La realidad es según el cristal / Lino Perea

A pesar de lo reiterado por el Secretario de Hacienda y Crédito Público de México, Luis Videgaray Caso, de que la situación económica del país mejora, los últimos datos del comportamiento y pronóstico futuro económico del país, más bien indican que la economía mexicana no despegará significativamente este año, como se nos había pretendido hacer creer desde fines del año pasado, por lo que apartándonos de hablar con eufemismos, ya que estos son característicos y utilizados para aparentar resultados que distan mucho de la realidad actual, lo evidente es que la población se queja cada día más de la situación económica en la que estamos inmersos, pero que lo peor pareciera ser que todavía vamos a tardar en salir.

Desde nuestra perspectiva no todo es negativo, por lo que el autor de lo que esto escribe aseveró anteriormente que lo peor ya estaba pasando, lo que debe tomarse con las reservas del caso, ya que no es lo mismo que la situación se espera que ya no empeore o que ya no tenga remedio, a que ventilemos un escenario que va a tender a mejorar en la medida que nos pongamos a trabajar todos, siempre y cuando evitemos caer en la simulación y la impunidad con actos fallidos en la aplicacción del estado de derecho.

Las tan festejadas reformas estructurales mientras no se apliquen a fondo, serán solo un paliativo retórico que no llegarán a beneficiar a las clases más necesitadas, sobretodo con actos de corrupción de por medio, por lo que si no se habilitan debidamente, pueden terminar causando más desaliento que reconocimiento entre la población. Por todos lados se escucha el clamor popular: “Y estamos hasta la M…”

Los acontecimientos de las últimas semanas en nuestro país, no pueden observarse solo con el cristal de lo económico o el cristal electoral, en virtud de que la sociedad mexicana toda está atravesando por una etapa de crisis de valores, donde la aparente  e interminable serie de eventos recientes, parecen más bien la regla que la excepción en ciertas partes del país, por lo que la reflexión inevitable es cambiar a una sociedad mexicana con un  un sentido más humano en nuestra forma de vivir, ya que los eventos negativos de últimas fechas, no pueden formar parte de la manera de ser de los mexicanos

En este contexto los eventos económicos son y se verán afectados por esta crisis de valores, por lo que es menester señalar que la búsqueda de mejores tasas de crecimiento económico no tendrá sentido si no vienen acompañadas de un contenido ético, que lleven intrínsecamente el valor  del quehacer productivo de la sociedad mexicana, so pena de que la situación se nos revierta y se nos vaya de las manos.

Volviendo con el entorno económico de México, una manera de entender como hemos estado avanzando en nuestro país, es observando la información, sopesando los datos y comparando las cifras disponibles; por ejemplo, podemos observar que México ocupa el último lugar en materia de competitividad, donde estamos en el último lugar  de los países miembros de la OCDE, aunque también ocupamos uno de los últimos lugares en materia educativa. Se argumenta que los precios internacionales del crudo a la baja y la atonía de la economía estadounidense, son los principales factores que impactan en este momento a nuestra economía.

Por otro lado, vemos que a nivel mundial ya somos un referente en materia automotriz, en turismo, en industria aeroespacial, como país maquilador y exportador, lo que está muy bien, aunque los contrastes nos indican que debemos resolver los problemas de estructura productiva interna por ser inequitativa y asimétrica, con inequidades en la impartición de justicia y en la distribución del ingreso, que desde la perspectiva valoral económica mencionada anteriormente, son la causa y el efecto de la mayor parte de nuestros males. De aquí que debamos comenzar por reconocer nuestros grandes yerros y de ya, ponernos a enderezar entuertos. De otra forma, no avanzaremos.