La UV y el conflicto del “subsidio” / Manuel del Ángel Rocha

No es nuevo que la universidad publica sea agredida por quien tiene el derecho y obligación de fomentarla y preservarla; el Estado, en el caso de Veracruz, el gobierno. En muchas ocasiones y de diversas maneras ha sido violentada y reprimida, llegando incluso a la utilización de métodos policiacos y fascistiodes, creo que no es el caso  de la Universidad Veracruzana. Y creo que no lo es, porque la UV deviene de un sistema de enseñanza que como método ha descansado en la indulgencia y la unilateralidad. Que ha contemplado al estudiante como objeto pasivo de la instrucción, amen de  su contenido que en muchas ocasiones responde a formas anacrónicas del conocimiento.  La educación impartida de manera vertical, inhibe la participación activa del alumno, que en consecuencia lo convierte en sumiso receptor, donde ante lo  adverso de la problemática académica, estudiantil o social, solo es  mero espectador, como ocurre hoy en el conflicto que el gobierno de Veracruz ha desatado en contra de la UV.

saraY muchos ciudadanos se preguntan precisamente por  la comunidad universitaria, ante la escalada, no solo de la agresión y violencia social que ya la alcanzó, sino de la progresión de la deuda económica que el gobierno mantiene de manera  pretérita, como lo ha hecho público la rectora Sara Ladrón de Guevara, ante el atraso del pago  por cerca de cinco mil millones de pesos. No se escucha que los estudiantes llamen para  asambleas en facultades, o centros de investigación. La carencia de los materiales didácticos, o recursos para sus laboratorios, o  prácticas de campo   de sus centros de estudios, no los mueve para  solicitar el resarcimiento de esos dineros que deben ser fundamentales en su formación. Sera que la universidad en el pecado lleva la penitencia, por su tendencia de ser  Lazarillo del gobierno, al mediatizar a sus estudiantes, o será que la carga del paternalismo es aun  tan pesada que no alcanza para despertar de la somnolencia a sus educandos?.

Sabemos que de las grandes batallas, se obtienen grandes triunfos, que aun cuando no se alcancen todos los objetivos, siempre, ante los ojos de la sociedad y del pueblo, una batalla justa, por la verdad, por el  “subsidio”,  tendrá un significado de victoria. Sera una victoria moral, ante la sinrazón de la camarilla que depreda el presupuesto para hacer ganar a sus candidatos en todo contienda electoral. Que le da triunfos cuantitativos, pero derrotas cualitativas, como las del pasado primer domingo de junio, donde perdieron todas las cabeceras distritales, y solo la compra del voto  a precio de pepitas de oro en los municipios rurales, les aseguro éxito; ahí se va el dinero que le  pertenece a la universidad.

Es en ese contexto donde la universidad tiene que elevar su tono y acento académico, en lo ético, en la Axiología, digo, si no  quiere volverse una universidad militante, de asambleas. Como  garante de la educación superior de Veracruz,  tiene que conformar una cultura de la comunicación, de la denuncia, de la transparencia,  que sea  referente de una sociedad,  que mira su reflejo  es ese espejo. Donde formar e informar son verbos que se tienen que conjugar de manera integral, en beneficio de la juventud, pero sobre todo de la sociedad veracruzana.  En ese contexto sembrara las bases de una sociedad comprometida con su universidad, y con las mejores causas sociales, que con dignidad, desde su posición tendrá que dar la cara por ella, esa que el  sempiterno dirigente de los maestros universitarios,  no da, el priista-“velazquista”, Enrique Levet.

Pero dejemos de lado a la universidad, y  vamos a los que se niegan a otorgar el presupuesto que  por derecho le corresponde a la UV,  que de acuerdo a Sandra Jiménez, de Animal Político, por información obtenida mediante solicitud de información con numero de folio 00028615, de  la propia Auditoria Superior de la Federación, “desviaron estos recursos realizando movimientos bancarios,  primero para simular las solventaciones de las irregularidades detectadas,  y después para retirar los recursos y depositarlos en cuentas distintas sin que se pudiera acreditar el destino final de ellos”. Pero las denuncias siguen, ahora en contra de una veintena de funcionarios  de la administración Duartista, incluidos también del ex gobernador Herrera Beltrán,  por acciones que podrían ser constitutivos de delito, “que derivan de un esquema de simulación de reintegro de recursos”,  de acuerdo a auditorias practicadas en 2009 y  2010,  donde los actuales funcionarios se supone que solventaron las observaciones,  sin que ello ocurriera, por lo que han sido denunciados nuevamente ante la PGR. Así las cosas, los administradores del presupuesto destinado a la educación, lo canalizan para  sus  inconfesables compromisos e intereses, muy propios de su grupo, y  muy ajenos y lejanos  a la Universidad Veracruzana, y por ende a la educación superior, cuyos objetivos y propósitos,  no son por supuesto compatibles con el grupo en el poder.

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