Corruptos de importación / Rodolfo Herrera

corrupcion_1 Cuando se anunció que el SAS sería sometido a licitación pública, para que empresas privadas se encargaran del negocio del agua en Veracruz, surgió el nombre de la empresa “Odebrecht” como la posible ganadora, de ahí se desprendieron todo tipo de comentarios adversos y los políticos hicieron caso omiso; al conocerse hoy el arresto judicial por corrupción del inversionista brasileño Marcelo Odebrecht, esos mismos ciegos comienzan a cuestionar, lo que en su momento su ceguera voluntaria les impidió ver.

     Mire usted, en tiempo y forma, el alcalde de Veracruz Ramón Poo Gil salió a anunciar que el Sistema de Agua y Saneamiento sería sometido a licitación pública, a fin de que una empresa privada se encargara de administrarla, porque fue de todos conocido que, el SAS había sido desfalcado por sus dos últimos directores priistas, Yolanda Gutiérrez Carlín y José Ruiz Carmona, con complicidad de su ahora director José Tello Allende quien fungió como asesor de ambos en esa enorme succionadera.

     Desde ese momento, el nombre de la empresa brasileña Odebrecht salió a relucir y con ella, todo el cúmulo de deudas que ha dejado en toda américa latina y en otras partes del mundo, ante lo cual los presupuestívoros del sistema, esos representantes populares que solo sirven para engordar pegados a la ubre presupuestal, tuvieron en sus manos la posibilidad de cuestionar a Odebrecht, pero fueron omisos y prefirieron callar.

     El pasado 10 de junio, el alcalde Ramón Poo y el director del SAS José Tello Allende, anunciaron que el 31 de agosto la empresa “Grupo Más” conformada por Aguas de Barcelona y Odebrecht, entrarían en funciones sustituyendo al SAS, al haber ganado ambas el proceso de licitación.

     Hasta ahí los representantes populares permanecieron callados.

     El viernes 19 de junio, los titulares en el mundo dieron a conocer que la policía brasileña había procedido a la detención de Marcelo Odebrecht, propietario de la empresa “Odebrecht”, por actos de corrupción en la compañía petrolera Petrobras y resultó que es la misma empresa, que en México está recibiendo contratos en todo el país.

     Tras estos acontecimientos, que ya eran de conocimiento público y plenamente documentados, los políticos que en su momento pudieron hacer algo, salieron a cuestionar a la empresa que ellos mismos permitieron que llegara.

     A eso se le llama complicidad por favorecimiento ¿No cree?

     Una de ellas es la regidora del PRD con la comisión de Agua y saneamiento Delta Estela Tiburcio, quien por cierto es miembro del consejo del SAS, durante el proceso guardó silencio, fue omisa, nunca salió a declarar nada que denunciara malos manejos en el SAS ni se pronunció en contra de Odebrecht, pero para deslindarse de su responsabilidad ahora opina así: “Es algo que sí me preocupa y que segura estoy que nos preocupa a todos los veracruzanos, porque pues repercute al menos en las cuestiones morales de la empresa, se pierde en la credibilidad en la empresa”.

     ¿Cómo ve a la regidora? ¿En verdad estará preocupada por lo que dejó de hacer?

     Otro es el diputado local del PAN Edgar Hugo Fernández Bernal, también en la comisión de recursos naturales, medio ambiente y aguas, salió a decir lo que en su momento no quiso ver: “sería muy conveniente clarificar y transparentar cuales fueron los elementos para determinar el fallo en favor de esta empresa”

     Y además dijo no querer sospechar que haya asuntos de negocios entre el gobierno estatal y la empresa. Otro más con doble lenguaje ¿No? ¿Podría usted creerle a este diputado que en su momento no hizo nada por clarificar este asunto?

     Digo, en este momento, absolutamente nadie se va a querer responsabilizar por lo que ahora ya se sabe, que se disuelve el SAS por ser una empresa marcada por el signo de la corrupción y entra otra plenamente identificada con la corrupción.

     Esos son nuestros políticos que prefirieron pasar por alto la historia de Odebrecht, imagínese usted, si viviendo en esta ciudad los responsables de desfalcar al SAS caminan libremente por las calles sin ser sancionados ¿En verdad cree usted que se hará algo en contra de los funcionarios de Odebrecht que viven en Brasil?

    La verdad yo no creo.

EL DELITO DE OMISIÓN

     Aunque a los mexicanos nos parezca una actividad común, la omisión, entendida como la acción de omitir algo, es una actitud inmoral para quienes ejercen la función pública, tal es el caso de la regidora del PRD y el diputado del PAN que junto con todos los del PRI que fueron omisos, al momento de advertir que la empresa Odebrecht tenía un serio historial delictivo.

     En el mundo son muchas y varias las definiciones que sancionan la “omisión” y se entiende esta como una renuncia a realizar o expresar algo, una persona que omite contar algo guarda para sí información que no quiere compartir, de forma similar, un sujeto que omite realizar una cierta acción ha decidido no cumplir con algo que, por algún motivo, debería haber hecho. Las consecuencias casi siempre son negativas.

     La omisión es también un delito para el caso de los funcionarios públicos y representantes populares omisos, según se debate ampliamente en textos que contiene la Biblioteca virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

     Dicho en palabras que manejamos acá en el pueblo, eso pasa por llevar a cualquier chancludo a cargos que tienen que ver con el bienestar de la población.

Comentarios a: vivirenelgolfo@gmail.com

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