Alcaldes en apuros / Romeo González Medrano

La Presidenta Municipal de  Tlalnelhuayocan Arianna Guadalupe Angeles se ve que tiene aspiraciones políticas de lo contrario no estaría llevando a cabo un programa de trabajo muy intenso de clara rentabilidad electoral. Todas las actividades que realiza llevan ese sello. Tiene derecho. Sin embargo, no le caería mal un balance que le demuestre que las cuentas habrán  de salir como ella lo espera. La mula no era arisca, los  palos la hicieron y no es problema de voluntad sino de recursos y déficit de obras y servicios rezagados por décadas. Ni ella ni ningún presidente municipal tendrán todo el dinero y el tiempo que se requiere para conquistar y asegurar simpatías electorales en los próximos comicios. Esta es una verdad que se aplica a todos los municipios. O sea el voto, ya no se puede fácilmente comprar con regalillos y ni siquiera con algunas obras. Sumen compra de imagen y abrazos y apapachos populistas y aumentan un poquito, pero nada más. La deuda es histórica. La crisis económica y el incremento en el costo de la vida esta pegando muy duro. Las ventas han caído en todos los negocios.

El desempleo crece y el dinero no alcanza para nada. El resentimiento social se esta empezando a movilizar en todo el país y aunque “aquí no pasa nada” eso está por verse. El pueblo tiene memoria y guarda todas las promesas incumplidas. Añada las promesas más recientes y saque sus conclusiones. Vale un ejemplo, el drenaje y el camino Otilpan San Antonio obras que cambiarían por completo las condiciones de vida de miles de familias fueron prometidas por la actual Presidenta de Tlalnelhuayocan. ¿ tendrá asegurados los recursos para cumplir en tiempo y forma? ¿ puede asegurar que no le aparecerá nuevamente Sefiplan como obstáculo?  Debe tomarse en cuenta que esas obras ya fueron prometidas por anteriores candidatos a gobernador, alcaldes, diputados, senadores, de todos los partidos. ¿ será verdad que ahora si se cumplirá? ¿ se cuenta con proyecto e inversión autorizada ? Un precepto Constitucional – y en tratado internacional- al que todavía el pueblo inconforme no ha acudido es el Artículo 1o. Que prohíbe la discriminación en el ejercicio de los derechos humanos y en el desempeño de toda autoridad. Sin embargo se viola constantemente mediante el ejercicio discriminatorio en la distribución de los recursos públicos al darle preferencia  obras y acciones con criterio de rentabilidad electoral. POR JERARQUÍA JURÍDICA NO HAY NINGÚN ARGUMENTO QUE VALGA . NI SIQUIERA LA LIMITACIÓN DE RECURSOS PRESUPUESTALES . NADA JUSTIFICA QUE SE ATIENDAN EN FORMA DISCRIMINATORIA LAS NECESIDADES DE OBRAS Y LOS SERVICIOS  BÁSICOS.

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