Por su natural intervencionismo en la tierra que considera como propia, donde tiene añejas ataduras, de las más significativas, el ombligo enterrado junto al caudaloso Papaloapan, ruta fluvial del Sotavento, de inmemoriales recuerdos. Su ventura no es la inactividad, no es su sello, y menos alejado del poder, que lo ha mimetizado. El patriarca fue avisado que tendrá que cruzar el Atlántico para despachar en un modesto Consulado, que dentro de la estructura de las Relaciones Exteriores, algunos son apenas representativos, otros, honorarios, sin pago, para hacer vida sedentaria, si se trata de políticos que en otros tiempos atesoraron mucho “pinche poder”. Por el Servicio Exterior han desfilado distinguidos intelectuales, políticos congruentes y diplomáticos de carrera, leales a los principios ineluctables de la Política Exterior mexicana de los tiempos de la “No Intervención y la Libre Autodeterminación de los Pueblos”, pero también rastrojos de políticos, que van al destierro para que dejen de interferir en asuntos considerados sensibles. No hay aquí la consideración de que son un mal necesario para el sistema.
No sabemos si en el altiplano Peña Nieto intuyó que el patriarca ha visto en Patricio “el cisne” Aragonés, a su doble y quiere heredarle el trono frente al Caribe. Cederle su territorio, la plenitud del “pinche poder”. Probablemente sea cierto, porque apenas años antes, le dio la estafeta a su compadre, protegido de toda su vida, que tiene solo de forma las riendas de la regencia, el general Rodrigo “Duarte” de Aguilar. El trono le quedo grande. Por ello ahora impulsa al “cisne”, que se atreve a confrontar “al perro” en conferencias de prensa y medios de comunicación, y como chingados no, en esta “puñetera y berraca vaina mando yo”, solo que ya la turba de Yunistas enardecidos piden su cabeza, quieren sangre, no más despotismo, no más imposición, no más de lo mismo, y Peña Nieto sensible, accede.
“Badalona” es el destino, que nada que ver con el paraíso de mulatas, negros y rémoras que en tumulto lo persiguen para pedirle de todo, y también los compensados para agradecerle, y los subalternos aduladores, que siempre están prestos a pedirle consejo, “por donde señor”, pero que también están en la conspiración de la apostasía, que él conoce perfectamente. Sabe quiénes lo engañaban, que le mienten, que son su hechura.
Pero “Badalona” la del primo Nano es otra cosa, otra naturaleza. Le distingue una fecunda lucha independentista, que viene de siglos atrás, casi con la conquista de Iberia por los Moros, antes de la llegada de italianos y peninsulares busca-oro y aventura a nuestra América. El patriarca se topará con otro patriarca; Jordi Pujol, pero éste de otra estirpe, con los “cojones” bien puestos en la identidad Vasca, para seguir empujando las autonomías, que cada día le ganan más terreno a los del Partido Popular y al PSOE, pues apenas el septiembre pasado le recetaron otra lección de dignidad independentista a Mariano Rajoy, consolidando las cuatro regiones Vascas.
En las multitudinarias manifestaciones por la libertad de Cataluña, el patriarca podrá retratar brazo con brazo a Gerard Piqué, con su Shakira, al primo Joan Manuel Serrat, hoy de gira por México, y al actual líder formal del movimiento autonómico, y presidente de la Generalitat Artur Mas, discípulo avanzado de Jordi Puyol. Ciudadanos y más ciudadanos con una clara conciencia de su historia, y que de lo que le aportan a la hacienda española, no se les retribuye ni un cincuenta por ciento para el desarrollo de sus regiones. No hay de regreso el sudor y esperanza que los catalanes le ofrendan al futuro. Su futuro de inconmensurable esperanza y añoranza por su tierra, sus abuelos y sus hijos.
No hay posibilidad de que el patriarca pueda revivir alguna primavera. No hay forma, son naturalezas distintas y distantes. Otra cosmovisión de la política y de los políticos. No hay forma de reproducir ambientes, que probablemente le parezcan tóxicos. Sentirá aversión por aquella sociedad viva, actuante, diferente de su Olimpo, donde en sus recorridos, a las hijas más bonitas los padres le ofrecían, para obtener obras o plazas para maestras, que ocurrido el hecho, las doncellas estaban al abrigo del patriarca. Y a reproducir el poderío, que chingón el trópico.
Pero en Barcelona, también se topara con PODEMOS (el SYRIZA español) de Pablo Iglesias, que hoy por hoy es la primera fuerza política en intención del voto, y que apenas en mayo ganó con una coalición las municipales en la tierra del primo Nano, que cuando “canta le tiembla el corazón en la garganta”, y “cuando gana el Brcsa cree que hay dios y es azulgrana”. La generación del PODEMOS, de entre 25 a 35 años, pertenece a una izquierda anticapitalista. Es un movimiento social-sindical-intelectual, que esta canalizando la indignación española por la vía del voto, y que augura desplazar a los desahuciados PP y PSOE. En Barcelona, el patriarca llevará a su junior el diputado-verde, a saludar a la “indignada” alcaldesa Ada Colau, e irá al Nou Camp a tomarse fotos con el trío Messi, Neymar y Suárez, que enviará para que los diarios y periodistas amanuenses del trópico las reproduzcan y validen al progresista diputado en la comarca.
En el fondo, solo frio y más frio, porque el patriarca no estará en su hábitat. Como los “búlgaros”, no estará en su jugo para reproducirse. Peña Nieto le cumplió a los Yunes, sentenció al invierno al patriarca.
Be the first to comment on "El invierno del patriarca / Manuel del Ángel Rocha"