICIA PARA NADIE.

Mientras los ciudadanos comunes y corrientes no pueden justificar un simple depósito de más de 15 mil pesos, tienen que pagar impuesto por todo, cada día pierden más libertades en la calle y les cobran hasta por estacionarse en el centro de su ciudad, la clase política mexicana si puede hacerse de grandes mansiones, vivir en zonas exclusivas y enriquecerse en unos cuántos años de manera por demás sospechosa. Para los miserables no hay justicia, para la clase política hay todo tipo de facilidades, saben que a ellos no les pasa nada.

Comentarios a: vivirenelgolfo@gmail.com

 

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