Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie…

Redacción El Metropolitano

Reto monumental para el Gobierno de Cuitláhuac García y su Secretario de Finanzas José Luis Lima Franco, será acabar con un cáncer histórico en la administración pública como lo es la corrupción. Flagelo  enquistado en lo mas profundo de las dependencias públicas desde tiempos inmemoriales.

Cual Hidra de Lerma con sus mil cabezas diseminadas por todos los rincones de las áreas administrativas, papel fundamental debe de jugar la Contraloría General del Estado y los Órganos Internos de Control.

Todo esto viene a colación porque en días pasados el Secretario de Finanzas hizo público un anuncio  que seguramente derivado de información concerniente a que personas dentro y fuera de la administración estatal están tratando de seguir con las practicas del pasado en relación a cobrar comisiones para tramitar el pago de adeudos atrasados, en este caso a los proveedores del gobierno.

Pero también suenan con fuerza las versiones de que de igual forma se cobran comisiones para el asignamiento de obra y contratos de diversa índole en las diferentes secretarias, aunque donde mas ruido se esta generando es en la Secretaria de Educación que preside Zenyazen Escobar, dependencia donde se ha enquistado una persona de apellido Obcejo Nájera,  a quien se le señala como corrupto personaje de la era duartista y  que hoy es esta dilapidando el bono obradorista.

El loable llamado que hacen Cuitláhuac y Lima Franco debe de ir acompañado no solo del discurso mediático, sino también de acciones concretas en contra de aquellos funcionarios que sean señalados de actos de corrupción.

Estas acciones darán credibilidad al Gobierno que recién empieza pero sobre todo se pasará de la palabra a los hechos, pues empieza a correr peligrosamente en los círculos empresariales la tesis que que TODO CAMBIÓ PARA QUE NO CAMBIARA NADA. 

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