Enrique Yasser Pompeyo
Con el pretexto de revisar el avance de programas sociales, el titular del Poder Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador realiza giras para hacer proselitismo y anuncia resultados que no se ven por ninguna parte; continúa la inseguridad y el desempleo.
Sin atender a la población y en una breve entrevista que permitió, no dio respuesta a la petición para reducir las tarifas de energía eléctrica y a la condonación de deudas de familias veracruzanas a las que la Comisión Federal de Electricidad les ha cortado el servicio.
Su única respuesta fue que será hasta que se termine de rescatar la industria eléctrica; lo mismo pasó con su promesa de bajar el precio de las gasolinas, no existe tal.
También ha sido señalado de que, a pesar de la investidura presidencial, no es promotor de la paz y la democracia para enfrentar unidos la actual crisis y prefiere mostrarse como un actor político dispuesto a incendiar el país para lograr los objetivos personales que persigue.
Luego de que López Obrador advirtiera: “que se preparen nuestros opositores porque no vamos a dar tregua, ni un paso atrás, ni siquiera para tomar impulso”, los partidos de oposición no se quedaron callados y le respondieron.
El dirigente Sergio Cadena Martínez ha dicho que el PRD está preparado para dar la batalla política y electoral con respeto a la ley y a los veracruzanos; “rechazamos la actitud de encono presidencial en los momentos en que se debe reactivar la economía y atender los problemas de salud. Estamos listos con una propuesta positiva, sin dividir a la sociedad, sin resentimientos ni exclusiones”.
LA DEUDA
El mandatario veracruzano pretende ocultar el caos en las finanzas públicas, pero no lo logra; a pesar de que dijo una y otra vez que no se iba a adquirir más deuda y el secretario de Finanzas busca explicar que no habrá tal, no convencen, nadie les cree; lo mismo dijeron Fidel Herrera y Javier Duarte con la bursatilización.
Las autoridades presumían una reducción por tres mil millones de la deuda y ahora contratan una por mil cien millones, ante el caos y el desorden que priva en las dependencias gubernamentales.
Pero eso no es todo, no han explicado qué han hecho con los tres mil millones por concepto de la liquidación de los fideicomisos o los ahorros por la reducción a las prerrogativas de los partidos políticos.
En ese contexto, los apoyos gubernamentales han sido insuficientes para atender la crisis generada por el coronavirus; como se recordará, el pasado mes de marzo, el gobernador anunció la disponibilidad de cien millones de pesos para dar diez mil créditos a microempresarios, pero en realidad se trató de apoyos minúsculos para atender la emergencia.
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