MESA DE REDACCIÓN: Las deudas del Poder Judicial

Enrique Yasser Pompeyo

La crisis financiera en el Poder Judicial de Veracruz se agrava cada día más, a pesar de lo dicho por la magistrada presidenta, Isabel Inés Romero Cruz.

Ahora, el Instituto de Pensiones del Estado (IPE) dio a conocer que dicho poder tiene un adeudo por 42 millones de pesos.

La millonaria deuda es por concepto de aportaciones de los trabajadores y recargos.

Lo peor es que todavía no se logra la firma de un convenio de reconocimiento de adeudos, de acuerdo con lo dicho por la directora general del Instituto, Daniela Griego Ceballos.

Se espera que para finales de año o principios del siguiente se concrete dicho acuerdo, ya que los únicos afectados son los trabajadores, quienes no pueden gozar de las prestaciones del IPE.

Por cierto, una vez más, a los representantes de los medios de comunicación intentaron impedirles entrevistar a la magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia.

Este martes, luego de la guardia de honor en el monumento a Miguel Hidalgo en el parque Los Berros de Xalapa, los guaruras o trabajadores del Poder Judicial, a empujones, trataron de que los reporteros no cuestionaran a Isabel Inés Romero Cruz acerca de los diferentes problemas que mantienen en una severa crisis, no sólo económica, al Poder Judicial del Estado.

¿A qué se debe tanta cerrazón, hermetismo y opacidad? Lo mejor que podría hacer es contestar las preguntas de los periodistas e informar a detalle. Algo está fallando en ese tema.

CRISIS LABORAL EN VERACRUZ

Veracruz alcanzó el cuarto lugar entre los estados con mayor pobreza laboral al llegar a la mitad de 2021, por lo que hoy 48 por ciento de las familias de la entidad no pueden adquirir la canasta alimentaria con el ingreso laboral que recibe, problema que afecta más a las mujeres en un 50 por ciento, por lo que suma tres años consecutivos de carestía y retroceso de la economía familiar, destacó Sergio Cadena Martínez, presidente del PRD en la entidad.

“Es urgente y una demanda al gobierno generar las condiciones para la creación de puestos laborales; Se debe generar competitividad para asentar inversiones, muchas inversiones en todo el territorio de Veracruz para romper con la parálisis económica, el desempleo y la pobreza que ahoga a las familias y que cada día aumenta su desesperanza ante las promesas fallidas de un gobierno estatal sin resultados”, apuntó.

Cadena Martínez dijo que no se ven ni el “desarrollo” ni la “recuperación económica de Veracruz”, que tanto pregonan y agregó que hoy, la mayor oferta laboral proviene de la economía informal que es una alternativa de ingresos, con salarios bajos y cero prestaciones, por lo que señaló, al arranque del último trimestre de 2021, nos encaminamos a un año de nulo crecimiento económico que impacta en la calidad de vida de las y los veracruzanos. 

“En 2021 la inflación en México, que se traduce en el aumento de precios de los insumos básicos, tendrán un incremento promedio del 6 por ciento. En Veracruz la carestía de productos alimentarios como verduras, carne o alimentos indispensables como el huevo y la tortilla podrían ser mayores, porque no se contempla desde el gobierno, una estrategia de contención de precios, lo que rebasa los aumentos al salario mínimo y el monto de los apoyos sociales que resultan insuficientes”, detalló.

Lamentó que se siga incrementado la pobreza laboral que existe en los hogares ya que tan solo al inicio de la pandemia en 2020, se perdieron alrededor de 50 mil empleos formales y gran parte de estas plazas laborales no se han recuperado y tampoco se han generado empleos para los jóvenes que año con año se integran a la actividad laboral, por lo que la parálisis económica en Veracruz ha retrasado la recuperación laboral.

Finalmente, puso énfasis en que el último reporte de Coneval confirmó que entre 2019 y 2020, la pobreza ha crecido y la marginación aumentó en las zonas rurales más pobres del estado y en las zonas urbanas marginales, “el incremento de la pobreza se sostiene porque no hay estrategias de recuperación económica; no hay programas institucionales de empleo, ni respaldo a los sectores productivos generadores de empleo. El problema mayor es simple: no hay empleo con buenos salarios”.

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